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Neuquén

25 DE NOVIEMBRE

Contra la violencia hacia las mujeres

PTS Neuquén

13 de noviembre 2008

La violencia hacia las mujeres es un fenómeno que se hace visible cotidianamente en noticieros y diarios, que no escatiman esfuerzos en hacer del femicidio una trama de celos y sangre que termina justifi cando “el crimen pasional”. Pese a los horrores televisados, la naturalización de la violencia hacia las mujeres es más fuerte.

¿Cómo es que se llega a ese extremo? Muchas formas de violencia preceden a las muertes de esas mujeres, violencias permitidas y legitimadas por este sistema capitalista y patriarcal basado en la jerarquía, la dominación, el uso de violencia por una minoría de parásitos contra millones de explotados/as y oprimidos/as a nivel mundial. Un sistema en el que “lo normal” es la sumisión de muchos/as y el dominio de algunos, determina y facilita que la violencia hacia las mujeres sean conductas que pasen desapercibidas para la sociedad, excepto para las mujeres.

La violencia hacia las mujeres en números

Según Amnistía Internacional, en todo el mundo al menos una de cada tres mujeres ha sido golpeada, obligada a tener sexo o ha sido víctima de abuso a lo largo de su vida por sus parejas, parientes, amigos y desconocidos, por empleadores, colegas, soldados… Según la Organización Mundial de la Salud la violencia es la primera causa de muerte de las mujeres en el mundo. En la Argentina se produjeron 81 femicidios entre enero y julio de este año, lo que da como resultado el triste promedio de dos mujeres asesinadas cada cinco días en la Argentina, exclusivamente en el ámbito familiar. [1]. La violencia en el ámbito familiar es la principal causa de muerte y discapacidad entre las mujeres de 16 a 44 años de edad, y provoca más muertes y problemas de salud que el cáncer o los accidentes de tránsito.

Según el Ministerio de Trabajo en el 2007 el 60% de las denuncias sobre violencia laboral fueron hechas por mujeres. Las mujeres sufren más los tres tipos de hostigamiento (psicológico, físico y sexual) y por miedo, inseguridad o desconocimiento no realizan acciones para terminar con el maltrato. La necesidad de mantener el trabajo juega a favor de mantener el silencio de las mujeres trabajadoras. En los países en desarrollo las mujeres, los inmigrantes y los niños/as están entre los trabajadores/as más vulnerables. En el Alto Valle la realidad arroja los mismos datos preocupantes: la desaparición y asesinato de Otoño Uriarte, los tres triples crímenes de Cipolletti, la desaparición y muerte de Alejandra Zarza entre otros hechos extremos de violencia. Sólo en un fi n de semana en el mes de octubre de este año se produjeron violaciones a tres niñas en la ciudad de Neuquén.

Como vemos, la violencia hacia las mujeres es un tipo especial de violencia que se reproduce en distintos ámbitos como refl ejo de la norma social que imparte el capitalismo patriarcal sobre toda la sociedad.

Femicidio, violaciones, golpes, abusos sexuales infantiles, prostitución, discriminación, pobreza, analfabetismo son algunas de las violencias que siguen mereciendo una respuesta organizada del movimiento de mujeres.

Redes de complicidades

Como bien lo demostró la novela Vidas Robadas, en lo que se refi ere a la violencia hacia las mujeres, la complicidad de funcionarios, policías, jueces, empresarios y fi olos en negocios tan macabros como la trata de mujeres es una realidad y gozan de total impunidad. El problema de la violencia contra las mujeres ya está alarmando a gobiernos y empresarios que lejos de preocuparse por nuestras vidas se preocupan por las pérdidas que les genera. Uno de cada cinco días laborales que pierden las mujeres por razones de salud está relacionado con la violencia. Por esto, desde el mismo Estado se ha “institucionalizado” la problemática de la violencia hacia las mujeres y se han llevado adelante, tanto a nivel nacional como provincial, políticas de Estados y leyes para “frenar” la violencia. Pero las mujeres que realmente queremos terminar con el fl agelo de la violencia no podemos depositar ninguna confianza en el Estado y sus instituciones responsables de mantener y reproducir diariamente las condiciones de opresión y explotación que generan violencia sobre las mujeres. Sólo podemos confi ar en nuestra fuerza, en nuestra organización y lucha por nuestros derechos.

Por una gran movilización contra la Violencia hacia las mujeres

Desde la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas estamos impulsando junto a mujeres jóvenes, a estudiantes, a mujeres trabajadoras, a vecinas, a amas de casa, la lucha por poner en pie un gran movimiento de mujeres donde todas podamos expresar los problemas que sufrimos, un gran movimiento para hacernos respetar en nuestras casas o en nuestros lugares de trabajo, para encarar las luchas necesarias para cambiar nuestras condiciones de vida y trabajo, por terminar con la violencia, el maltrato y la discriminación. Un gran movimiento para romper las cadenas de este sistema que nos explota y nos oprime.

Con este horizonte, desde Pan y Rosas impulsamos para este 25 de Noviembre una gran acción unitaria contra la violencia hacia las mujeres, independiente del gobierno, la Iglesia, el Estado y sus instituciones. Tenemos que ser miles de mujeres denunciando en las calles a este sistema capitalista y patriarcal cómplice del horror que sufrimos cotidianamente la mitad de la humanidad.
Este 25 de Noviembre no te quedes en tu casa…salí a la calle y luchemos juntas por nuestros derechos.


[1] RAFAEL BARCA, DIRECTOR DE AMNISTÍ INTERNACIONAL ARGENTINA. Diario Río Negro, Lunes 1 de septiembre 2008


¿Sabés por qué el 25 de noviembre es el dia de lucha contra la violencia hacia las mujeres?

Corría el año 1960. Soplaban vientos revolucionarios en América Central. Habían caído hacía poco los dictadores Rojas Pinalla y Pérez Jiménez, de Colombia y Venezuela. En 1959, tras el triunfo de la revolución, había huido el dictador Batista de Cuba.
En República Dominicana, Minerva Mirabal evaluaba la conformación de un movimiento para derrocar al dictador Leónidas Trujillo. Fue una de las fundadoras y dirigentes de la Agrupación 26 de Junio, creada en enero de 1960. Ella, junto a un centenar de miembros de la agrupación, fue encarcelada ese mismo mes. Fueron sometidos a terribles torturas y algunos murieron.

La escalada represiva del régimen generó mucho descontento en la sociedad dominicana. Trujillo, entonces, se vio obligado a liberar a las mujeres presas en febrero de 1960. En mayo, frente a una nueva ofensiva del dictador, Minerva y su hermana María Teresa fueron enjuiciadas por “atentar contra la seguridad del Estado” y condenadas a 5 años de prisión.

Pero nuevamente, frente al creciente descontento de amplios sectores con el régimen, fueron liberadas junto a otras mujeres. Finalmente, el 25 de noviembre, Minerva, Patria y María Teresa Mirabal fueron a visitar a sus esposos detenidos
en la prisión de “La Victoria”. Pero al regresar a su casa cayeron en una emboscada y fueron asesinadas por los esbirros del dictador a garrotazos.

Las hermanas Mirabal tenían un nombre de guerra: “Las Mariposas”. El Estado dominicano, bajo la mirada cómplice del imperialismo yanqui, pretendió cortarles sus alas para siempre.
Fracasaron. Su valor para combatir ese régimen infame que sumergió en la miseria a los trabajadores y al pueblo dominicanos fue y es fuente de inspiración para miles de hombres y mujeres en Latinoamérica.


“…sólo nosotras podemos terminar con la opresión hacia las mujeres…”

La violencia hacia las mujeres es todo acto, expresión, que haga sentir a una mujer en inferioridad o incapaz de pensar sobre ella. Las mujeres que estamos luchando por conquistar todos nuestros derechos en una sociedad que todavía refl eja a la mujer como una propiedad privada (…) debemos decir: basta de violencia, de todo tipo, contra las mujeres. Porque creo que sólo nosotras podemos terminar con la opresión hacia las mujeres.

En el contexto social en que vivimos hay varios factores que provocan y mantienen la violencia contra las mujeres, pero la principal es este sistema capitalista que nos oprime continuamente, negándonos derechos y elecciones (…)

Como mujer y como parte de la Secretaría de la Mujer del Centro de Estudiantes de Bellas Artes, creo que este problema se enfrenta de una sola manera: solo si nos movilizamos, nos organizamos, les contamos a otras mujeres, debatimos un programa para todas las mujeres junto a la clase trabajadora, estudiantes, artistas, etc. Sólo así vamos a lograr conquistar nuestros derechos y acabar con la violencia hacia las mujeres…

POR LOS DERECHOS DE LAS MUJERES TRABAJADORAS BASTA DE VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES

Marcela,

Secretaría de la Mujer Centro de Estudiantes de Bellas Artes

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