Los círculos marxistas son un espacio que sirve como herramienta para analizar críticamente la situación política nacional e internacional. Estos espacios resultan muchas veces novedosos para quienes nunca se habían relacionado con la teoría marxista y con la realidad política actual. Allí discutimos y planteamos nuestra intervención en la universidad con la perspectiva de construir una gran corriente militante que cuestione su carácter de clase y la transforme para ponerla al servicio de los trabajadores y oprimidos.
Las recientes elecciones en Psicología y Filosofía y Letras de la UBA demostraron una vez más la política de centros burocráticos que lleva a la izquierda a una situación de total adaptación al régimen existente, llegando al punto de que el MST y el PO convivan en la FUBA con la Venceremos (kirchneristas). Nosotros le oponemos el ejemplo de “Oktubre” en la facultad de Sociales y ahora en Córdoba ¿qué casualidad que justo allí se logró imponer un programa que parte de separar los servicios de la gestión política del centro y mantener la independencia con respecto a los decanos.
Resulta indispensable la organización de los estudiantes para que junto a los trabajadores le paren la mano (dura) al gobierno y su aliado Blumberg, luchen por la libertad y el desprocesamiento de los luchadores obreros y populares; desenmascaren al “progresismo” de Kirchner, rompan con la lógica de “democracia para ricos”, y luchen por una salida definitiva a la crisis permanente producida por el sistema capitalista.
Lamentablemente el resto de la izquierda oscila entre el reformismo y la revolución, no mantiene una tarea consecuente con la práctica revolucionaria; ya sea porque tras las jornadas revolucionarias de diciembre de 2001, el PO se vio sorprendido, aunque con una gran inspiración que lo llevó a “teorizar” sobre un nuevo sujeto revolucionario: el piquetero, y mantiene una práctica clientelar (aunque lo niegue) con los compañeros desocupados administrando planes del Estado. Empantanado en su propia teoría, lanza hoy una “alternativa obrera y socialista”. O porque el MST que, además de mantener su colateral piquetera, con su política parlamentarista embellece la democracia burguesa y mantiene un acuerdo “táctico” con el PC y el PS (¿el voto a Lula y ahora a Tabaré Vázquez serán también tácticos?), que lleva ya unos cuantos años.
El PTS consecuente con la lucha por la total independencia de clase es parte y apoya todas las luchas que protagonizaron los trabajadores organizados en listas antiburocráticas en elecciones gremiales; es por esto que lejos de ser una “secta”, pelea por que los trabajadores vuelvan a confiar en sus propias fuerzas, rompan definitivamente con el peronismo proyectándose hacia la construcción de una sociedad sin explotadores ni explotados.