¿Tenés los pelos de punta? ¿Querés terminar con el cabello crespo y esas mechas de rulos frizados? El “brushing progresivo lisse” te da la solución. Tu pelo queda tan lacio, brilloso y sedoso que te deja un look impactante. El alisado progresivo está haciendo furor en los salones de belleza, los shoppings center y las pequeñas peluquerías de barrio. Las cadenas de peluquerías como las del coiffeur Rubén Orlando te lo hacen por $500 y te planchan el pelo de maravilla ... pero claro que también te pueden planchar la vida. Numerosas denuncias periodísticas señalaron que el compuesto empleado contiene alta concentración de formol, una solución acuosa con formaldehido que desprende vapores con un olor sofocante, produce irritación en las vías respiratorias y daños en la visión. Los dermatólogos brasileños denunciaron infinidad de casos de caída de cabello irreversible y daños en el cuero cabelludo, y la Organización Mundial de la Salud la considera una sustancia cancerígena que produce sobre los varones cáncer rinofaríngeo. Los “grandes estilistas” emplean el tratamiento de alisado con doble guante, barbijo y una mascara similar a la máscaras antigases utilizadas por las tropas norteamericanas en Irak para prevenir ataques químicos. Probablemente el brushing progresivo lisse pueda servir como material para lanzar una próxima guerra bacteriológica.
La ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) había alertado sobre los efectos de estos alisadores de cabello de efecto milagroso, pero su uso era legal, varias firmas lo comercializaban en el mercado local vía Internet y desde ya no se ejercía ningún tipo de control sobre los grandes laboratorios. El escándalo desatado a partir de miles de denuncias en los medios, obligó a los funcionarios a sacarlo de circulación. La sociedad capitalista consagra como grandes modelos a seguir las figuras emblemáticas de una Barbie o de un Brad Pitt, modelos muy bonitos que no pocas veces se pagan con el precio de la vida.