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Nacionales

Ocupación de predios y acciones solidarias con los trabajadores

Con la fuerza de las asambleas

7 de agosto 2002

Ocupaciones

¿Quién fue la primera asamblea que se atrevió a ocupar, a desafiar la propiedad, a la policía, a arrebatar los espacios públicos y tomar lo que es del pueblo? Poco importa, porque ya es una realidad que las ocupaciones se extendieron y siguen produciéndose. Las asambleas protagonizan nuevas acciones de lucha y de democracia directa.
Los objetivos son parecidos: la ocupación de espacios para poner en marcha distintas actividades. En Villa Crespo los vecinos defienden la recuperación de una local abandonado, propiedad del Banco Provincia. En Villa Urquiza de lo que fue una pizzería. En Saavedra, se ocupa un baldío para hacer una huerta. En Corrientes y Medrano se “recupera” un predio. La historia se repite: en Villa Pueyrredón se toma otro predio para armar un Centro Cultural, Comedor y Huerta. En Parque Lezama los vecinos dan vida a otro proyecto: en un local del ex Banco Mayo funcionará un merendero. Las asambleas que protagonizan las ocupaciones ya se están coordinando. Los mismos espacios tomados, se ofrecen para el funcionamiento y las actividades de otras asambleas barriales.
Las ocupaciones desafían la legalidad, la ideología oficial y el discurso de los medios de comunicación, que habla de preservar el “orden público”, el derecho de propiedad. Las asambleas desechan la ley en nombre de la legitimidad, donde el orden se subvierte para organizar la solidaridad y se siembra una idea poderosa... ¿Qué pasaría si este método de lucha se extendiera, en acción común con los trabajadores- y se tomaran los bancos que estafan ahorristas, las usureras empresas como las telefónicas, las grandes fábricas que cierran o despiden? Se estaría gestando un verdadero contrapoder, desafiante a este estado de los patrones.
En su método, las ocupaciones de las asambleas están hermanadas con las de los obreros que ocupan fábricas y las ponen a producir. Es algo cualitativo, los obreros violan el derecho a la propiedad e imponen el derecho al trabajo.
El estado y sus políticos como Ibarra toman nota. Por eso ante las ocupaciones, el Gobierno de la Ciudad, que intenta neutralizar la acción directa de las asambleas proponiendo su integración a los CGP"s, responde con patotas o enviando a la policía. Pero surge la respuesta. Como en la rebelión de Fuenteovejuna los vecinos afirman “todos somos responsables”. Se recurre a la solidaridad de otras asambleas, a los movimientos piqueteros, a las fábricas ocupadas para salvar las ocupaciones.
Hay que apoyar las tomas, extenderlas y defenderlas. Es urgente la más amplia unidad y solidaridad para actuar: asambleístas, desocupados y trabajadores.

Coordinación con los trabajadores en lucha

Otro hecho a destacar es la coordinación entre las asambleas y las fábricas ocupadas como Brukman, los trabajadores de Perfil o en defensa de los despedidos por la empresa Pepsico.
Una asambleísta de San Cristóbal-Boedo nos relata “desde nuestra asamblea sacamos un volante que lo llevamos a la Interbarrial, reclamando la unidad de los trabajadores, piqueteros y asambleas barriales. Ahí nos conectamos con varias asambleas que empezaron a ir a Brukman a llevar la solidaridad. Y surgió la Mesa por la Coordinación de Capital, donde participa Villa Ortúzar, Colegiales, Ayacucho y Rivadavia, dos asambleas de Lugano, Medrano y Corrientes, Godoy Cruz, Congreso, Parque Patricios, Lezama, Parque Rivadavia, Oro y Güemes, Villa del Parque. También, estudiantes y de empresas ocupadas como Chilavert, como asistentes van los compañeros de Ghelco y Grissinópoli. De esta Mesa salió el festival en apoyo a las fábricas ocupadas Brukman, Grissinópoli y Chilavert...”.
En la zona de Florida, la patronal yanqui de Pepsico Snacks suspendió a los delegados combativos y echó a trabajadores y activistas de la fábrica. Asambleas de Carapachay, Munro, Olivos, Florida y Puente Saavedra estuvieron entre los organizadores del importante acto en puerta de fábrica, exigiendo la reincorporación de los despedidos. Impulsan la comisión de solidaridad junto a organizaciones obreras como la Comisión Interna de Terrabusi, Emfer, las corrientes políticas de la izquierda y sectores piqueteros.
Antes del acto, la gerencia acusó a los organizadores del acto de “incendiarios” que querían crear terror en la fábrica. Las Asambleas dirigieron un volante a los obreros, explicándoles que ellos “no quemaban fábricas” sino que defendían a los trabajadores. Les contaron cómo, desde la Asamblea de Carapachay, se decidieron a buscar a los obreros de Panificación 5, cerrada por los patrones y los convencieron de reabrirla. Así fue que se ocupó la fábrica y hoy está produciendo.
Las asambleas buscan la unidad obrera y popular. Le “hacen el aguante” y le dan fuerza a los trabajadores para que salgan a luchar. Hay que apoyar todas estas iniciativas buscando la coordinación efectiva de las fábricas ocupadas, los trabajadores en lucha, los piqueteros y los asambleístas.

Una moción especial
En varias oportunidades, las asambleas barriales sorprendieron con su vitalidad para la movilización como ante la masacre de Avellaneda. Una y otra vez, volvieron a las calles, con el grito que nació en diciembre “que se vayan todos”.
Como planteamos en otras páginas de este ejemplar de LVO, la odiada casta política del viejo régimen prepara la trampa de las elecciones truchas a presidente y vice. Sería valioso debatir este tema y unificar acciones para derrotar esta farsa junto a los movimientos piqueteros, las fábricas ocupadas, las organizaciones obreras combativas y todos los sectores populares y democráticos que se opongan. Que se rechace la trampa, no hay que aceptar las condiciones fraudulentas “para que se queden todos” de estas elecciones a la medida de Duhalde, Menem, la UCR, el Frepaso, y de todos los políticos del viejo régimen. Hay que luchar por una Asamblea Constituyente Revolucionaria.

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