El sabado 4 de octubre, a la tarde, en la canchita de fútbol de tu barrio, jugando un picadito con tus amigos y sobrinos, tu corazón dejó de latir para siempre. Para aquellos compañeros que no tuvieron el agrado de conocerte, me permito contarles la gran persona que fuiste y el militante obrero que abrazó la causa de la revolución socialista.

Estando en las filas del MAS fuiste delegado del frigorífico “Manucar” atravesando duras luchas obreras. En el año 1993 ingresaste al PTS, nuestro partido, hoy los compañeros me piden que escriba sobre vos…¡Que difícil compañero y amigo!

Sólo puedo decirles a mis camaradas del PTS: que eras una gran persona, con enorme amor y ternura por los más débiles, un obrero rebelde, consciente, un revolucionario fiel a sus convicciones, humilde al extremo, un compañero leal y de coraje como pocos.

¡Como te vamos a extrañar!

Compañero Magoo: ¡Hasta el socialismo siempre!