En La Verdad Obrera N° 201 reflejamos las primeras dos semanas del duro conflicto minero en La Escondida, donde 2.052 obreros, que producen el 8% del cobre mundial, mantienen el 60% de la mina paralizada por aumento salarial y un bono compensatorio. Los mineros mostraron su fuerza y organización frente a una patronal intransigente, que sabe que el resultado de esta lucha tendrá efectos sobre las demás negociaciones en el sector.
Los mineros contratistas de la estatal Codelco, que reclaman mejoras en sus condiciones laborales, están en negociación y el 1/9 definirán si toman medidas de fuerza. La empresa ha contratado reemplazantes para los trabajadores en lucha con el fin de mantener una parte de la producción debilitando la huelga.
La tercera semana de lucha comenzó marcada por dos hechos. El lunes 14, el 98% de los trabajadores rechazó la última y mezquina propuesta de la patronal, ratificando la huelga, mientras la empresa se retiró de la mesa de negociaciones. Por otro lado, cumplidos los 15 días de huelga, la legislación laboral habilita a la empresa a negociar individualmente con cada trabajador, por fuera del sindicato (conocido como descuelgue). Pese a las amenazas, esta medida no tuvo éxito, logrando “descolgar” sólo a una veintena de trabajadores.
La empresa decidió judicializar el conflicto presentando un recurso de protección contra el sindicato. Los trabajadores recurrieron a los tribunales, denunciando las prácticas antisindicales de la patronal.
En este momento el conflicto está virtualmente congelado y las movilizaciones suspendidas en favor de retomar las negociaciones. Sin embargo, el sindicato cuenta con la disposición y unidad de parte de los trabajadores y sus familias para retomar la ofensiva y liberar las energías de los mineros, que demostraron querer pelearla hasta el final.
Es necesario seguir bregando por la unidad en la lucha de todos los trabajadores, permanentes y contratados, en el camino de la unidad sindical. Tenemos que rodear de solidaridad a los mineros en huelga para que triunfe su lucha.

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