logo PTS

Informaciones Obreras

Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC):

Censo a toda costa

28 de noviembre 2001

Si algo caracterizó al Censo 2001 fue la incertidumbre. Meses antes a su realización escuchábamos que tal vez no se hacía, o que podía suspenderse por problemas presupuestarios, tal como había sucedido el año pasado. La crisis económica tuvo su expresión en sectores de la población que manifestaron su odio al gobierno negándose a ser censados. Acontecimientos de todo tipo se dieron lugar, dando como resultado un censo con irregularidades mayúsculas. Los teléfonos del INDEC están abarrotados de reclamos, registrando el faltante de zonas enteras sin censar. "Gran éxito" fue la declaración del gobierno. Si al gobierno poco le importa los sufrimientos que padecen las grandes mayorías, por qué habría de importarle censarlas.

La bronca docente

Históricamente, los docentes siempre llevaron los censos adelante. Pero esta vez, cansados de mentiras y de que pretendan arrebatarles la parte del salario que comprende el incentivo docente, decidieron no colaborar con el censo. Era la gota que rebalsaba el vaso.
Así el gobierno tomó la realización del censo como un desafío. Poco importaba el resultado, lo relevante era vencer la pulseada contra docentes, y empezar a sentar ejemplo de lo que significa el "déficit cero", pisoteando las demandas de los trabajadores. "Se censa o se censa", fue la resolución del gobierno. Por eso empezaron las convocatorias a las "fuerzas del orden", y los aprietes a gran parte de los empleados públicos, y ni hablar de los aprietes a los trabajadores del INDEC. Había que demostrar que no les molestaba la protesta docente.

Como siempre: los dirigentes sindicales burocráticos

Los trabajadores del Estado y los docentes podrían haberse coordinado para dar una muestra contundente de esta protesta. Aún a pesar de UPCN, que declaró abiertamente "la necesidad de colaborar con el censo", los gremios afiliados a la CTA podrían haber tenido la fuerza suficiente como para organizar a estatales y docentes en un pliego de reclamos común: que se mantenga el incentivo docente, el cobro de los salarios adeudados, el rechazo al pago en bonos, la derogación del recorte del 13% y la defensa del aguinaldo. Estaba al alcance de la mano organizar una protesta común, parando este censo y exigiendo la restitución de las conquistas y derechos arrebatados.
Por el contrario, los dirigentes sindicales burocráticos actuaron con su tradicional arrogancia y desprecio por los trabajadores. "Que lo hagan otros" decía Maffei, mientras se dividían en la base los docentes, y los trabajadores del Estado sufrían los aprietes. Micheli, secretario de ATE-Capital se pronunció solidario con la decisión de los docentes, aunque no atinó siquiera a convocar una asamblea para evitar que el gobierno reclutara estatales de prepo para sustituir a los docentes. Las internas de ATE enmudecieron.
En el INDEC, los trabajadores estatales del PTS levantamos junto a otros compañeros la necesidad de solidarizarnos con los docentes y de no colaborar con el censo. La Junta Interna llamó a no colaborar por mail, dejando a los trabajadores aislados y librados a las presiones de los funcionarios. Ni llamó a una asamblea hasta el día anterior al censo (la asamblea realizada anteriormente fue convocada por el activismo), ni tuvo la menor intención de ayudar a los compañeros a definir en conjunto cómo enfrentar los aprietes. El resultado no podía ser otro. Miles de docentes salieron a censar y muchos que hubiesen sido solidarios terminaron cediendo a las presiones. Lamentablemente, los compañeros del INDEC no logramos enfrentar unidos esta ofensiva.
La burocracia sindical debe estar contenta, logró prensa y obtuvo como logro adicional dejar un tendal entre los trabajadores que pretenden hacer efectiva la solidaridad con las medidas de lucha del resto de los trabajadores.
En esta oportunidad el activismo no logró levantar una política unificada. Los trabajadores del PTS planteamos la necesidad de solidarizarnos con los docentes, pero lamentablemente no pudimos conseguirlo. Era necesario imponer una asamblea mayoritaria para resolver una postura común de todos los trabajadores, exigiéndole a los dirigentes sindicales un auténtico boicot contra el censo a partir de la lucha unificada entre docentes y estatales. Sufrimos como una derrota propia la división instalada en las filas de los trabajadores y los aprietes que hubo y sigue habiendo en el INDEC.
Repudiamos la actitud de los funcionarios y autoridades del INDEC que pretenden presionar a los compañeros que buscaron una respuesta solidaria con los docentes. Llamamos a nuestros compañeros a asimilar en conjunto las lecciones de estos hechos para conquistar una dirección de los trabajadores a la altura de responder los ataques que estamos sufriendo. Hay que terminar de una vez por todas con esta dirección sindical de burócratas que se mantiene sobre la división y el retroceso de los trabajadores.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: