por Ivana del Bianco, abogada del CeProDH

No iba a ser una jornada más. De repente, la calle vacía se llenó de camisas de grafa, de ruido a bombos y cantos. Frente a la Cámara Criminal Primera de Neuquén, un enorme operativo policial, policías de todos los colores, azules, negros, grises, con traje.

Los ceramistas y Pepe, Inés y Lolin, con sus pañuelos blancos, ya están adentro, son las primeras en llegar y entrar. También está Oscar Ragni desde temprano, que traen al hoy la lucha de los 30.000, y también está Gladis Rodríguez, firme, como todos estos días de juicio. Las compañeras de la APDH , de ATEN de todos lados, de la Junta Interna del Banco Nación, de la Comisión Interna de la papelera Molarsa , de La Junta Interna del Hospital Centenario, de todos los partidos de Izquierda, agrupaciones estudiantiles, porque sabe que este juicio no es sólo por Pepe.

Cantan esas canciones que llegan fuerte, y con ruido a bombo y a unidad en la calle, Pepe, entra, a recibir la Sentencia después de seis años de pelea entra como dice él “como un señor”, y se sienta junto a sus abogadas, y la Salá esta colmadísima. Ellos, los represores, y sus abogados, están ausentes. También esta vacía la silla del Fiscal Velasco Coppelo, no nos sorprende.

La Sala es nuestra, y la colmamos

Empieza la lectura de la Sentencia, y se hace larga. Quizás no es tan larga, pero se hace. El primer juez lee su voto: “esta acreditada la materialidad del hecho”… y sigue, en la segunda cuestión, ya se empieza a ver que no van a condenar a todos, hay un voto en disidencia. El juez Richard Trincheri, opina que los cuatro son responsables, pero se vota dos contra uno. Y así sigue, vuelve a haber una disidencia, para Trincheri además hay alevosía, nuevamente dos a uno, hasta el final, que termina siendo dos a uno en los votos pero dos a dos en la condena.

Los fundamentos del voto mayoritario son increíbles, meten esas palabras que les encantan como “enfrentamiento”. Resuenan esas frases hechas, que no convencen a nadie, porque la gran mayoría presente vivió esa represión, y sabe que la policía estaba armada hasta los dientes, con perros y caballos, y todo un barrio resistía, como podía a la balacera, los gases y la represión.

Su verdad, no es nuestra verdad, la nuestra la peleamos en al calle, la difundimos con la lucha y la reivindicamos con la fuerza de los trabajadores.
Llega por fin el final, hay un silencio enorme, ya se ve venir el final, pero igual queremos escuchar, y el juez afirma que por mayoría se resuelve:

“CONDENANDO a Néstor Daniel Gatica, como autor penalmente responsable del delito de LESIONES GRAVES AGRAVADAS POR EL USO DE ARMA DE FUEGO, a la pena de CINCO AÑOS DE PRISIÓN DE CUMPLIMIENTO EFECTIVO, con más la INHABILITACIÓN ABSOLUTA por el tiempo de la condena e INHABILITACIÓN ESPECIAL PARA EJERCER LA FUNCIÓN POLICIAL Y TENER O PORTAR ARMA DE FUEGO POR EL TERMINO DE DIEZ AÑOS, y las costas del proceso; SEGUNDO: CONDENANDO a Elias Ariel Cifuentes, de circunstancias personales detalladas al inicio, como autor penalmente responsable del delito de ABUSO DE ARMA DE FUEGO, a la pena de DOS AÑOS Y OCHO MESES DE PRISIÓN DE CUMPLIMIENTO EN SUSPENSO, con más la INHABILITACIÓN ESPECIAL PARA EJERCER LA FUNCIÓN POLICIAL Y TENER O PORTAR ARMA DE FUEGO POR EL TERMINO DE CINCO AÑOS Y CUATRO MESES, y las costas del proceso”

Y como sucede en estas causas, en las que se investiga a las fuerzas represivas, las pruebas nunca alcanzan, a pesar de estar todo filmado, fotografiado, periciado, aunque esté la imagen frente a sus narices. Aparece esta “garantía” que jamás aplican cuando juzgan al pueblo pobre y a los trabajadores, “el in dubio pro reo” que más bien debería ser “el indubio pro policía” y en base a ello, absuelven “por el beneficio de la duda” a Alfredo Cortinez y César Fornara…

Pepe mira, hacia el público, donde está Laura, está su papá, donde están sus compañeros que no lo han dejado solo ni un día, y sonríe. Pepe está contento, porque va preso el que le reventó su ojo izquierdo. Porque aunque sabe que no es todo lo que quería, que no es todo por lo cual luchó, tuvieron que mandar preso a Gatica, el que le disparó en el ojo.

Todavía falta, por supuesto, porque dos se van impunes, porque uno se va caminando, porque los dos impunes van a seguir en funciones.

Pero festejamos igual, festejamos estar todos en la calle, festejamos lo que le arrancamos con la movilización, y festejamos porque lo que no nos mata, nos fortalece, porque seguimos dando pelea, porque la lucha no va a terminar hasta que vayan todos presos. Porque como dice Pepe “quisieron destruirme, pero por este apoyo de Ustedes yo estoy firme.”

Se hace un acto afuera, y Pepe, habla y agradece a sus compañeros, y todos gritan y cantan y se abrazan, es parte de las batallas que han dado estos obreros, y estas obreras. Se vienen imágenes, las de la represión, y da bronca, porque les siguen garantizando la impunidad, y se canta más fuerte, y se vienen otras imágenes, y aparece Boquita, con su gorrita, se siente su presencia, y se sigue cantando, y se reivindica, a los caídos por luchar, claro que sí, va uno preso, por Pepe, por todos.