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Informaciones Obreras

CGT, salarios, desocupación y trabajo en negro

30 de julio 2004

Durante su primera visita a Kirchner, la nueva CGT “reclamó” aumento de salarios, control del trabajo en negro y derogación de las leyes que precarizan el empleo. Pero estos dirigentes que sin trabajar viven como empresarios, no pusieron ni fecha ni monto a los reclamos que la inmensa mayoría de trabajadores demanda con extrema urgencia, y mucho menos mencionaron un plan de lucha. Como declaró Susana Rueda, no parece que esta vez vayan a hacerle al presidente trece paros generales “ni mucho menos... todavía”! De esta manera, la amigable, razonable y dialoguista CGT, acabó por regalarle al “amigo y compañero” presidente la tregua que necesitaba ya que, como declaró Lavagna, aplicar hoy un aumento de salarios sería “un síntoma mal visto” para el FMI.

El salario

Atornillados en sus sillones, estos burócratas ricachones miran desde arriba el país que tiene hoy la peor distribución de la riqueza de los últimos 30 años, donde el 10% más rico se queda con el 38,6% de la “torta nacional”(Clarín, 04/07/04). No les preocupa que la canasta básica alimentaria haya aumentado desde la devaluación un 75 % (Clarín, 08/07/04), mientras el salario promedio de los trabajadores registrados se mantiene por debajo de la línea de la pobreza (721 pesos) y el de los que están en negro no llegue siquiera a la línea de indigencia (348 pesos).

La desocupación

Por otra parte, mientras los cálculos más optimistas indican que la desocupación no bajaría del 15 al 17% en los próximos 3 a 10 años, Susana Rueda le atribuye a Kirchner “la recuperación de los sueños” por la sola promesa de combatir el desempleo con el Plan Federal de Construcción de Viviendas que daría trabajo sólo al 6% del total de 5,5 millones de desocupados y subocupados del país y que se suma a la otra “salida” que impulsa contra el desempleo: cooperativas de trabajo y de micro emprendimientos; un mecanismo perverso para convertir a los trabajadores en mano de obra barata y obligarlos a competir en el mercado en condiciones desiguales frente a las grandes empresas capitalistas.

Pero hay más, Kirchner prepara el decreto para crear el Consejo Consultivo Nacional del Desarrollo Social integrado por la CGT, los empresarios y la Iglesia, con la tarea de “complementar” los consejos consultivos que controlan y otorgan los planes de sociales. Con esta política, el gobierno “progresita” de K se recuesta sobre la vieja burocracia sindical para darle mayor espacio en la discusión de los planes de empleo, restarle base a los movimientos piqueteros y fortalecer el poder corporativo de los jerarcas sindicales. Al decir del flexibilizador Gerardo Martínez... todo “un reconocimiento político del Presidente”.

Romper la tregua

El trabajo en negro, que hoy abarca al 49% de la fuerza laboral, junto al enorme desempleo y subempleo son los principales factores en los que se apoya la patronal para mantener deprimido el salario e imponer condiciones de explotación los trabajadores que están registrados. La tregua impuesta por la CGT es la mejor garantía obtenida por los capitalistas y el gobierno para prolongar esta situación, y el sustento que les ha permitido a los 200 empresarios más poderosos del país declarar alegremente que están ganando plata y que en los próximos años lo seguirán haciendo (Clarín 07/07/04).
Una vez más, Moyano y su pandilla dan la espalda a los trabajadores y aíslan a aquellos que quieren luchar como los obreros de la Ford en General Pacheco, que resolvieron en asamblea el quite de colaboración en reclamo de aumento salarial y elecciones de comisión interna de delegados; los trabajadores de Edesur y Edenor que realizaron un paro total de actividades en reclamo de mejoras salariales, reducción del horario de guardia e incorporación de mil empleados contratados. También a los empleados de maestranza del Hospital Posadas y los del Hospital Garraham de Capital Federal -que para mantener la unidad, obligaron a bajar a la asamblea a las burocracias de UPCN y Sutecba, y a los trabajadores de Sulfacid que fueron traicionados por la tregua de la burocracia de la CTA y que tienen a 6 compañeros y 2 miembros de la comisión interna suspendidos y con causas penales.
Hay que rodear de solidaridad estos conflictos y unir por abajo lo que los jerarcas sindicales pretenden dividir por arriba. Hay que impulsar asambleas de todos los trabajadores (efectivos, contratados y en negro) para imponer un plan de lucha ya por aumento de salarios.
Si el trabajo en negro y la desocupación, son las principales herramientas que utiliza la patronal para mantener los sueldos bajos y las condiciones de explotación de los que están en blanco, hay que exigir el pase a planta permanente de todos los contratados y precarizados. El combate contra el desempleo y la unidad de los trabajadores no vendrá de la mano de esta burocracia. Por el contrario, hace falta que la clase trabajadora se organice de manera independiente y tome como suyas las demandas de los desocupados, pelee por reparto de las horas de trabajo con un salario mínimo igual a la canasta familiar y luche por un verdadero plan de obras públicas que dé trabajo genuino para todos. Por último, para luchar por este programa es imprescindible comenzar por unir a la vanguardia luchadora y antiburocrática.

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