Celia Martínez: Recuerdo ese primer día que nos quedamos a esperar que el patrón nos pague. Afuera se escuchaban los cacerolazos. Todo fue cambiando con la llegada de los militantes y asambleístas. Ahí nos empezamos a unir a los movimientos de desocupados, las asambleas, a los trabajadores de Zanon. Eso nos influyó mucho. De ahí surgió la decisión de ponernos a producir bajo control obrero, poner la fábrica en marcha.
Yuri Fernández: Claro, al principio era una lucha muy restringida. Pero los objetivos de la lucha fueron cambiando. Nosotros íbamos de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, acostumbrados a trabajar por lo que nos ofrecieran con tal de no perder el trabajo. Pero en medio de esa crisis tomamos la fábrica, cuestionando así la propiedad privada. Eso nos fue valiendo el reconocimiento nacional e internacional.

‘Fábrica tomada bajo control obrero’
Al poco tiempo de extenderse las ocupaciones, comenzaban los debates sobre las estrategias que debía tomar el movimiento. Las obreras de Brukman, junto a los obreros de Zanon, estaban convencidas del poder que tenían en sus manos, y querían contagiar su ejemplo de ‘fábrica que cierra, ocuparla y ponerla a producir’.
Celia: Contra lo que muchos creían, mostramos que las fábricas podían funcionar sin patrones, pero no sin obreros. Yo siempre digo que tiramos muchas vallas: no queríamos más patrones, ni delegados de la burocracia. Y de eso estoy orgullosa, nuestra ‘intransigencia’ fue la que nos permitió ser un ejemplo de lucha que recorrió el mundo. Y nos agarramos de un programa trotskista, que traían muchos militantes que venían a las fábricas. Un programa que les enseña a los trabajadores a luchar y a pelear por un cambio más de fondo. Detrás de las máquinas, los trabajadores no notamos que somos los que manejamos la economía del país. Y la política del PJ no te va a educar en eso… Por eso yo entré al PTS. 
Yuri: Junto a Zanon dimos ejemplos de lucha muy importantes, bajo un programa de clase, tratando de llevar la coordinación y la solidaridad a otros sectores. Y por eso tuvimos que enfrentarnos en ese momento a la justicia, a la patronal y al Estado.
Nosotros siempre dijimos que la cooperativa no era la salida para los trabajadores. Por eso a nuestra propuesta de estatización bajo control obrero la planteábamos como una salida de fondo para el conjunto de las fábricas ocupadas y otros sectores de trabajadores.

La ‘normalidad’
Poniendo a producir la fábrica, defendiendo la democracia obrera, organizando encuentros de fábricas ocupadas y un periódico clasista, enfrentando desalojos, resistiendo 8 meses en la carpa y participando de otras luchas, las trabajadoras de Brukman escribieron – junto a los obreros de Zanon y otros compañeros - una página en la historia del movimiento obrero, despertando la conciencia de miles de trabajadores, mostrándoles en pequeño lo que son capaces de hacer. A eso nadie se los puede quitar.
Celia: Hay sectores de las fábricas recuperadas que han cambiado, que volvieron ‘a la normalidad’, como dicen algunos. Y hay compañeras que tenemos que dar una pelea constante: defender las asambleas contra cualquier intento de meter prácticas burocráticas, o contra los empresarios que quieren explotarnos con el trabajo a facón (NdR: a destajo y tercerizado). Nosotras no queremos volver a obedecer a un patrón o un gerenciamiento; ante eso nos vamos a rebelar.
Yuri: Nosotros siempre dijimos que las cooperativas no eran la salida, eso lo estamos palpando en una realidad propia. Por ahí a algunas les va bien, pero no es la salida de conjunto que necesita la clase obrera. Las asambleas deben ser democráticas, soberanas y participativas, las comisiones deben ser rotativas y todos los trabajadores debemos tener acceso a la información. Y hay que mantener la unidad de todos los compañeros, para defender la conquista que es tener la fábrica en nuestro poder, defender la gestión obrera y su independencia.

Seguir luchando y preparándose
Mientras la justicia demora las expropiaciones, los gobiernos locales impulsan leyes que terminan cargando sobre los obreros el peso de las indemnizaciones. Reprimen a los trabajadores de Punta Arenas y Renacer reclama por su difícil situación. Zanon y el Bauen son atacados y no reciben la expropiación que vienen reclamando.
El mayor anuncio que hizo Kirchner – festejado por el abogado Luis Caro – fue un fondo de 6 millones de pesos para las fábricas recuperadas, en diciembre de 2003. Una miseria, comparado con los subsidios que dará este año a las grandes empresas, de 37 mil millones de pesos.
Yuri: Esto pasa en todas las cooperativas. Uno termina compitiendo con capitalistas y fabricantes más grandes, que tienen mucho apoyo del Estado y los bancos. Eso lleva al empantanamiento a muchas cooperativas, donde a veces los trabajadores no tenemos obra social, jubilación y otros beneficios. Pero la salida sólo puede ser en conjunto, peleando con los compañeros de las demás fábricas y otros sectores. Por eso nosotros tratamos, mientras trabajamos y llevamos propuestas para salir adelante, de apoyar a los trabajadores del Francés, de Jabón Federal, del Ramos Mejía.
Celia: Y es clave mantener la independencia de las fábricas y empresas recuperadas. Toda movida para pelear por nuestros reclamos debe mantener la independencia de clase. Sólo tenemos que confiar en nuestras fuerzas, porque todo lo que conseguimos fue gracias a la lucha. Pero al mismo tiempo exigirle al Estado que cumpla con los reclamos de los trabajadores. Con la expropiación definitiva, y sin pago, de todas las fábricas recuperadas; que otorgue subsidios para máquinas e insumos; que garantice un salario igual a la canasta familiar o compre la producción.
Yuri: Pasaron 5 años, pero nosotros creemos que la crisis capitalista va a volver a estar. Y los trabajadores tenemos que reorganizarnos y estar preparados para salir a la lucha. Porque para nosotros sigue en pie la lucha por una salida de fondo, por un cambio socialista, para que no haya más explotados ni explotadores.