Hace una semana vienen habiendo algunos comentarios sobre la posibilidad de un aumento en la alimentación: que el 19%, que el 33%... En el medio de esto unas sorpresivas elecciones, con lista única, donde sólo votaron una minoría de trabajadores.
Hoy los nuevos delegados nos informan de la decisión del sindicato de realizar paros de dos horas en cada turno para pedir el 20% de aumento. A los contratados esto nos pone entre la espada y la pared: no podemos parar por el temor a ser despedidos, pero necesitamos el aumento. Algunos creemos que es poco lo que se pide: ¿parar y pedir sólo un 19 o 20 %? Es un aumento miserable, la patronal factura millones entre todas las fábricas que tienen. Nos gustaría parar, pero el sindicato no nos defiende si hay despidos.
En ésta y en otras fábricas a los contratados siempre nos remarcan que estamos “prestando un servicio”, que no somos trabajadores de la fábrica sino de la agencia. ¿Hasta cuándo vamos a seguir siendo trabajadores golondrinas, sin derechos y tener que soportar hacer de carneros, cosa que no queremos?
En Bonafide la relación entre efectivos y contratados es bastante solidaria, la mayoría entiende nuestra situación. Tanto a efectivos como a contratados solamente nos pagan el básico, sin premios. Las exigencias de productividad son terribles, y muchas veces no podemos ir al baño mas que una sola vez... o a veces no ir. No tenemos comedor dentro del horario de trabajo, y desde hace dos meses tenemos un descanso de sólo 15 minutos, que incluye un pequeño cafecito... eso sí marca Bonafide.