Una minoría de las minorías decide quien gobierna la Universidad.

En cada facultad el gobierno lo ejerce un Consejo Directivo formado por representantes de los profesores concursados (8), graduados (4) y estudiantes (4), más el decano. La suma de todos los consejeros directivos de la UBA, más los decanos, elegirán en la Asamblea Universitaria al rector. Esta minoría de 221 personas, hegemonizada por un puñado de profesores concursados, decide por 300.000 estudiantes, 40.000 docentes y 10.000 no docentes. No sólo eso: permitirá que a 4 años de la caída de De la Rúa y Shuberoff, vuelva el radicalismo a la conducción de la UBA. 

Conservando una Universidad para pocos y al servicio de los grandes empresarios

La UBA durante Jaim Etcheverry lejos estuvo de lograr su “prestigio social” como este funcionario declara. La avanzada de los postgrados pagos, los convenios para que las grandes empresas se hagan de profesionales y de conocimientos baratos, los salarios de pobreza y el trabajo gratis de más de 11 mil docentes, junto al desfalco de 180 millones del presupuesto, son el legado de una gestión que mantuvo el carácter elitista, mercantilizado de la principal universidad del país.
Las fracciones de las camarillas que sostuvieron a Jaim, hoy se dividen entre quienes apuestan a la “renovación generacional” con el radical Fernando Vilella (Agronomía) a la cabeza, y entre los buscan el retorno del Shubberofismo, con Atilio Alterini (Derecho) como principal candidato.

Todos ellos quieren continuar con este “modelo” reaccionario de universidad. Así proponen1 una reforma cosmética de la Ley de Educación Superior para conservar su corazón privatizador. Aceptan el chantaje de la Ley de Financiamiento Educativo del gobierno que mantiene un presupuesto miserable y profundiza la injerencia de las grandes empresas en la universidad.

Para esto y en un supuesto intento de romper el silencio de la universidad en los 90´, incorporan un discurso “nacional y popular” y lanzan proyectos como el Plan Fénix2 y el Proyecto Mariano Moreno3. El discurso de una “universidad involucrada en los grandes problemas nacionales” y estos proyectos no son más que atractivas frases e ideas, mientras mantienen el más cerrado silencio frente a la represión a los petroleros de Las Heras, y favorecen a los capitalistas “nacionales” de Kirchner, a Techint y Repsol, en la privatización de la universidad; como también para acelerar la recomposición de los negocios capitalistas.

Desde En Clave ROJA llamamos a los centros de estudiantes combativos, a la FUBA, al activismo estudiantil, a la AGD, a las Comisiones de Ad Honorem y a los no docentes combativos a movilizarnos y preparar un BOICOT a esta asamblea completamente antidemocrática y reaccionaria.

Para pelear por un Congreso Constituyente con mayoría estudiantil, claustro único docente, con voz y voto para los no docentes, abierto a las organizaciones obreras y populares, y con elección directa del rector de la UBA. Este congreso debería discutir un plan de lucha para conquistar un salario digno para todos los docentes y los Ad Honorem, un verdadero aumento del presupuesto y la anulación de la Ley de Financiamiento Educativo; imponer la elección directa de las autoridades y pelear por la anulación de la LES. Para terminar con esta universidad para pocos y de las grandes empresas y construir una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo.

En Clave ROJA-PTS UBA
 




1 Este proyecto de reforma esta en sintonía con lo afirmado por Kirchner, el ministro Filmus y Daniel Malcolm, Secretario de Políticas Universitarias
2 Este es proyecto es lanzado desde la Facultad de Cs. Económicas. Con el ministro de la dictadura Aldo Ferrer a su cabeza se legitiman las superganancias para los grandes empresarios a costa de salarios de pobreza.
3 Este proyecto lo avala la Facultad de Derecho. Tiene a su cabeza a A. Alterini quien propone “reformular el contrato social” para reforzar esta democracia para ricos