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Nacionales

Un verso para incrementar la explotación

Aumentos por productividad

6 de abril 2005

La lógica de un ministro

Para el ministro Lavagna, la inflación es provocada por la falta de inversiones. Según su razonamiento, con más inversiones se ampliaría la capacidad productiva y mejoraría la productividad, lo que acarrearía una abundancia de bienes fabricados en una menor cantidad de tiempo, provocando una baja en el precio de las mercancías.
Dado que este fenómeno no se produce, no se pueden incrementar los salarios por el aumento de la inflación, ya que en este caso se intentaría repartir algo que no existe, lo que obligaría a los empresarios a trasladar estos aumentos a los precios, una carrera en la cual los trabajadores siempre pierden. Por este motivo, la única posibilidad de mejorar el salario es mediante el incremento de la productividad. Es necesario acotar, para quienes ven un antagonismo entre el mandamás de economía y el presidente, que Kirchner en el discurso de apertura de sesiones del Congreso sostuvo los mismo argumentos.
A continuación se intentará demostrar que estos falaces argumentos están al servicio de las grandes patronales extranjeras y nacionales.

Un "mercado” controlado

Los países semicoloniales como el nuestro son dominados, desde el punto de vista económico, por las empresas imperialistas y sus socios locales. Durante los ’90, este proceso se agudizó, dando lugar a un salto en la extranjerización de la economía y la concentración y centralización del capital, creando un “mercado” manejado por los oligopolios.
Este proceso provocó, gracias a las privatizaciones, que los recursos estratégicos como la energía, los puertos, el transporte, la siderurgia, las telecomunicaciones, los caminos, la construcción, entre otros, estén en manos de empresas extranjeras y algunos capitalistas locales.
Esta posición dominante en el país les permite fijar los precios con el fin de asegurarse una rentabilidad superior a la que obtienen en los países imperialistas. ¿Cómo lo hacen? Cuando aumenta la demanda incrementan los precios, y cuando esta disminuye no los bajan, sencillamente producen menos, la inexistencia de la competencia les permite implementar estas medidas sin ningún perjuicio. A su vez, los distintos oligopolios realizan acuerdos entre sí con el fin de asegurarse sus ganancias extraordinarias1.

La particularidad que tienen estos sectores de la industria y los servicios es que son “formadoras de precios”, lo que significa que sus aumentos se trasladan al resto de la cadena productiva y lo terminamos pagando los trabajadores. Por ejemplo, en los próximos tres meses la luz subiría un 20% y el gas 30%2, para que no haya descontento social, el gobierno permite estos aumentos sólo para comercios e industrias y no para las casas de familias, esto es sólo una medida demagógica ¿Qué piensa que harán con este incremento en los costos industriales y comerciales? Sí, los transferirán a los precios.
Pero también la extranjerización y la concentración y centralización del capital se manifestó en el resto de la industria, en particular en la producción de alimentos, y hasta en el campo, otrora refugio de la oligarquía autóctona, que en gran parte es propiedad de extranjeros.
Desde su posición oligopólica fijan los aumentos a su antojo, como es el caso de los alimentos, según el diario Clarín “los denominados cortes populares de carne vacuna se encarecieron en promedio 136%. El pollo, 130%. Los lácteos, 90%. Los aceites, 160%. Y el precio de la yerba, 33,5% sólo en 2004”3. ¿En cuánto aumentó su salario en este mismo período?.
Veamos ahora el tema de la inversión y la productividad. Las empresas imperialistas y sus asociados han hecho ganancias fabulosas durante el menemismo primero y con la devaluación después. Aumentaron sus exportaciones y tienen el mercado protegido. ¿Dónde están estas ganancias? Son los más de U$S 100.000 que los burgueses locales tienen en el exterior. Lo que significa que los pueden traer cuando quieran sin necesidad de acudir al financiamiento externo. ¿Por qué no los traen?
Estos capitalistas ejercen una extorsión al país, no repatriarán sus capitales a menos que el Estado les garantice sus rentas extraordinarias ¿Cuáles son sus condiciones? Mantener estancados los salarios (o a lo sumo dando aumentos mínimos) consolidando el saqueo de los últimos años, el aumento de tarifas para las privatizadas, un dólar a tres pesos y ningún ataque contra los empresarios como el de Kirchner contra la Shell y, por qué no, algunas reducciones impositivas y algunos subsidios aquí y allá.
El gobierno, más allá de los discursos para el público electoral, les va concediendo este programa. Es que desde su ubicación, son los oligopolios los que dominan la economía y por esa vía le imponen sus condiciones al gobierno.

Productividad

El verso de los aumentos por productividad siempre favorece a los capitalistas. En su libro “Industria y Nación”, Martín Schorr demuestra que entre los años 1993 y 2001 la productividad aumentó un 41,6% y los salarios cayeron el 8%4, mientras que desde la devaluación a esta parte la productividad se incrementó entre un 15% y 20% según estudios de FIDE o del Banco Central, y los salarios perdieron más del 35% contra la inflación. La hipocresía del gobierno no tiene límites, ya que según su propio discurso se deberían actualizar los salarios subiéndolos sobre la base de este aumento de la productividad.
Pero la trampa es mayor, veamos esto con un ejemplo: en 8 hs. de labor el trabajador produce una cantidad determinada de bienes, su salario se paga, supongamos, con las primeras dos horas. Y las 6 hs. restantes de trabajo se la apropia el patrón. Un aumento en la productividad significa que el salario se paga en una menor proporción de tiempo de trabajo. Es decir que los aumentos por productividad equivalen a una mayor explotación.
Es por esto que los trabajadores debemos rechazar los incrementos por productividad y luchar por un salario mínimo de $ 1.600, y aumento automático con la inflación.
Ante el incremento de los precios, los trabajadores que son los que producen, transportan, comunican, venden y organizan la producción están en condiciones de realizar un efectivo control de la producción, de los costos y de las ganancias de los empresarios. Junto a los consumidores pueden realizar un efectivo control desde que los productos salen de las fábricas hasta que llegan a las góndolas del supermercado. De esta manera se demostrará que no es el aumento de los salarios lo que provoca la inflación, sino el afán de ganancias extraordinarias de los capitalistas. Los defensores “progresistas” de la economía capitalista argumentarán que en este caso los capitales se irían del país o no habría nuevas inversiones, en ese caso hay que expropiar a estas patronales que sólo les interesa sus grandes ganancias, y poner la producción al servicio de los productores: los trabajadores y el pueblo pobre.
 
1 Un ejemplo de esto es la producción siderúrgica, donde existe una división del trabajo, Techint produce tubos y laminados planos y Acindar produce alambre, hierro y acero para la construcción. Desde está posición fijan los precios a su antojo, gracias a esto, el hierro subió un 278% desde la devaluación. Clarín 19/03/2005.
2 Clarín 20/03/2005.
3 Idem 1.
4 Como contrapartida el desempleo pasó del 9,3% al 12,4% en el mismo período (fuente, INDEC).

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