El jueves 7, más de 1.900 trabajadores del Astillero marchamos desde Ensenada a Plaza de Mayo, acompañados por familiares, vecinos de la región, junto a miles de desocupados de la CCC, el Teresa Vive, MTD Aníbal Verón, trabajadores estatales y de otros sectores y agrupaciones estudiantiles.
A un año de la visita de Kirchner y Hugo Chávez al Astillero, donde anunciaron la construcción de 8 buques petroleros para Venezuela, los trabajadores marchamos para reclamar que se cumplan las promesas hechas por el gobierno, junto al reclamo de la construcción de las 6 Patrulleras de Alta Mar para la Armada, fondos para reinversión tecnológica, la derogación de los decretos y leyes que mantienen las amenazas de privatización, la aprobación de las leyes de Fondo de la Marina Mercante y el Fondo de la Industria Naval.
El multitudinario acto de cerca de 10.000 personas en Plaza de Mayo, fue un hecho significativo, ya que se trató de la convocatoria de una sola fábrica en apoyo a sus reclamos. En la Plaza se reflejaba el ánimo de los trabajadores, sobre todo de los “viejos” que resistimos la oleada privatizadora, que planteaban: “es un acto impresionante”, “hace rato que no hacíamos algo así”, “si no tenemos respuestas la seguimos con un Ensenadazo” (en referencia al acto que hicimos en los ‘90 contra las privatizaciones, en Ensenada donde reunimos a miles de trabajadores y los medios titularon “Ensenadazo de los trabajadores de Astillero”). Esto se combinó con la combatividad de los jóvenes, que cantaban: “vamos compañeros...luchemos todos juntos nuevamente, el Astillero es nuestro y no se vende se defiende...se defiende”.
Entre los oradores del acto José Montes, de la Mesa de Conducción del Cuerpo del Delegados por Secciones planteó: “Estamos nuevamente en las calles, como lo hicimos en la década menemista. Tenemos el orgullo de ser la única empresa que ni Menem ni Duhalde pudieron privatizar (...) Hace un año, cuando aparecieron en el Astillero Kirchner y Chávez, anunciando la construcción de 8 petroleros, un negocio de U$S 650 millones, se abrió una enorme expectativa. Sobre todo en los compañeros desocupados, que veían que se abría la posibilidad de la reactivación.
Y a un año la realidad es otra. Los petroleros no se van a hacer en el Astillero, se van a hacer en Brasil. Las patrulleras PAM, que hace un año también prometieron, tampoco los vamos a hacer (...)
Y esto no es, como dicen los funcionarios, porque los trabajadores del Astillero seamos conflictivos, es porque la política de los gobiernos nacional y provincial no está destinada a reactivar la industria nacional en serio.
Hoy los mismos empresarios que en los ’90 aplaudían las leyes de privatización de la industria naval, quieren beneficiarse con la reactivación de la industria naval (...)
Los trabajadores del Astillero tenemos un proyecto serio para la reactivación de la industria naval, y decimos que el Astillero tiene que encabezar esa reactivación, generando miles de puestos de trabajo.
No vamos a permitir que hagan sus negocios esos empresarios. Y tampoco que los hagan los funcionarios de Solá, ese “patroncito de estancia”, que se piensa que los trabajadores del Astillero y los trabajadores del Estado somos sus peones, ya nos dijo que no piensa poner un peso para la inversión tecnológica en el Astillero. Son esos funcionarios, que no saben nada de la industria naval y el único barco que conocen es el casino flotante de Puerto Madero, los que están destruyendo el Astillero.
No se puede seguir con el doble discurso, de que se va a reconstruir la industria nacional, mientras al empresariado nacional se le sigue dando subsidios, y se le niegan subsidios al Astillero. Cuando están dispuestos a crear un nuevo astillero privado poniendo U$S 80 millones, necesitamos pelear para que pongan losU$S 20 millones que pedimos para una reinversión tecnológica (...) La única clase que tiene verdaderos intereses nacionales para favorecer al conjunto de los trabajadores y el pueblo, es la clase trabajadora. Por eso vamos a pelear para imponer el control de los trabajadores en la administración del Astillero. Somos nosotros los que sabemos dónde hace falta inversión, cómo bajar los costos para hacer más rentable la construcción de los barcos, sin que eso implique el aumento de la explotación en los ritmos de trabajo (...)
Y en esa pelea estamos encaminados. Para decirle al presidente Kirchner y al gobernador Solá, así como Menem y Duhalde no pudieron pasar sobre el Astillero, ¡que no pasarán!.”