En el número anterior destacábamos la importancia de que los trabajadores de la planta de Pompeya hayamos concretado la idea de tener delegados votando lo que se conoció como la Comisión 22 de Enero. Sin embargo, esta comisión no fue reconocida ni por el sindicato ni por la empresa. Decían que fue elegida de manera anárquica, sin fiscales, sin que la gente del sindicato observe los mecanismos de elección, etc.
Sin embargo, los trabajadores después de tanto tiempo de no tener representantes, elegimos el camino más democrático y directo. En cada turno se realizaron distintos métodos de elección y todos fueron de democracia directa, tomando los problemas en sus propias manos, sin depender de las ordenes y de los estatutos del sindicato.
Esta comisión realizó distintas actividades como la realización de asambleas y reuniones abiertas a todos los compañeros tanto dentro como fuera de la planta para que se expresen todos los trabajadores. Luego realizó una encuesta sector por sector donde se registró una y cada una de las demandas mas sentidas por los compañeros ya que se decía que el gremio entraba a negociar en paritarias. El sindicato, fiel a su estilo, desconoció una vez mas los reclamos de la base y fueron solos a las negociaciones.
Volviendo a la comisión 22 de Enero, lo que hizo el sindicato y la empresa fue tratar de desmontarla agarrándose de que era ilegal. Y debieron convocar a otra elección. Eso sí, con un cronograma electoral fraudulento por donde se lo mire. Los trabajadores después de un profundo debate, decidimos presentarnos igual pero denunciando la proscripción de algunos sectores que les fue impedido elegir y ser elegidos, como así también la desproporcionalidad de cantidad de delegados por sector. Fue en estos momentos donde al Tano Rombolá lo sacan de la planta y lo derivan a otra.
En esta elección de marzo, se presentaron algunos candidatos que representaban la idea de la Comisión 22 de enero yobtuvieron el 73% de los votos contra el 27% de los representantes del sindicato y la patronal. La trampa estuvo en que a pesar de esa diferencia gigante de votos, la burocracia por la maniobra de representabilidad logró meter a tres de sus candidatos, entre los 6 electos.
Esta experiencia a su vez permitió que los compañeros de la planta vean como actúa el sindicato y la empresa juntas para perjudicar a los trabajadores.
La nueva comisión tiene a tres de sus miembros peleando por mejoras y defendiendo a los trabajadores de la planta, mientras que los otros tres actúan bajo ordenes y “consejos” de la cúpula sindical.
Haber conseguido la vuelta del Tano a su puesto, es sin dudas un triunfo de todos, un gran paso que se consiguió con la unidad de los trabajadores, con denuncias publicas y con la presión que se ejerció a través de la Justicia que falló dos veces a su favor.
En este camino es que vamos por la reincorporación de Ariel de la Planta Alcorta.

Dos acciones históricas
Los trabajadores de Coca Cola de la planta Alcorta, protagonizamos dos importantes e históricas acciones en este último tiempo.
La primera de ellas fue el mismo día que fue agredido el compañero Omar Rombolá en las inmediaciones de la planta por una patota que al grito de “no vengas mas a la planta” le propina una feroz golpiza. Los compañeros explotaron de bronca y en forma bastante espontánea protestaron y se manifestaron dentro de la planta a través de aplausos y gritos, y la mayoría le exigieron al Sutiaga parar la producción. Fue una mañana y una tarde histórica, y si no se paró la planta fue gracias a que el sindicato asustó a los trabajadores con represalias por parte de la patronal.
A los 15 días y cuando parecía que todo se había normalizado, un grupo de compañeros tuvo la iniciativa de realizar otra acción que volvió a unir a la fábrica.
Se consiguieron alrededor de 300 cintas blancas y alfileres de gancho con el afán de que sea un símbolo de nuestra unidad contra el matonaje.
No se sabía cuantos compañeros se iban a atrever a colocarse la cinta y para asombro de muchos, el 80% de los trabajadores se manifestó poniéndose la cinta y fue un nuevo ejemplo de unidad.
Tanto la empresa como quienes actúan para el sindicato, quedaron en evidencia ante los ojos de la mayoría de los compañeros porque fueron los únicos que no solo no se pronunciaron, sino que tuvieron la mala idea de decirles a los compañeros que se la saquen. Fallaron en el intento porque la unidad se mantuvo fuerte durante toda la jornada de trabajo.