Luego de una discusión de meses, el sábado 5 de Febrero en el Bauen definimos la convocatoria a un Encuentro Nacional de organizaciones obreras. En la reunión estaban presentes representantes del cuerpo de delegados del Subte, dirigentes de la Unión Ferroviaria, el Sindicato Ceramista de Neuquén, SIMECA, Comisión Interna del Rectorado y arquitectura de la UBA, delegados telefónicos, del ARS, aeronáuticos, docentes, representantes de distintos movimientos de desocupados, entre otros.
Consideramos esta convocatoria como un hecho muy importante, que abre una perspectiva alentadora en las filas de la clase obrera.
En el marco de una situación, donde especialmente en los últimos meses han comenzado a tensarse los músculos de la clase obrera ocupada, este paso se transforma en fundamental. Luego de estar años aplastada por los planes económicos, con ataques que habían dejado a la defensiva y en la ultima trinchera de resistencia a nuestra clase, con la complicidad de la burocracia sindical, comienza a despertar una oleada obrera que aun está en sus inicios. En Argentina, poner en pie una Coordinadora Nacional de organizaciones obreras es una necesidad desde hace tiempo.
La reunión del sábado 5 se dio en un marco muy especial, el plan de lucha de los compañeros de subte, componente esencial de esta convocatoria. Por eso nuestro planteo fue, que el primer punto de la reunión fuera la situación del conflicto y cómo intervenir rodeando de solidaridad efectiva la lucha que se profundizaría a partir de ese lunes. Desde ese punto de vista consideramos que el encuentro comenzó a pasar la primera prueba, como está relatado en distintos artículos de este periódico.
El conflicto mismo, y su repercusión nacional en las filas del movimiento obrero, las editoriales de los diarios dando cuenta del impacto profundo que causó, tanto en el gobierno, como en la burocracia sindical, hablan de la potencialidad, y la nueva responsabilidad que se ha generado a partir de ahora. Los largos debates alrededor de qué tipo de unidad, qué tipo de reagrupamiento necesitan los trabajadores hoy, comienza a saldarse en los hechos. Pero esto es sólo el inicio. Lo que impuso la dura realidad es la necesidad de coordinarse entre las organizaciones obreras recuperadas de la burocracia. Las asambleas en las distintas fábricas del sindicato ceramista de Neuquén, del Garrahan en conflicto, las delegaciones de ferroviarios, de aeronáuticos, del Astillero, docentes, telefónicos y de numerosos lugares poniéndose a disposición, acompañando, haciendo fondo de huelga, etc., marcan por donde comienza el camino.
Por eso el Encuentro, hoy tiene una importancia enorme para miles de trabajadores que siguieron con suma atención el conflicto, y puede comenzar a ser un polo de reagrupamiento fundamental para el conjunto de los trabajadores en la pelea contra el gobierno, la patronal y la burocracia sindical. Rodeando de solidaridad las luchas actuales, colaborando activamente con la recuperación de comisiones internas, cuerpos de delegados, etc.
La discusión sobre qué alternativa necesitamos tiene que abrirse y comenzar a debatirse, sin ultimátums, pero tenemos que dar pasos concretos que avancen en lo inmediato en conformar una Mesa de enlace para profundizar la unidad y la coordinación. De esta manera abrir el camino a miles de trabajadores que buscan una alternativa para luchar y organizarse sobre nuevas bases. Independientes del gobierno de la patronal de la burocracia sindical y de sus partidos.