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Comunicados de prensa

CONTRATIEMPOS (En Clave Roja + Independientes) en OKTUBRE

10 propuestas para comenzar a construir una Ciencia Política de "otra clase"

El gobierno K y la gestión tienen sus candidatos. Si crees necesario terminar con el pensamiento único, democratizar nuestra carrera y pelear por una Ciencia Política al servicio de las mayorías trabajadoras, te invitamos a hacerlo juntos.

Prensa PTS

26 de septiembre 2007

Elecciones a Centro de Estudiantes, Consejo Directivo, Director de Carrera y Junta

10 propuestas para comenzar a construir una Ciencia Política de «otra clase»

Desde Contratiempos, como parte del frente Oktubre, consideramos fundamental la participación estudiantil para cambiar realmente nuestra carrera. Contra aquellos que como La Vallese nos proponen licuar la organización gremial de los estudiantes en un apéndice de la gestión de Schuster, desde Contratiempos creemos que los estudiantes tenemos que organizarnos desde los cursos y en asambleas para pelear por:

1 - Cátedras paralelas con pluralidad ideológica en todas las franjas horarias: Es sabido por todos que en Ciencia política existen cátedras únicas como la del decano (Filosofía y Métodos) o la de Naishtat. Pero también existe materias que si bien se dictan en mas de una cátedra, de hecho actúan como cátedra única porque se cursan en distintas franjas horarias y los estudiantes que trabajamos nos vemos imposibilitados de cursar las cátedras que queremos y tenemos que cursar las que podemos. Al mismo tiempo que sucede esto tampoco se respeta el principio básico de pluralidad ideológica. Por lo que en los casos en que en la misma franja horaria hay distintas cátedras, ninguna difiere en sus contenidos porque todas están vinculadas al mismo sector político, por ejemplo, en Fundamentos de Ciencia Política la “pluralidad” abarca el espectro político-ideológico situado entre la centro derecha y la ultra derecha. ¿Quién dice que los fundamentos de la Ciencia Política son los que Julio Pinto dice en su manual? Sólo Julio Pinto y Alternativa Académica. Consideramos que debemos discutir otros fundamentos para Ciencia Política.

2- Pluralidad ideológica en las materias optativas y seminarios, y más oferta de materias: Todo estudiante de Ciencia Política conoce los manejos que existen alrededor de la oferta de materias optativas. Es vox populi que el director de carrera Mayer designa a dedo las materias optativas restringiendo la oferta a aquellas materias que son dictadas por sus amigos y que le permiten engordar su padrón de graduados para las elecciones. Ni siquiera se respeta el criterio básico de pluralidad ideológica, solo los kirchneristas o los radicales pueden dictar materias en Ciencia Política. Las materias críticas que hoy se dan, existen gracias a la lucha de los estudiantes contra la actual dirección de carrera.

Los estudiantes tenemos que cursar materias de otras carreras (Sociología) o facultades (Filosofía) si queremos adquirir un sentido crítico. Es por eso que además de la lucha general por la pluralidad ideológica y el aumento de la oferta de optativas y seminarios, y como forma de ir concretizando nuestro proyecto, apoyamos la presentación y exigimos la aprobación del seminario “Crisis política y lucha social en la Argentina post-2001. Un enfoque marxista”, presentada por la Lic. Paula Varela, docente de nuestra carrera.

3- Prácticas de formación profesional con convenios con las organizaciones sociales y políticas: Proponemos realizar convenios con organizaciones de trabajadores y sindicatos combativos, movimientos de desocupados, etc.con el objetivo de tener un “ida y vuelta”, conociendo de cerca las problemáticas sociales y aportando desde la carrera a los problemas por ellas planteados.

4- Teoría y Práctica. Para avanzar en soldar la teoría y la práctica, es decir, combatir el conocimiento descontextualizado de la carrera y vincular la misma a los grandes problemas contemporáneos, creemos que lo mejor sería incorporar en primer año dos materias (sin que implique alargar la carrera) vinculadas al análisis de los principales problemas sociales y políticos que aquejan a nuestra sociedad tanto en el plano nacional como en el internacional, cuyos nombres tentativos podrían ser “Sociedad y política en la Argentina actual” y “Transformaciones del mundo contemporáneo”, que partan de un enfoque interdisciplinario (sociológico, político, económico) para comprender el mundo actual y la Argentina en particular. De esta forma se podría situar históricamente el conjunto de los contenidos de las teorías y conceptos que se van viendo a lo largo de la carrera, lo cual es esencial para cuestionar los sentidos comunes y la naturalización de lo existente impulsados por las clases dominantes.

5- Verdaderos proyectos de investigación: Partiendo de la inexistencia de proyectos de investigaciones (aunque Alternativa Académica insista con que existen 25 proyectos de investigación en los que se anotaron más de 100 estudiantes, o sea un promedio de 4 estudiantes por proyecto!! en una carrera que según el último Censo Universitario cuenta con 5000 estudiantes) nuestra propuesta es que quienes así lo desean puedan realizar prácticas de investigación desde el primer año de la carrera para fomentar un estudio de la teoría que se realice a partir de problematizar la realidad actual. Asimismo, proponemos que Técnicas de Investigación se estudie en el proceso de una investigación propiamente dicho, ya que actualmente existe, bajo el pretexto de la neutralidad valorativa, una escisión entre metodología y “objeto de conocimiento”.

6- Apertura de la Revista «Lo que vendrá»: Relacionado con la propuesta anterior proponemos que las investigaciones mas destacadas por su aporte teórico y práctico sean publicadas en la Revista “Lo que Vendrá”, publicación de la carrera y de distribución gratuita, en la que hoy solo pueden publicar sus posiciones los amigos del director de Carrera. Para revertir esta arbitrariedad proponemos que se conforme un comité editorial interclaustros que contemplando la pluralidad ideológica sea elegido en asamblea y abierto a todos los estudiantes y docentes de la carrera. Que también considere la publicación de los aportes realizados por estudiantes y docentes de la carrera que deseen hacerlo.

7- Difusión de la producción: En el mismo sentido que la revista proponemos que la Carrera de Ciencia Política tenga un programa de radio (lo cual es accesible para una carrera de la UBA) y realice periódicamente actividades públicas con el fin de difundir sus producciones más destacadas y aportar a los debates contemporáneos, ya que el objeto de la producción no debe ser otro que contribuir a resolver los grandes problemas de los trabajadores y el pueblo, razón por la cual el conocimiento debe salir “hacia afuera”.

8- Convenios con Organizaciones: proponemos realizar convenios con organizaciones de trabajadores, movimientos de desocupados y organizaciones barriales con el objetivo de tener un “ida y vuelta”, conociendo de cerca las problemáticas sociales y aportando desde la carrera a los problemas por ellas planteados.

9- Por la democratización de la junta de carrera: creemos que de forma similar a lo que sucedió en Sociología en el 2002, durante la experiencia de la elección directa “una persona = un voto”, el plan de trabajo de la carrera de Ciencia Política debe ser debatido y resuelto en asambleas interclaustros y comisiones de trabajo abiertas, y que tanto el director de la carrera como la Junta deben ser mandatados por estas instancias para llevar el plan adelante votado democráticamente.

10- Concursos Docentes y mayor presupuesto para que se le pague a nuestros a los docentes por su trabajo: para lograr los grandes objetivos que nos proponemos es necesario contar con un presupuesto mucho mayor para la universidad pública y para la carrera de Ciencia Política en particular. Es fundamental que la carrera se ponga al frente de la organización de esta lucha para poder tener becas para que ingresen a la universidad los hijos de los trabajadores, para acabar con el trabajo docente ad honorem y para llevar los salarios de los trabajadores docentes y no docentes de la universidad al nivel de la canasta familiar. Por otro lado, es imperioso avanzar en la democratización de los concursos docentes que hoy son digitados por Mayer y Cia. imponiendo jurados “amigos” para nombrar como docentes solo a aquellos que le juran lealtad para garantizarse su perpetuidad en la Junta gracias a la ponderación del voto.

Desde Contratiempos pensamos que con estas 10 propuestas que les presentamos se pueden dar los pasos iniciales en la transformación de la Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires. Ahora bien, cualquiera de estas iniciativas es irrealizable sin independencia de la gestión actual de la facultad y la dirección de la carrera. Por eso consideramos muy importante apoyar la candidatura de José Castillo a director de carrera, el único independiente de ambas gestiones y que podría garantizar la realización efectiva de estas propuestas. Por eso desde Contratiempos, contra las falsas alternativas que proponen la candidata del decano Mabel Thwaytes Rey, el candidato de La Vallese o el actual director de carrera Mayer y Alternativa Académica llamamos a apoyar a José Castillo.

La escasez de discusiones teórico-políticas relevantes, que busquen soluciones a los problemas de las grandes mayorías trabajadoras de nuestro país, así como la ausencia de un debate sin tapujos sobre el pasado y la negación de analizar los procesos en desarrollo presente, hacen de nuestra carrera una disciplina anacrónica que muy poco dice de la situación nacional e internacional en la que vivimos. Esta negación de la realidad, sumada a la discusión metodológica abstracta que sacraliza las formas y desconoce los contenidos, no es casual sino que está estrechamente relacionada con la necesidad de las camarillas radicales (y también peronistas) de garantizarse la permanencia al frente de las cátedras y sus privilegios, aún cuando se demuestran impotentes para explicar la realidad.

Mientras miles de niños, jóvenes, mujeres y hombres iraquíes y afganos son muertos y devastados por una guerra imperialista y Kirchner va a la Organización de las Naciones Unidas a dar argumentos al Tío Bush para que la misma barbarie se lleve adelante en Irán, nuestra carrera observa atónita y solo balbucea la miserable y falsa teoría de «Choque de civilizaciones» de Samuel Huntington.

El 18 de Septiembre miles marchamos a Plaza de Mayo para exigir la aparición con vida de Julio López y el desmantelamiento de las fuerzas represivas del Estado (empezando por la Bonaerense). Pero, por fuera de la gobernabilidad y la representación política formal (y los métodos que la «permiten») para la actual Ciencia Política no existe nada, ni siquiera los estudiantes de Ciencia Política. Estudiantes que ingresamos a la carrera motivados por las ganas de cambiar esta sociedad, y que, a lo largo de los sucesivos cuatrimestres somos convidados con estrategias que intentan desmoralizarnos hasta que nos transformemos en burócratas profesionales.

Que en nuestra carrera no se discute política o que no se discute la realidad es algo que todos repiten casi a diario. Que nuestra carrera en particular está encerrada en una torre de marfil y que desconoce lo que pasa más allá del tercer piso de la sede de Ramos (ubicación física de la dirección de la carrera) y que lo mismo sucede con la Facultad de Ciencias Sociales de conjunto ya no es algo que resulte extraño a nadie. Queremos discutir junto a todos los estudiantes y docentes como transformamos esta realidad.

¿Cómo surge Ciencia Política?

La carrera de Ciencia Política de la UBA se funda en 1985 con el objetivo de formar los cuadros profesionales que necesitaba el Estado argentino a la salida de la dictadura militar. Este hecho marcó considerablemente el contenido de nuestra carrera: se creó una falsa dicotomía entre dictadura y democracia, como únicas alternativas posibles, sin nada que oponer al capitalismo naturalizado. Con lo terrorífica que fue la dictadura, la otra (“única”) alternativa, es decir la democracia, se sacralizó pasando a ser incuestionable. Esto llevó a que el “análisis” se parcializara, abriendo perspectiva de reformas cosméticas, centralizándose en responder a la pregunta de cómo ésta puede ser estable, gobernable, sin siquiera mencionar el contenido de clase de la misma.

Como pone en evidencia la crisis financiera de escala mundial que se desarrolla en estos días, el capitalismo, donde la satisfacción de las necesidades sociales se encuentra mediada por la competencia de múltiples capitales, lejos de ser un sistema estable y equilibrado se caracteriza por estar atravesado por intereses de clases antagónicas. Es este antagonismo (y la lucha de clases que genera) lo que explica sus crisis y sus transformaciones, por lo que, cualquier análisis que no tenga en cuenta este elemento, no puede sino ser superficial y, en definitiva, funcional a la clase dominante.

El silencio de nuestra carrera sobre el contenido de clase de la «democracia» capitalista no es inocente, porque el debate y la profundización del análisis del contenido de la democracia evidenciaría los muchos privilegios, no sólo de los empresarios y sectores dominantes, sino también de sus intelectuales orgánicos que se sientan hoy en los sillones de la academia.

La carrera de Ciencia Política forma cuadros legitimadores de una democracia para ricos. Los límites de esta democracia formal se hicieron consigna en 2001 al grito de «que se vayan todos». Pero nuestra carrera desconoce esta realidad y se oculta en su torre de marfil. Mientras miles sitiaron el régimen político a pedradas y refregaron la crisis por TV en saqueos, en nuestras aulas se «enseñan» las virtudes del Rational Choise para el análisis del «juego democrático». Y aunque hasta los índices truchos del INDEK muestran la brutal brecha entre pobres y ricos, en nuestras aulas, frente a los Mayer y los Pinto (y con los Schuster mirando para otro lado) es pecado afirmar la falsedad de la máxima de Alfonsín: con la democracia no se come, no se cura, se no se educa».

El gobierno K y la gestión tienen sus candidatos. Si crees necesario terminar con el pensamiento único, democratizar nuestra carrera y pelear por una Ciencia Política al servicio de las mayorías trabajadoras, te invitamos a hacerlo juntos.

En estas elecciones se presentan cuatro candidados. Lo común es que tres de ellos son candidatos ligados de una u otra forma al gobierno y la gestión de la facultad.

Como sabemos, nuestra carrera está dirigida por un sector del radicalismo. Los mismos que huyeron de la Casa Rosada en helicóptero y se colaron por la ventana que les abrió Schuster con la ponderación del voto (ver más adelante), son quienes hoy nos imponen qué debemos estudiar y qué no. Al mismo tiempo que los radicales pierden elecciones en todo el país, Mayer va por su re-re-elección.

Gracias a la “casual” eliminación de cientos de estudiantes de Ciencia Política del padrón electoral en el 2005 (en los primeros años había surgido en el 2005 un importante sector de estudiantes que comenzó a cuestionar la carrera al calor de las asambleas interfacultades, la toma de la facultad y marchas -una de las cuales fue impedida de llegar a Plaza de Mayo por las vallas de Kirchner- en apoyo al importante paro docente), maniobra perpetrada por Schuster y sus agrupaciones adictas, La Vallese (asociada de la burocracia sindical), la Vertiente y La Mandrágora (la agrupación del inefable Abal Medina, el “delfín” de Pinto y funcionario kirchnerista) en su momento agrupadas en el FEU (La Vertiente hoy va en Juntos por Sociales) tienen la mayoría por el claustro estudiantil en la antidemocrática Junta de carrera y ahora presentan a Barbosa. Durante los últimos dos años hemos escuchado una y otra vez los cuestionamientos de “forma” que hacen éstas agrupaciones, pero jamás hemos escuchado una profunda crítica a los contenidos de nuestra carrera.

La tercer candidatura de la gestión es la de Mabel Thwaytes Rey. A pesar de reconocer los contenidos críticos que se dan en su cátedra, creemos que tal espíritu crítico en el aula no guarda ninguna relación con la conformación de su candidatura desde el despacho del Decano Schuster. La misma ha recibido el apoyo del Dale (que incluye al MUI-Partido Comunista que votó a Filmus, a El Mate que le aporta el Secretario de Cultura a Schuster, al PCR que votó a Menem y al MST), Juntos por Sociales (ex ARI y peronistas de todos los tonos), Contrahegemonia (hasta hace poco parte de la gestión de la carrera de Sociología) y Prisma (ligada a la burocracia de UTPBA). Como decía el general “peronistas somos todos”. Pero también se han sumado a la movida algunos compañeros autonomistas que lentamente están transformando el “cambiar el mundo sin tomar el poder” por el “tomar el poder sin cambiar el mundo”.

Desde Contratiempos, sumándonos a la propuesta del frente Oktubre, llamamos a votar en el sentido de una clara política de independencia de la gestión y el gobierno K. Es por eso, que llamamos a votar como Director de la Carrera de Ciencia Política a José Castillo, que junto a Christian Castillo (Sociología) y Carlos Mangone (Comunicación) conforma parte de las listas de Oktubre para transformar las carreras. Todos son docentes reconocidos de la facultad y luchadores de la AGD (Asociación Gremial Docente).

Por una reforma del plan de estudio donde la realidad y el contenido crítico tengan lugar

La ausencia de realidad es la regla en Ciencia Política. Dentro de lo que no debemos estudiar se encuentran las jornadas de diciembre de 2001, la crisis financiera internacional o el proyecto educativo del gobierno nacional que implica la no democratización de la UBA. Proyecto que no dudan en llevar adelante inclusive a través de la represión a los estudiantes en el Congreso Nacional cuando asumió Hallú (candidato apoyado por el decano Schuster).

Desde Contratiempos consideramos prioritaria una reforma integral de la carrera de Ciencia Política, pero no solo de cuestiones de forma como lo plantea la ridícula consulta que impulsa la agrupación del decano (La Vallese) y que fue aprobada por todas las agrupaciones que tienen consejeros en la Junta, incluido el Viejo Topo. Es irrisorio discutir si necesitamos materias anuales o cuatrimestrales sin discutir los contenidos de esas materias, más aun cuando muchos docentes de nuestra facultad no cobran por su trabajo. Es irrisorio discutir si necesitamos investigar si no debatimos qué y cómo investigar. Es hipócrita levantar las banderas de la excelencia académica cuando se proscribe a una de las corrientes de pensamiento más importantes de la historia y que marcó todo el siglo XX como lo hizo el marxismo. Y es imposible debatir seriamente cualquier cosa en una carrera tan antidemocrática como la nuestra, donde por ejemplo no se les avisa a los profesores a cargo de cátedras con un contenido crítico sobre cuando y como deben presentar sus materias para ser aprobadas, recurriendo a maniobras poco claras, que evidencian la oscuridad de sus postulados.

Muchas veces se eschucha de parte de La Vallese que se ve mucho “marxismo” en la carrera, sin ver que el “marxismo” que dan los Aznar nada tiene que ver con la lucha de clases y las perspectivas revolucionarias que lo convirtieron en una de las principales corrientes teórico-políticas de nuestro tiempo. Es prácticamente inexistente el debate crítico sobre los principales pensadores marxistas del Siglo XX.

Lenin, Roxa Luxemburgo, Trotsky y el propio Gramsci (que apenas se lo toca), hicieron grandes aportes al pensamiento político, al análisis de los regímenes políticos, las guerras, las revoluciones, el fascismo. Estos análisis conservan gran actualidad para pensar las crisis financieras, debatir el falso Socialismo del Siglo XXI de Chavez y pensar una salida de fondo a las miserias que afectan a las mayorías en la actualidad. El marxismo está proscrito en Ciencia Política y quien haya tenido la oportunidad de participar en las desgastantes reuniones de Junta en las que se decide la oferta de materias optativas puede dar fe de ello. Por eso este cuestionamiento del contenido que hacen los kirchneristas de La Vallese o los radicales K de Alternativa Académica, carece de sentido.

Creemos necesario generar un amplio debate sobre la reforma del plan de estudio llamando a jornadas o asambleas de carácter resolutivo en días donde se suspendan las clases y puedan participar y presentar propuestas el conjunto de los estudiantes y docentes de la carrera.
Para organizar las jornadas proponemos que se llame a una comisión abierta a toda la comunidad de la carrera y que se destinen al menos 30 minutos en cada curso para comenzar el debate.

Si las elecciones de Córdoba no te alcanzaron…
cursá «Schuster y Mayer: prácticas sobre la manipulación electoral!»
Como te contamos en los últimos volantes y en la pasada por los cursos, las elecciones de directores de carrera se están preparando como una verdadera estafa contra los estudiantes.

¿En qué consiste la manipulación electoral?

Si habitualmente las elecciones universitarias son antidemocráticas, las de este año en Sociales se están preparando como las más escandalosas en años. Probablemente sepas que los directores de nuestras carreras se eligen de forma directa pero ponderada, es decir, todos votamos, pero el voto de algunos vale más que el de otros. A la hora de contar los votos cada claustro representa el 33% de la elección.

Así, a la hora de la verdad, el voto de los más de 4000 estudiantes de Ciencia Política vale lo mismo que el de algo más de 100 profesores y lo mismo que el de algunos cientos de graduados (además, gran parte de los graduados son los docentes de prácticos, ya que como no hay claustro único docente sino docentes de “primera” y de “segunda”, éstos votan como graduados). Por ejemplo, el 50% de los votos en el claustro estudiantil se transforma en el 16,66% en el conteo final como consecuencia de la ponderación. Es decir que la población estudiantil, que constituye la mayoría (más del 90% del total en casi todas las carreras), es transformada en una minoría por medio de la ponderación.
Pero este año será todavía más antidemocrático y se ha preparado una maniobra escandalosa.

¿Por qué? Porque en septiembre votaremos director de carrera los estudiantes y en octubre lo harán los graduados y los profesores. De este modo, cuando éstos últimos voten, no sólo lo harán sabiendo el resultado de las elecciones en el claustro estudiantil, sino que también cerrarán sus listas luego de estos comicios! Es como si para elegir presidente votaran primero todas las provincias y luego, sabiendo el resultado, Buenos Aires y Santa Fe votaran un mes después. Sólo que, además, el voto de cada habitante de estas dos provincias valdría más que el voto de cada habitante del resto del país.

En los hechos esto implica una enorme posibilidad de especular, “borocotós” que se pasen de un bando a otro en un mes en los claustros de graduados y profesores, negociaciones por abajo y, por ejemplo, que algún candidato “se baje” entre septiembre y octubre buscando imponer algún Director «potable» para el régimen aunque los estudiantes hayamos votado por mayoría a otro.

Siendo que el actual Director fue el candidato con menor cantidad de votos entre los estudiantes, tanto en su elección como en su reelección. Siendo que ganó por el voto de graduados (Gil Lavedra, es un ejemplo de ellos) que hace años que pisan la facultad sólo para venir a votar a los candidatos radicales, estas maniobras se vuelven mucho más posibles.

¿Cómo enfrentar los mecanismos antidemocráticos? Para enfrentar las maniobras electorales, Contratiempos propone votar masivamente en la elección estudiantil y luego luchar por el reconocimiento de los directores que obtengan más votos según el criterio “una persona = un voto”, retomando la tradición de la lucha del año 2002 en Sociología y evitando que el cronograma electoral trucho y el voto ponderado logren constituirse como un freno para quienes queremos transformar de raíz nuestras carreras para que en ellas repercutan los grandes problemas sociales y los acontecimientos del mundo contemporáneo, para dar lugar a una verdadera pluralidad abriendo un proceso de cátedras paralelas y para comenzar a transformar las carreras en el camino de luchar por una universidad que forme profesionales e intelectuales al servicio de los trabajadores y el pueblo.

¿Qué fue la elección directa “una persona = un voto” en Sociología?
Después del 20 de diciembre de 2001, cuando mucho cambiaba en la sociedad y poco y nada en la UBA algunos compañeros de Sociología comenzaron a organizarse para cuestionar el statu quo. Cuestionaban el silencio de la sociología frente a las políticas de los ´90, criticaban a los intelectuales que, encerrados en la academia, silenciaban sus voces y sus plumas frente a la desocupación, las privatizaciones y la entrega del país.

Comenzaron a organizarse en grandes asambleas interclaustros y una Comisión de Sociología abierta hasta que decidieron organizar por su cuenta la elección de director de forma directa según el criterio “una persona = un voto” en lugar del mecanismo indirecto que regía anteriormente (donde el director era propuesto por la Junta de Carrera y elegido por el Consejo Directivo). Finalmente, se realizó la elección, en la que votaron 1221 estudiantes, docentes y graduados, resultando electo Christian Castillo.

El Consejo Directivo, con el decano Schuster a la cabeza, votó la intervención de la carrera de Sociología en 2003 con... ¡4 votos! frente a los 1221 que habían votado antes.

Desde entonces rige el mecanismo antidemocrático del voto ponderado que te explicamos anteriormente. Si bien la experiencia de 2002 quedó interrumpida, la misma abrió un proceso de cuestionamiento al régimen universitario que tuvo una nueva fase en la lucha contra la elección del rector de la UBA del año pasado.

Nuestra lucha por las ideas del marxismo

Desde Contratiempos - En Clave ROJA, a la vez que luchamos por la transformación de la carrera, realizamos una intensa actividad en busca de difundir y recrear las ideas del marxismo.

Desde el año pasado venimos publicando numerosos artículos en los que, por ejemplo discutimos contra referentes de la carrera como Julio Pinto y su manual introductorio. Durante el primer cuatrimestre de este año hemos publicado la revista Armas de la Crítica, la cual fue realizada íntegramente por jóvenes de las distintas carreras de la facultad, tanto militantes de Contratiempos - En Clave ROJA como compañeros independientes. El dossier de la misma estuvo dedicado al 50° aniversario de la Carrera de Sociología y contenía una mirada crítica sobre el legado de Juan Carlos Portantiero, una entrevista al intelectual socialista Christian Castillo, una polémica con Horacio Tarcus a 25 años de la guerra de Malvinas, una visión sobre el genocidio argentino a la luz del caso López y una presentación del proyecto de investigación «Encuesta Obrera» que, en Ciencia Política, impulsamos desde Contratiempos junto a la docente Paula Varela.

Encuesta obrera es una investigación que pretende indagar acerca de cómo trabajan, cómo se organizan y cuáles son las ideas políticas de los trabajadores y trabajadoras en la actualidad. Decidimos impulsarla porque, pese a su centralidad como «actor» social y político, los trabajadores y trabajadoras no forman parte de la «agenda» de las investigaciones en Ciencia Política. Como parte de la investigación, el colectivo Encuesta Obrera, ha publicado artículos en la Revista Lucha de Clases y en congresos y eventos académicos y en el mes de septiembre, el libro Experiencias subterráneas sobre los trabajadores del subterráneo de Buenos Aires que podés conseguir en nuestra mesa de planta baja. También, a partir del martes 25/09 te invitamos a participar del Seminario «Mundo obrero hoy» en el que discutiremos problemas teóricos sobre la clase obrera a la luz de los resultados de la Encuesta Obrera en diversos sectores de trabajadores. Para anotarte podés hacerlo en la mesa o en el Instituto de Pensamiento Socialista Karl Marx (www.ips.org.ar).

En los últimos años hemos presentado una importante cantidad de charlas con contenidos que están totalmente ausentes de la carrera como La guerra Civil Española, La Reforma Universitaria del ’18 o la Situación de los Derechos Humanos en la Argentina de Kirchner. Asimismo presentamos una materia optativa con una interpretación marxista de lo sucedido a partir de las jornadas de diciembre de 2001 que contempla la lectura de autores marxistas como Lenin y Trotsky que directamente son desconocidos en nuestro ámbito.

También somos impulsores del Instituto del Pensamiento Socialista Karl Marx (IPS) donde se realizan cursos, debates, proyectos de investigación y actividades sociales y culturales con el objetivo de difundir las ideas del marxismo y comenzar a formar una nueva intelectualidad de izquierda en el país.

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