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Comunicados de prensa

ELECCIONES A DIRECTORES DE CARRERA Y JUNTA EN EL AÑO DEL 50 ANIVERSARIO DE SU FUNDACIÓN

10 Propuestas de En Clave ROJA para la carrera de Sociología (UBA)

En la semana del 24 al 28 de septiembre habrá elecciones en nuestra facultad. En ellas se elegirá Centro de Estudiantes, Consejo Directivo de la facultad, Juntas de Carrera y directores de carrera. En este boletín especial de En Clave ROJA queremos acercarte algunas de nuestras propuestas para la carrera de sociología, ya que, como parte del frente Oktubre, presentaremos a Christian Castillo como candidato para la dirección de carrera y candidatos para la Junta.

En Clave ROJA

19 de septiembre 2007

En la semana del 24 al 28 de septiembre habrá elecciones en nuestra facultad. En ellas se elegirá Centro de Estudiantes, Consejo Directivo de la facultad, Juntas de Carrera y directores de carrera. En este boletín especial de En Clave ROJA queremos acercarte algunas de nuestras propuestas para la carrera de sociología, ya que, como parte del frente Oktubre, presentaremos a Christian Castillo como candidato para la dirección de carrera y candidatos para la Junta.

TRANSFORMEMOS SOCIOLOGÍ

Nuestra presentación a las elecciones de carrera es un eslabón más de una larga lucha que venimos dando desde hace muchos años por transformar la carrera de sociología. En estos hemos batallado junto a muchos otros compañeros por democratizar la carrera para transformarla, cuestionando tanto la falsa pluralidad de la misma (que deja afuera a grandes pensadores contemporáneos) como la relación casi nula de la carrera con su "objeto de conocimiento", es decir, la sociedad, consagrando de este modo un tipo de conocimiento que impide que repercutan dentro de las aulas las grandes problemáticas sociales y políticas contemporáneas, quedando las pocas y precarias prácticas de investigación existentes para los últimos años de la carrera.

Por eso en este boletín encontrarás, entre otras cosas, un breve diagnóstico de la carrera de sociología, nuestras propuestas para su transformación, te contamos la campaña que estamos llevando adelante por las cátedras paralelas, una descripción de los mecanismos antidemocráticos con los cuales se elige director de carrera, un poco de historia de lo que fue la lucha por la elección directa “una persona = un voto” del año 2002 y algunas de las cosas que fuimos haciendo en el último tiempo para llevar adelante nuestras ideas.

LA CARRERA DE SOCIOLOGÍ HOY: UN BREVE DIAGNÓSTICO

La Carrera de Sociología está cruzada por el inmovilismo. Existe una especie de “piloto automático” por el cual todo sigue andando, pero en cuatro años de la gestión Rubinich-Langieri, que hoy pretende su re- re-elección, poco se ha avanzado. No existe una política transformadora sino una orientación que lleva al statu-quo.

Desde nuestro punto de vista, la estructura actual de la carrera tiene una serie de problemas que es preciso superar. Hoy observamos una carrera esencialmente estática donde en vez de primar el debate y el intercambio entre cátedras, las actividades de discusión de los problemas contemporáneas y una vida colectiva de la carrera que haga funcionar a la misma como una usina de ideas para encarar los grandes problemas contemporáneos que afectan a los trabajadores y el pueblo, lo que predomina es el desarrollo de carreras académicas individuales y un escaso debate colectivo.

En ese mismo sentido es que vemos una relación casi nula entre las Ciencias Sociales y su "objeto de conocimiento", lo cual se expresa, entre otras cosas, en la consagración de un conocimiento desarticulado y enciclopédico que no da cuenta de las transformaciones del capitalismo contemporáneo, de los nuevos movimientos de lucha, en fin, de los grandes problemas de la realidad actual, lo cual se siente más agudamente en los primeros años de la carrera.

Esta escisión nociva tiene como una de sus consecuencias el hecho de que sólo en los años superiores los estudiantes nos enfrentamos a nuestros "objetos de estudio" comenzando a realizar prácticas de investigación, por lo general bastante precarias. Nuestra crítica apunta a soldar la ruptura entre la teoría y la práctica (o entre ciencia y sociedad) y establecer una dinámica que permita comprender más profundamente esta unidad. A su vez, el desarrollo de saberes parcelados es congruente tanto con el punto de vista tecnocrático como con las visiones posmodernas donde lo particular no está en relación con la totalidad, incentivando un tipo de conocimiento descontextualizado.

Por otro lado, en el último tiempo venimos señalando que en nuestra carrera no existe una real pluralidad de cátedra sino que la pluralidad es sólo aparente. Es por eso que estamos desarrollando una campaña por cátedras paralelas para que todas las corrientes teóricas y políticas de las ciencias sociales tengan expresión en nuestra carrera, ya que importantes pensadores contemporáneos quedan excluidos de la currícula. Nuestra lucha en particular es por incluir dentro del plan de estudios a importantes pensadores marxistas hoy ausentes (ver más adelante en el boletín).

En cuanto al funcionamiento de la carrera somos también sumamente críticos de los mecanismos con los cuales se maneja. Por un lado, cuestionamos los mecanismos antidemocráticos con los cuales se elige director (este año es más escandaloso que nunca) y, por otro lado, criticamos la ausencia de instancias colectivas de decisión de las cuestiones que a todos nos atañen, quedando en manos de la dirección de la carrera la resolución de todos los asuntos (¡incluso la Junta de Carrera es consultiva y no resolutiva!). Más adelante te explicamos detalladamente los mecanismos antidemocráticos con los cuales se elegirá director y nuestra propuesta para enfrentarlos.

De nuestra parte entendemos que en los 4 años de gestión llevada adelante por el director Lucas Rubinich y el Secretario Académico Pancho Langieri (que hoy van por la segunda reelección), poco se ha hecho por modificar la situación actual de la carrera. Esto se debe en buena medida a que la actual dirección de la carrera no sostiene una posición claramente independiente del decano Schuster, que en la UBA apoyó el pacto Hallú-Sorín contra la democratización y en Sociales es hostil hacia la carrera de sociología, la cual ha sido discriminada en la asignación de recursos debido a que en la misma está el núcleo más importante de docentes, graduados y estudiantes que nos oponemos al decano desde la izquierda.

En esta elección la gestión Schuster tendrá dos candidatos: uno es el actual director Rubinich y el otro es Daniel Feierstein, quien es apoyado por la agrupación La Vallese que tiene lazos con la burocracia sindical y los sectores más de derecha del gobierno nacional. Frente a ellos, En Clave ROJA y el frente Oktubre levantamos la candidatura de Christian Castillo. Acá van algunas de nuestras propuestas para la carrera.

10 PROPUESTAS PARA LA CARRERA DE SOCIOLOGÍ

1) POR LIBERTAD DE C˜áTEDRA Y C˜áTEDRAS PARALELAS Desde que comenzó el cuatrimestre te acercamos un boletín llamado “8 propuestas en En Clave ROJA para transformar la Facultad de Sociales”. Dentro de esas ideas que proponíamos se encontraba el planteo de que era necesario abrir un proceso de apertura de cátedras paralelas en las materias obligatorias para que exista una verdadera pluralidad en nuestra carrera.

A pesar de que en pocos días más de 600 compañeros han apoyado la propuesta firmando un petitorio que hicimos circular, la Junta de Carrera aún no ha tratado la propuesta que hicimos los consejeros estudiantiles de En Clave ROJA como parte de la mayoría estudiantil (Oktubre). En un primer momento no hubo quórum (a pesar de que los consejeros estudiantiles nos presentamos todos), luego no “entró” en el temario de la siguiente reunión, y desde entonces no hubo nuevas reuniones de Junta. Por lo tanto, insistimos con el planteo de cara a estas elecciones, como parte de nuestro programa por transformar la Carrera de Sociología.

¿Por qué cátedras paralelas? Como te decíamos en aquel boletín, cuando entrás a la carrera de sociología pensás que es una carrera plural e, incluso, de izquierda. No es de extrañar, ya que en CBC y primer año ves Marx y otros autores que “te abren la cabeza”. Sin embargo, con el paso del tiempo uno empieza a estar disconforme. ¿Quién no vive el padecimiento de leer 17 veces a lo largo de la carrera los mismos capítulos de los mismos libros mientras autores y corrientes enteras se encuentran ausentes? Por si fuera poco, Marx, que tiene presencia en la carrera, es leído de forma parcelada y así, quien fuera un gran revolucionario, es transformado en un sociólogo o un economista que aporta “categorías” aisladas para entender la realidad. De “conocer para transformar”, ni hablar. Como decía Lenin sobre el propio Marx: “En vida de los grandes revolucionarios, las clases opresoras les someten a constantes persecuciones, acogen sus doctrinas con la rabia más salvaje, con el odio mas furioso, con la campaña más desenfrenada de mentiras y calumnias. Después de su muerte intentan convertirlos en iconos inofensivos, canalizarlos, por decirlo así, rodean sus nombres de una cierta aureola de gloria para "consolar" y engañar a las clases oprimidas, castrando el contenido de su doctrina revolucionaria, mellando su filo revolucionario, evileciéndola.”

Pero la cosa no termina ahí. A medida que avanzás en la carrera la cosa se pone peor. Los pensadores más críticos del sistema capitalista empiezan a dejarse de lado y comienzan a abrumarte Parsons o Luhmann, y lo más “contestario” no pasa de Bourdieu (de quien, además, se dejan de lado sus llamados a los intelectuales a bajarse de la torre de marfil y sus distinciones entre los ingenieros sociales, aquéllos que no cuestionan ni develan las formas de dominación existentes, y los sociólogos críticos, aquéllos más críticos del sistema actual, para presentar a un autor despojado de todo compromiso político y social) o Giddens, quien acabó siendo intelectual de cabecera del amigo de Bush Tony Blair. Si bien en las materias optativas nuestra carrera ha conquistado una importante diversidad en cuanto a temáticas y puntos de vista, en las Jornadas de Reflexión de la carrera del año pasado fuimos muchos los que cuestionamos que la existencia de dos cátedras por materia obligatoria no es lo que llamamos “cátedras paralelas”, ya que, si trabajás, vas a la que podés, y no a la que querés.

Por eso es que planteamos la propuesta de cátedras paralelas y libertad de cátedra en toda la carrera. Particularmente, nuestra lucha será por cuestionar la escasez de materias obligatorias dadas desde la perspectiva marxista, especialmente en el tronco sociológico, déficit muy sentido en materias como Sociología Política o Sociología Sistemática.

Por ejemplo, las dos cátedras de Sociología Política comparten un punto de vista similar y en ellas la teoría marxista del Estado (desarrollada por el propio Marx, Lenin, Trotsky, Gramsci, Rosa Luxemburgo y otros) tiene un lugar marginal y su pensamiento está deformado o directamente ausente de la currícula. Lo mismo sucede con los debates que se dieron desde el marxismo en la segunda mitad del siglo XX (por ejemplo con las polémicas desarrolladas por Miliband y Poulantzas, P. Anderson o los trabajos de Ernest Mandel). Esto no nos puede extrañar si tomamos en cuenta los alineamientos políticos de quienes tienen a cargo el dictado de esta materia, por un lado un kirchnerista y asesor de Filmus (Quevedo) y, por el otro, un radical y ex candidato a vicejefe de gobierno de Buenos Aires por la UCR (Isuani), ambos defensores del planteo de pensar el Estado desde el punto de vista de garantizar la gobernabilidad del sistema y no de su transformación. No estamos en contra de que cada docente dé su perspectiva de la teoría política, pero sin cátedra paralela en esta materia no nos extraña que la continuación lógica de presentar a Marx como un sociólogo o un economista sea anular a sus continuadores, a los grandes marxistas del siglo XX que buscaron conocer para transformar. La UBA te dice: “serás sociólogo, pero no lucharás por transformar el sistema capitalista”.

En nuestra carrera existe incluso la incongruencia de presentar como una de las actividades centrales del 50° aniversario de la carrera las conferencias de un autor que no se dicta en nuestra currícula, I. Wallerstein, autor excluido al igual que G. Arrighi de la misma escuela. Si bien nosotros no coincidimos con los puntos de vista de estos autores, entendemos que la obra de esta escuela no puede ser ignorada por ningún estudiante de la carrera. Por otro lado, en los últimos años ha sido objeto de debate la tendencia a largo plazo del imperialismo mundial, cuestión que lamentablemente ha tenido poca repercusión en nuestra carrera.

Por este motivo, una de nuestras propuestas centrales para la carrera de sociología es que a partir del cuatrimestre que viene se abra un proceso de apertura de cátedras paralelas en todas las materias obligatorias para que todas las corrientes teóricas y políticas tengan lugar en nuestra carrera, dando lugar a un verdadero debate a partir de diversos enfoques y no limitando la carrera a determinadas perspectivas.

2) DEMOCRATIZACIÓN DEL FUNCIONAMIENTO DE LA CARRERA: creemos que al igual que en el 2002, durante la experiencia de la elección directa “una persona = un voto”, el plan de trabajo de la carrera debe ser debatido y resuelto en asambleas interclaustros y comisiones de trabajo abiertas, y que tanto el director de la carrera como la Junta de Sociología deben ser mandatados por estas instancias para llevar el plan adelante.

3) PLAN DE ESTUDIOS: el plan de estudios de la carrera data del año 1988. Mucha agua ha pasado bajo el puente, y eso hace necesario encarar un profundo debate sobre la actual carrera de sociología, sus materias obligatorias, sus materias optativas y la formación de sus docentes e investigadores. Creemos que para rediscutir el conjunto de la carrera es pertinente abrir un proceso de profundo debate que culmine con la reforma y actualización del plan de estudios.

4) TEORÍ Y PR˜áCTICA. Para avanzar en soldar la teoría y la práctica, es decir, combatir el conocimiento descontextualizado de la carrera y vincular la misma a los grandes problemas contemporáneos, creemos que lo mejor sería incorporar en primer año dos materias (sin que implique alargar la carrera) vinculadas al análisis de los principales problemas sociales y políticos que aquejan a nuestra sociedad tanto en el plano nacional como en el internacional, cuyos nombres tentativos podrían ser “Sociedad y política en la Argentina actual” y “Transformaciones del mundo contemporáneo”, que partan de un enfoque interdisciplinario (sociológico, político, económico) para comprender el mundo actual y la Argentina en particular. De esta forma se podría situar históricamente el conjunto de los contenidos de las teorías y conceptos que se van viendo a lo largo de la carrera, lo cual es esencial para cuestionar los sentidos comunes y la naturalización de lo existente impulsados por las clases dominantes.

5) INVESTIGACIÓN. Actualmente la investigación en nuestra carrera ocupa un lugar marginal, priorizándose el conocimiento enciclopédico y realizando sólo al final de la carrera las 200 horas de investigación, que por lo general resultan bastante precarias. Nuestra propuesta es que quienes así lo desean puedan realizar prácticas de investigación desde el primer año de la carrera para fomentar un estudio de la teoría que se realice a partir de problematizar la realidad actual. Asimismo, proponemos que las metodologías se estudien en el proceso de una investigación, ya que actualmente existe, bajo el pretexto de la neutralidad valorativa, una escisión entre metodología y “objeto de conocimiento”.

6) REVISTA DE LA CARRERA. Proponemos que se publique una revista de la Carrera de Sociología donde salgan producciones de los miembros de la carrera en la cual tengan un lugar jerarquizado los trabajos de los estudiantes y los jóvenes graduados y tengan espacio tanto las elaboraciones teóricas como aquéllas que refieran a problemas de actualidad.

7) DIFUSIÓN DE LA PRODUCCIÓN. En el mismo sentido que la revista proponemos que la Carrera de Sociología tenga un programa de radio (lo cual es accesible para una carrera de la UBA) y realice periódicamente actividades públicas con el fin de difundir sus producciones más destacadas y aportar a los debates contemporáneos, ya que el objeto de la producción no debe ser otro que contribuir a resolver los grandes problemas de los trabajadores y el pueblo, razón por la cual el conocimiento debe salir “hacia afuera”.

8) CONVENIOS CON ORGANIZACIONES. Proponemos realizar convenios con organizaciones de trabajadores, movimientos de desocupados y organizaciones barriales con el objetivo de tener un “ida y vuelta”, conociendo de cerca las problemáticas sociales y aportando desde la carrera a los problemas por ellas planteados.

9) OBSERVATORIO SOCIAL. Poner en pie entre docentes, estudiantes e investigadores un banco de datos del conflicto social en la Argentina, con relevamientos propios, recopilación de materiales, análisis, etc. El mismo deberá estar a disposición de las organizaciones sociales, sindicales y populares y ser difundido públicamente con el objetivo de aportar con otra visión a las luchas de los trabajadores, combatiendo los sentidos comunes impuestos por los medios de comunicación (que en este momento difaman a los trabajadores del subte) y las estadísticas falsas del Estado (como las del INDEK). Asimismo, la carrera debería intervenir activamente en el debate sobre la producción de estadísticas en nuestro país, hoy puestas en cuestión por la intervención del gobierno en el INDEK. Más allá de las resoluciones de la Junta de Carrera y la presencia en las marchas, no se ha impulsado nada desde la dirección de la carrera, a pesar de que están puestos en juego la fuente laboral de muchos compañeros de la carrera y los insumos fundamentales para la investigación sociológica.

10) SITUACIÓN PRESUPUESTARIA Y CONCURSOS DOCENTES: para lograr los grandes objetivos que nos proponemos es necesario contar un presupuesto mucho mayor para la universidad pública y para la carrera de sociología en particular. Es fundamental que la carrera se ponga al frente de la organización de esta lucha para poder tener becas para que ingresen a la universidad los hijos de los trabajadores, para acabar con el trabajo docente ad honorem y para llevar los salarios de los trabajadores docentes y no docentes de la universidad al nivel de la canasta familiar. Por otro lado, es imperioso avanzar en la democratización de los concursos docentes.

LAS MANIOBRAS ELECTORALES DE SCHUSTER Y SUS ALIADOS

Como te contamos en los últimos volantes y en la pasada por los cursos, las elecciones de directores de carrera se están preparando como una verdadera estafa contra los estudiantes.

Se trata de un intento por conservar el statu quo en las carreras y abortar todo intento de transformación de las mismas. Es una maniobra contra los que cuestionamos el tipo de conocimiento que se imparte en las aulas, fragmentado, enciclopédico y desvinculado de la realidad social; contra los que cuestionamos la falsa pluralidad de las carreras y planteamos la necesidad de instituir cátedras paralelas en todas las materias obligatorias; contra los que queremos democratizar la universidad y cada una de sus carreras para cuestionar el tipo de profesionales que se forma en ellas, cada vez más parecido a lo que exigen los dictados del mercado y la Ley de Educación Superior y cada vez más lejos de los profesionales e intelectuales necesarios para contribuir a resolver los problemas de las grandes mayorías trabajadoras de nuestro país.

¿En qué consisten las maniobras electorales de Schuster?

Si habitualmente las elecciones universitarias son antidemocráticas, las de este año en Sociales se están preparando como las más escandalosas en años. Probablemente sepas que los directores de nuestras carreras se eligen de forma directa pero ponderada, es decir que todos votamos pero el voto de algunos vale más que el de otros. A la hora de contar los votos cada claustro representa el 33% de la elección. Así, a la hora de la verdad, el voto de casi 3 mil estudiantes de sociología vale lo mismo que el de algo más de 100 profesores y lo mismo que el de algunos cientos de graduados (además, gran parte de los graduados son los docentes de prácticos, ya que como no hay claustro único docente sino docentes de “primera” y de “segunda”, éstos votan como graduados).

Por ejemplo, sacar el 50% de los votos en el claustro estudiantil se transforma en el 16,66% en el conteo final como consecuencia de la ponderación. Es decir que la población estudiantil, que constituye la mayoría (más del 90% del total en casi todas las carreras), es transformada en una minoría por medio de la ponderación que le reconoce sólo el 33% en la elección de los directores

Pero este año será todavía más antidemocrático y se ha preparado una maniobra escandalosa.

¿Por qué? Porque en septiembre votaremos director de carrera los estudiantes y en octubre lo harán los graduados y los profesores. De este modo, cuando éstos últimos voten, no sólo lo harán sabiendo el resultado de las elecciones en el claustro estudiantil, sino que también cerrarán sus listas luego de estos comicios! Es como si para elegir presidente votaran primero todas las provincias y luego, sabiendo el resultado, Buenos Aires y Santa Fe votaran un mes después. Sólo que, además, el voto de cada habitante de estas dos provincias valdría más que el voto de cada habitante del resto del país.

En los hechos esto implica una enorme posibilidad de especular, “borocotós” que se pasen de un bando a otro en un mes en los claustros de graduados y profesores, negociaciones por abajo y, por ejemplo, que algún candidato “se baje” entre septiembre y octubre.

Por ejemplo, si hubiera tres candidatos y los estudiantes eligiéramos masivamente a alguien “indeseable” para el régimen universitario (es decir a un director que se comprometa a luchar por salario para todos los docentes, a abrir un proceso de apertura de cátedras paralelas o a luchar consecuentemente por la democratización de la universidad), entre septiembre y octubre los otros dos candidatos podrían negociar entre ellos para que uno de los dos se baje y darle todos sus votos de profesores y graduados.

Así, con este arreglo y mediante el voto ponderado, podrían darle el triunfo a un candidato aceptable para el régimen, ya que aunque recibiera más votos el candidato votado por el movimiento estudiantil, como los votos de profesores y graduados valen más, pueden tranquilamente consolidar el fraude.

¿Cómo enfrentar los mecanismos antidemocráticos? Para enfrentar las maniobras electorales, desde En Clave ROJA y el frente Oktubre proponemos votar masivamente en la elección estudiantil y luego luchar por el reconocimiento de los directores que obtengan más votos según el criterio “una persona = un voto”, retomando la tradición de la lucha del año 2002 y evitando que el cronograma electoral trucho y el voto ponderado logren constituirse como un freno para quienes queremos transformar de raíz nuestras carreras para que en ellas repercutan los grandes problemas sociales y los acontecimientos del mundo contemporáneo, para dar lugar a una verdadera pluralidad abriendo un proceso de cátedras paralelas y para comenzar a transformar las carreras en el camino de luchar por una universidad que forme profesionales e intelectuales al servicio de los trabajadores y el pueblo.

Pero… ¿qué fue la elección directa “una persona = un voto” de 2002?

Fue una lucha que comenzó después del 20 de diciembre de 2001, cuando mucho cambiaba en la sociedad y poco y nada en la UBA: mientras De la Rúa se iba en helicóptero acosado por las movilizaciones de diciembre, los Alterini, los Mallimaci, las Slapak, los Barbieri, los Boveris y muchos más se quedaban en la universidad para mantener sus privilegios y una institución aislada que no tomaba nota de una gran crisis nacional.

Frente a esa situación, algunos compañeros de sociología comenzamos a organizarnos para cuestionar el statu quo. Pocos meses después del 19 y 20 de diciembre nos proponíamos democratizar la carrera para transformarla. Cuestionábamos el silencio de la sociología frente a las políticas de los ´90, criticábamos a los intelectuales que, encerrados en la academia, silenciaban sus voces y sus plumas frente a la desocupación, las privatizaciones y la entrega del país. Corrían nuevos aires en el país y algo tenía que cambiar en la universidad.

De esta forma, comenzamos a organizarnos en grandes asambleas interclaustros y una Comisión de Sociología abierta hasta que decidimos organizar por nuestra cuenta la elección de director de forma directa según el criterio “una persona = un voto” en lugar del mecanismo indirecto que regía anteriormente (donde el director era propuesto por la Junta de Carrera y elegido por el Consejo Directivo). Finalmente, realizamos la elección, en la que votaron 1221 estudiantes, docentes y graduados, resultando electo Christian Castillo.

En aquel proceso se obtuvo un triunfo parcial, ya que la facultad se vio obligada a reconocer una codirección entre el director electo y Miguel Angel Forte. Durante un cuatrimestre tuvo lugar una valiosa experiencia donde, por ejemplo, se realizaron las V Jornadas de Sociología. En ellas debatimos la gran crisis nacional de 2002 junto a obreros de fábricas ocupadas, movimientos de desocupados y asambleas barriales. Era un pequeño paso en el sentido de ligar nuestros conocimientos a las necesidades de los trabajadores y el pueblo. Por eso mismo es que el Consejo Directivo, con el decano Schuster a la cabeza, votó la intervención de la carrera en 2003 con... ¡4 votos! frente a los 1221 que habíamos votado antes.

Desde entonces rige el mecanismo antidemocrático del voto ponderado que te explicamos anteriormente. Si bien la experiencia de 2002 quedó interrumpida, la misma abrió un proceso de cuestionamiento al régimen universitario que tuvo una nueva fase en la lucha contra la elección del rector de la UBA del año pasado cuando las camarillas universitarias quisieron poner al funcionario de la dictadura Atilio Alterini al frente de la UBA.

Hoy, frente a los mecanismos antidemocráticos del voto ponderado y el cronograma electoral trucho, proponemos retomar las banderas de 2002 y reconocer solamente al director que obtenga más votos según el criterio “una persona = un voto”, dando comienzo así a un proceso que inicie la transformación de la carrera de sociología contra los defensores del statu quo que implementan maniobras antidemocráticas para conservar una carrera tal cual está hoy.

NUESTRA LUCHA POR LAS IDEAS DEL MARXISMO

Desde En Clave ROJA, a la vez que luchamos por la transformación de la carrera, realizamos una intensa actividad en busca de difundir y recrear las ideas del marxismo.

Este año, durante el primer cuatrimestre, hemos publicado la revista Armas de la crítica. La misma fue realizada íntegramente por jóvenes de las distintas carreras de la facultad, tanto militantes de En Clave ROJA como compañeros independientes. El dossier de la misma estuvo dedicado al 50° aniversario de la Carrera de Sociología y contenía una mirada crítica sobre el legado de Juan Carlos Portantiero, una entrevista al intelectual socialista Christian Castillo, una polémica con Horacio Tarcus a 25 años de la guerra de Malvinas, una visión sobre el genocidio argentino a la luz del caso López y una presentación del proyecto de investigación "Encuesta Obrera".

También somos impulsores del Instituto del Pensamiento Socialista Karl Marx (Riobamba 144) donde se realizan cursos, debates, proyectos de investigación y actividades sociales y culturales con el objetivo de difundir las ideas del marxismo. Recientemente el IPS ha publicado el N° 7 de la revista Lucha de Clases y el libro Experiencias subterráneas del Colectivo Encuesta Obrera.

NUESTRO CANDIDATO A DIRECTOR DE CARRERA

Christian Castillo tiene 40 años. Se inició en la docencia universitaria en 1989 como ayudante de 2ª en la materia “Introducción a la Sociología” del CBC, donde actualmente es Profesor Adjunto. En nuestra Carrera es Jefe de Trabajos Prácticos concursado en “Sociología General” y Profesor Adjunto en “Sociología de los procesos revolucionarios”; también tiene a su cargo el dictado, junto a Pablo Bonavena, del Seminario de Investigación “Conflicto y cambio social en la Argentina contemporánea: los años ’70”. Es también Profesor Adjunto concursado en la Universidad Nacional de La Plata. Dirige el proyecto de investigación “Los trabajadores en la Argentina actual (Encuesta Obrera)”, del que acaba de salir una primera publicación, “Experiencias subterráneas”, una elaboración colectiva del equipo de investigación sobre los trabajadores del subte. Es también director de la revista Lucha de Clases, una publicación marxista de teoría y política impulsada por el PTS, y es uno de los coordinadores del Instituto del Pensamiento Socialista “Karl Marx” (IPS). Ha publicado en 2003 “Estado, Poder & Comunismo” y numerosos artículos de teoría y política.

En 2002, Castillo fue co-director de la Carrera de Sociología, como resultado del proceso de la “elección directa”, donde votamos director de acuerdo al criterio “una persona = un voto”. Luego, desde el rectorado se impulsó la intervención de la carrera, cuestión que fue impuesta por la gestión de la facultad encabezada por Schuster, con sólo 4 votos sobre 16 miembros del Consejo Directivo. Actualmente integra la Junta de la Carrera como consejero de la minoría por el claustro de profesores

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