La ciudad de Río Gallegos está totalmente militarizada. La Gendarmería y Prefectura se encuentran apostadas en edificios públicos, escuelas, jardines de infantes; frente a la casa e inmobiliaria del presidente; en la casa del gobernador, en la de los ministros y subsecretarios. Son más de 700 los gendarmes, más 200 de Prefectura, más la Policía Federal y la SIDE. "Están operando -dice Gatti- todos los organismos de inteligencia de todas las fuerzas armadas. Más la brigada de inteligencia de investigaciones, de los cuales identificamos a cinco oficiales y varios suboficiales de investigación que han estado colocando bombas molotov, tanto en el vehículo que incendiaron del gremio docente como en un gimnasio donde se estaba desarrollando un baile; más el secuestro de la hija de una sindicalista, para presionarla y conseguir datos. Por donde se mire hay milicos. Escanean la ciudad con móviles para detectar llamadas. Hay camiones unimog, camionetas en constante movimiento, ya que los docentes han encontrado que la sorpresa es un buen elemento de combate, así que amagan ir a un lado y van para otro y los obligan a desplazarse de un lado para el otro (...)" Y ayer llegaron refuerzos. Otros 200 gendarmes aterrizaron pertrechados con armamento antimotines, y fueron bien recibidos y descansan en la Sociedad Rural; como aquellos días de la Patagonia Rebelde, la oligarquía y los milicos unidos contra los obreros.