Nuestros compañeros en Oaxaca, que mantenían el cerco a la PFP, fueron atacados con balas de plomo de armas largas, gases lacrimógenos, piedras y tanquetas, y el campamento de Santo Domingo fue incendiado. Un grupo paramilitar atacó desde dos camionetas, lanzando más de 100 disparos de balas de plomo y asesinando a tres compañeros (llevándose los cuerpos de dos de ellos). Hay cientos de detenidos y casi cien desaparecidos. Los detenidos han sido trasladados fuera de Oaxaca, muchos de ellos a penales federales. A la vez continúan en la ciudad las razzias y las detenciones.
Durante la noche del 25/11, las tanquetas de la policía arremetían contra todo lo que se movía por las calles, deteniendo a diestra y siniestra mientras los asesinos de URO recorrían la ciudad con sus metralletas. Las bandas de la PFP entraron a los hospitales para llevarse a los compañeros heridos, lo que fue evitado por la valiente defensa de los trabajadores de la salud. La situación que se vive en Oaxaca es de un virtual estado de sitio.
Según el gobierno y la PFP la intención es “reestablecer el orden” mediante la ejecución de todas las órdenes de aprehensión contra miembros de la APPO, en lo que se ha convertido en una verdadera cacería de brujas, utilizando los métodos del viejo régimen represor del PRI en los años "60 y "70. Mientras tanto, nuestros compañeros intentan reorganizarse y resisten contra la brutal ofensiva.
El gobierno de Vicente Fox (apoyado por el próximo presidente Felipe Calderón) y el PRI muestran así que intentarán, por la vía de la más despiadada represión, acallar al heroico pueblo de Oaxaca, que continúa en pie de lucha. Hay un pacto reaccionario entre el PAN y el PRI para liquidar este movimiento de lucha, evitando que pueda ser un referente para los trabajadores, los campesinos y la juventud de todo el país (y para los sectores que están luchando en defensa de sus derechos, como los cañeros y bachilleres que están en huelga hace varias semanas). Con esta represión quieren allanar el camino para que el nuevo gobierno entreguista y proimperialista de Felipe Calderón (PAN) pueda instalarse sin sobresaltos este 1/12, dejando la vía libre para que priístas y panistas negocien en el Congreso los planes contra los trabajadores y el pueblo pobre. Quieren evitar que el odiado y represor Ulises Ruiz caiga como resultado de la movilización y la lucha, para pactar luego un recambio institucional que preserve al PRI en el estado y a las instituciones antidemocráticas.
 Frente a esta agresión el pueblo oaxaqueño debe apelar a la legítima autodefensa y reorganizarse para responder a esta oleada de muerte y represión orquestada desde la Secretaria de Gobernación, el gobierno federal, Calderón y el PRI.
Es urgente la solidaridad activa y en las calles en todo el país. Sólo la movilización obrera y popular frenará la represión contra los trabajadores, campesinos, indígenas y estudiantes oaxaqueños. Las acciones masivas y contundentes no pueden esperarse más. Los grandes sindicatos que agrupan a cientos de miles de trabajadores en todo el país, deben hacer efectiva la solidaridad de clase con nuestros hermanos oaxaqueños. La dirección del SME (sindicato de electricistas), de la UNT (central sindical), del sindicato minero, de la CNTE (sindicato de maestros) a nivel nacional, deben convocar ya al Paro Nacional para evitar un baño de sangre, con un pliego de demandas que unifique la primera y urgente lucha contra la represión y en apoyo a las demandas de la APPO, con las demandas de distintos sectores de trabajadores contra el gobierno (contra el aumento de precios en la leche y la gasolina, contra las privatizaciones).
De la misma forma, los sindicatos, la “Otra Campaña” y las organizaciones obreras y de izquierda, así como las organizaciones que se reivindican democráticas y todos los que recientemente se manifestaron contra la represión (como la Convención Nacional Democrática), debemos organizar la movilización contra la represión, con una gran marcha de solidaridad y acciones en todo el país, poniendo todas nuestras fuerzas al servicio de la elemental tarea de defender al pueblo de Oaxaca. Al mismo tiempo López Obrador y el PRD se han pronunciado contra la represión, pero la situación exige pasar de las palabras a los hechos. Es momento de demostrar que están del lado de los trabajadores y frenar la brutal ofensiva contra el pueblo de Oaxaca.
El domingo 26 se realizó en el Distrito Federal una primera marcha de solidaridad, junto a los compañeros y compañeras que mantienen el combativo plantón de la APPO.
Impulsemos de manera unitaria un plan nacional de movilización, encabezado por los sindicatos y las organizaciones populares, para frenar este ataque, comenzando a formar una Coordinadora Nacional contra la Represión y en defensa del pueblo de Oaxaca.

¡Abajo la represión de la PFP y las caravanas de la muerte contra el pueblo de Oaxaca!

¡Fuera las fuerzas represivas de la entidad! ¡Fuera Ulises Ruiz!

¡Abajo todas las actas penales contra integrantes de la APPO!

¡Aparición con vida de todos los desaparecidos!

¡Libertad inmediata e incondicional a todos los presos políticos!