El Código está vigente desde enero del 2016 pero fue aprobado en diciembre del año 2014 por la cámara legislativa de ese momento, conformada por sectores del oficialismo del FPV, del peronismo y del radicalismo.
El mismo pone límites concretos al ejercicio de los derechos democráticos del pueblo jujeño, a través de la regimentación, criminalización, judicialización y persecución de trabajadores, jóvenes, mujeres y sectores populares como el colectivo LGTTB y los pueblos originarios.

La diputada provincial Natalia Morales afirmó al respecto “...planteamos la inconstitucionalidad del mismo, ya que vulnera derechos nacionales, provinciales y tratados internacionales de Derechos Humanos. El Código vigente condena conductas, acciones y hasta elecciones individuales que hacen a la vida e identidad de cada persona, en evidente contradicción con lo establecido en el Art. 19 de la Constitución Nacional”.

“Sobran casos en la provincia de uso del mismo para avasallar derechos como es la protesta. Las detenciones de los jóvenes de los CEIJAS, un abogado y hasta de una concejala, como sucedió con mi compañera Andrea Gutierrez a fines de marzo de este año, o la misma detención por protestar de Milagro Sala son ejemplos del mismo. El amedrentamiento constante y la represión hacia la juventud pobre o a la comunidad LGTTB es una muestra clara de cómo también el código sirve para discriminar y hostigar a determinados sectores de la sociedad”.

Para finalizar Morales afirmó “...El Código Contravencional es parte de las políticas represivas y de ataques a los que luchan, como lo es también la Ley Antiterrorista aprobada por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Proponemos su derogación ya que atenta contra todo tipo de manifestación cultural, social o de protesta, agravada hoy ante la llamada “Doctrina Chocobar” del macrismo, que busca fortalecer el accionar represivo de todas las fuerzas policiales, federales, provinciales o municipales, justamente cuando se aplican políticas de ajuste sobre los trabajadores y el pueblo pobre, buscando así un mayor control, disciplinamiento y criminalización ante todo tipo de manifestación...”