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Partido de los Trabajadores Socialistas
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Santiago del Estero en las profundidades del modelo
03 Apr 2014 | Juan Paz

La presidente Cristina Fernández en su discurso de apertura del Senado anunció muy claramente a sus enemigos, los trabajadores. Comenzando con la bochornosa mentira que legitima la condena a perpetua a los petroleros en Las Heras hasta el ataque abierto a los docentes que salen a luchar en defensa de la educación pública y de sus salarios. Con la devaluación y la inflación en ascenso se intentó imponer un techo a las paritarias, y ante lo cual los trabajadores han reaccionado con valentía predisponiéndose a la lucha, como lo demostró la histórica huelga de los docentes de la provincia de Buenos Aires. Este giro a derecha del gobierno viene presionado por las clases dominantes con un plantel de políticos reaccionarios que se van sumando a medida que el kirchnerismo lo requiera para profundizar un modelo que consiste en hacer pagar la crisis a los trabajadores y el pueblo, y a lo que la oposición burguesa mira con simpatía. El fin de ciclo kirchnerista está atravesado no sólo por la crisis financiera y el retorno a la súplica hacia los organismos internacionales financieros, sino también a una mayor represión hacia los trabajadores con el objetivo de descargar la crisis en sus espaldas; y esto también tiene su expresión hacia el interior del país.

La provincia de Santiago del Estero se encuentra gobernada por el Frente Cívico de Gerardo Zamora, quien luego del intento fallido de burlar la constitución provincial para garantizar su rereelección tuvo que recurrir a nombrar a su esposa como candidata a gobernadora en una fórmula con Emilio Neder principal figura de las bases peronistas herederas del juarismo, lo que desató una interna hacia su interior borrando del timón del poder ejecutivo a su vicegobernador y compañero de fórmula Angel Niccolai, actual ministro de Desarrollo. Este régimen que mantiene la continuidad del juarismo es un modelo ejemplar para el kirchnerismo, donde los empresarios cuentan con la garantía estatal de mayor explotación y precarización para los trabajadores en base a contratos basuras y salarios de miseria, mayor garantía a los terratenientes de contar con el desalojo constante de campesinos pobres por medio de la policía y bandas paramilitares, contando con un aparato represivo que además tortura y persigue a los luchadores sociales. A todo esto se suma la complicidad de los medios de comunicación locales son cipayos al servicio del gobierno y la censura. La llegada al poder del Frente Cívico en el año 2005 se dio en el primer gobierno de Kirchner, alineándose a la casa rosada ante las políticas de obras públicas y de derechos humanos e impulsando eventos culturales para completar el enfriamiento de la revuelta social que había echado al matrimonio Juárez del gobierno, y que había iniciado con la última intervención federal. Sin embargo, y a pesar del crecimiento económico de país y de la provincia a consecuencia de mayores ingresos por las exportaciones, las condiciones de vida de los trabajadores permanecieron invariables. La presencia de majestuosos edificios como las minitorres de Dubai, el aeropuerto internacional, la pista automovilística para altas competiciones, el tren del progreso y monumentos inútiles producen un contraste violento con una población carenciada, sin agua y sin recursos básicos a pocos kilómetros de la ciudad capital.

Hasta las estadísticas oficiales son impotentes para enmascarar el deterioro socioeconómico de la provincia. El Ministerio de Salud de la nación publicó los indicadores básicos Argentina 2012 con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que recopila los últimos datos disponibles en el país provenientes de diferentes fuentes oficiales. En lo que respecta a Santiago del Estero el documento manifiesta: población total de 874.573 habitantes, la tercera provincia más poblada del NOA; esperanza de vida al nacer es de 71,53 años, la más baja del NOA; el 31,3% de la población tiene NBI, el segundo indicador más alto del NOA; el 6% de la población mayor de 10 años es analfabeta, el mayor índice de la región; el 64,7% de la población tiene agua corriente, el más bajo de la región por una diferencia de 20 puntos con la provincia de Tucumán (84,4%) la segunda más afectada; la tasa de empleo es de 36,6%, la segunda provincia con este índice más bajo, ya que en Catamarca es del 36,1%. Según el INDEC, los trabajadores santiagueños industriales, de la educación y de la salud son los empleados con los sueldos más bajos del país, con salarios básicos de 700 a 1.500 pesos, además de las pésimas condiciones de trabajo en la que se encuentran. Un verdadero caldo de cultivo de bronca obrera. A estas cadenas de opresión y explotación se le agrega el eslabón de una “mesa de dialogo” que consiste en un artilugio utilizado para evitar las paritarias; la misma está integrada por representantes del gobierno y la burocracia sindical local que se encargan de cerrar acuerdos salariales a espalda de los trabajadores. En el mes de febrero la gobernadora electa en complicidad con la burocracia de la CGT local anunció la imposición de un aumento miserable del 25% a los trabajadores estatales por medio de la “mesa de diálogo”, utilizando esta maniobra para ahogar las paritarias.

El zamorismo etapa superior del juarismo

Santiago del Estero fue una provincia que en la mayor parte de su historia fue gobernada por gobiernos de facto o por interventores federales. La excepción a esta regla fue Carlos Juárez y Gerardo Zamora. Durante los años del juarismo y la consolidación de un PJ fuertemente bonapartista se consolidaron los servicios de inteligencia y el aparato represivo, paralelamente con un mayor desarrollo de punteros políticos; sin embargo existían conflictos de intereses entre la burguesía santiagueña, que se enfrentaban políticamente para definir quién iba a ser el mayor beneficiario de las arcas públicas y control del comercio interior, eso se expresó en las diversas oposiciones políticas burguesas que tuvo el juarismo incluida la Iglesia Católica. Con el paso de los años los grupos económicos representados en el juarismo fueron consolidándose económicamente, y fundamentalmente el grupo Ick. Pero poco a poco el misticismo del caudillo provincial se iba desgastando ante los innumerables hechos de corrupción y de crímenes que implicaban directa o indirectamente al gobierno provincial, y que El Liberal, (en ese momento en mano de los Castiglioni, grupo económico opositor ligado a la democracia cristiana) se encargaba de hacerlo noticia. El estallido popular se dio con el crimen de la Dársena, donde estaban vinculados los hijos del poder, y que tuvo como consecuencia masivas movilizaciones populares reclamando por justicia. Esto derivó en la intervención federal kirchnerista que desvió este proceso, quedando intacto el aparato de inteligencia y represión originado en la dictadura y consolidado con el juarismo. La intervención trato de atacar al grupo Ick que se había colocado como la burguesía más importante de la provincia y principal proveedor del Estado, pero fue absolutamente inofensiva. Zamora, en ese período, se encontraba al frente de la intendencia de la municipalidad capital y contaba con el apoyo de diversos sectores empresariales, ya que era la única figura del radicalismo que no había estado comprometida públicamente con hechos de corrupción, y por lo tanto una importante figura de recambio. En el 2005 se convocó a elecciones provinciales resultando ganadora la fórmula del Frente Cívico con Gerardo Zamora como gobernador y apoyado fundamentalmente por las bases peronistas del juarismo ortodoxo comandadas por Emilio Neder, sin demoras se alineó a las filas del kirchnerismo por lo que se ganó la confianza de Néstor Kirchner y la ruptura con el radicalismo provincial. Esto llevó a restaurar y fortalecer al aparato juarista, consolidando al grupo Ick como principal monopolista, y garantizando los intereses de la burguesía santiagueña, al punto de armonizar las diferencias entre los empresarios locales.
Sin embargo esto no significó mejoras para la clase trabajadora local, ya que se garantizó la precarización laboral y el comienzo de naturalización de los contratos de locación a los que se acceden sólo por “avales políticos”, en consonancia con un gran deterioro de la salud y la educación; los sindicatos fueron comprados de maneras ridículas con beneficios importantes para la burocracia sindical integrantes del proyecto político del Frente Cívico. A cualquier mínimo proyecto empresarial el gobierno se encargó de garantizar sus ganancias por la precarización y explotación. También se le suma la convivencia con las barras bravas de los clubes locales financiadas para fines políticos y mercenarios. Las muertes de Cristian Ferreira y Miguel Galván del MOCASE y Raúl Domínguez trabajador de rentas muestran a un aparato represor compuesto por policías, paramilitares, gángsters y barras bravas dispuesto a garantizar la continuidad de un modelo reaccionario antagónico a los intereses de la clase trabajadora.

Un modelo de represión y tortura para los trabajadores y los que luchan

Las movilizaciones docentes se encontraron con la valla represiva de la policía provincial, al igual que la movilización por el día internacional de mujer trabajadora en la provincia, la persecución por medio de despidos arbitrarios a trabajadores que fueron referentes de las movilizaciones, de los docentes como Patricia Leguizamón, y de la salud Juan Chazarreta quien decidió realizar una huelga de hambre en la vereda del ministerio de salud local.

La escalada represiva fue dándose no solo con el aparato judicial y policial sino también con grupos de derecha como la Franja Morada que días previos organizó una emboscada a militantes del PO, y que luego de agredirlos físicamente los amenazaron al estilo gángster. Durante el viernes pasado la policía con complicidad de las autoridades del profesorado provincial detuvieron a cinco estudiantes del profesorado de educación física, de los cuales tres son militantes del PO, fueron torturados en la comisaría con métodos de institucionalizados por el represor Musa Azar Curi. En ese día el intento de desalojo violento del trabajador de la salud Chazarreta que se encontraba protestando pacíficamente en la vereda del Ministerio culminó en la bronca de las organizaciones sociales y sectores de trabajadores solidarizados con este luchador social, y convocaron a una movilización a casa de gobierno por la tarde, en la que participaron aproximadamente 3.000 personas.
Por una fuerza social que se movilice en las calles contra la represión estatal
Estos son elementos de agudización de la crisis económica que se reproducen en todos lados y por la cual los gobiernos van a tratar de hacer todo lo posible para disciplinar a los trabajadores. Para poder contrarrestar esto se torna necesario construir una fuerza social que combata ante una situación que va hacia un panorama más violento y reaccionario. La banca que obtuvo el FIT en Santiago es un comienzo para empezar a denunciar estos atropellos a los que los trabajadores y estudiantes nos encontramos sometidos, pero la denuncia tiene que estar necesariamente acompañada de construir organizaciones clasistas independientes de la burocracia y cualquier variante patronal, ancladas en las universidades, escuelas, fábricas y sindicatos. La tarea de construir agrupamientos que se propongan recuperar los centros de estudiantes, comisiones internas y sindicatos tiene el objetivo de transformar estos en herramientas de lucha, sólo desde la conquista de estos espacios que se propongan movilizar a cientos de trabajadores y estudiantes en las calles se va a poder hacer frente al aparato represivo y el estado que lo sostiene.

 

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