Estos días tomó fuerza en los medios la perspectiva de que una nueva patronal se hará cargo de la empresa Mahle. Si se abre ahora la posibilidad de que Mahle no cierre es producto de la ocupación, el piquete de los obreros y la enorme solidaridad recibida desde el barrio, los sindicatos, las organizaciones políticas, de DDHH y estudiantiles que se expresó día a día y en el acto del 1ro de mayo. Sólo con la fuerza de la lucha se le impuso al gobierno y a Caló de la UOM que tomen cartas en el asunto.

No bajar la guardia

Ya hemos visto otros conflictos donde intervino la Provincia, la Nación y el propio Caló, como en Paraná Metal de Villa Constitución. Ahí también aparecieron “nuevos inversores nacionales”, y junto a la UOM Villa Constitución lo presentaron como un triunfo de antemano. Pero junto al nuevo inversor, también vinieron las suspensiones con rebaja y congelamiento salarial, ataques a las conquistas del convenio, etc. ¿Quién puede garantizar que los nuevos inversores no vacíen la planta y respeten las conquistas de los trabajadores? La justa desconfianza la planteó un trabajador de la planta: “Fuimos comprados hace dos años por un gigante alemán, creíamos habernos salvados, y fijate donde estamos”.

Todos adentro, sin suspensiones, ni rebaja salarial deber ser la primera bandera de lucha.

Por eso si una nueva patronal se hace cargo de la empresa hay que luchar porque sea con todos los trabajadores adentro, sin rebaja salarial y sin relegar ningún derecho. Las condiciones salariales, de convenio y estabilidad deben ser intocables. Es necesario que se abran los libros de contabilidad de la empresa y que los propios trabajadores controlen la producción, porque sólo los trabajadores pueden evitar un nuevo fraude.

Pero si esto no sucediera, y quieren imponer despidos o perdida de conquistas, hay que rechazar el plan del “nuevo inversor” que viene a aprovechar la crisis para sacar una tajada de los trabajadores y exigir inmediatamente la expropiación sin pago y estatización de la fábrica bajo control obrero para no retroceder en nuestros salarios y condiciones de empleo.

Pongamos en pie un gran comité de solidaridad

Para que los trabajadores de Mahle triunfen hace falta extender la solidaridad, con un comité que rodee de apoyo la lucha. Este comité permitiría realizar acciones, como un gran festival que permita juntar miles de pesos para entregar ya mismo a todos los compañeros a los que no se le paguen el %100 del salario.

Durante las últimas semanas han salido a la lucha los lecheros contra el cierre de COTAR, los trabajadores de Dreyfus y Molinos, logrando el aumento de salario, días atrás los metalúrgicos de Fighiera. Hoy son la avanzada los metalúrgicos de Mahle.

Hace falta que las direcciones sindicales convoquen a un plenario o asamblea de sindicatos, delegados y trabajadores de base en las puertas de Mahle u otro lugar, para discutir como coordinar y fortalecer los conflictos, construir un gran paro general y un plan de lucha unificado de todos los trabajadores de la región. La CTA Rosario y Villa Constitución lo promete desde diciembre. No se puede seguir dilatando este llamamiento que permitiría la unidad de todos los trabajadores para enfrentar a las patronales que pretenden descargar la crisis sobre los trabajadores.