logo PTS

Nacional

“NI CON EL GOBIERNO NI CON LAS ENTIDADES PATRONALES ‘DEL CAMPO’”

Importante pronunciamiento de intelectuales y profesionales

Un nutrido grupo de intelectuales, docentes universitarios, periodistas, profesionales y trabajadores de la cultura es firmante de una declaración bajo el encabezado “Ni con el gobierno ni con las entidades patronales ‘del campo’”.

PTS

5 de junio 2008

Entrevista a Eduardo Glavich, filósofo y docente-UBA

“Tenemos que proponernos un debate público”

¿Qué opinión te merece el conflicto entre el gobierno y el campo y las distintas posiciones de los intelectuales?

La primera consideración es que hay una pelea entre sectores de las clases dominantes, entre sectores del capital por la apropiación de la plusvalía que el conjunto de la clase capitalista apropia a los trabajadores. A partir de ahí es muy difícil establecer matices sobre si hay que estar con un aspecto más progresivo de esa extracción de capital o aparentemente más progresiva de fracción de capital. Por eso, no entendemos lo que han hecho muchos compañeros, más cercanos o menos cercanos al marxismo, de contenido clasista, que fue tomar algún punto de referencia sobre un enemigo principal o sobre condiciones de posibilidad para la lucha militante, que serían mejores, si ganan unos u otros de los dos actores en conflicto. En el extremo de todo esto está la declaración que ha circulado, la llamada “declaración de las 1.000 firmas”, que es muy pro gobierno. Pero también hay matices en otras declaraciones que aparecieron, que también se vieron obligadas a ser una especie de estadistas transicionales de la crisis capitalista y dar salidas, que desde el punto de vista marxista, son salidas burguesas. Y los marxistas no estamos, por una cuestión de autonomía de clase, para dar salidas de transición a favor de un sector de la burguesía.

¿Qué reflexión te merece que la declaración que levanta una posición independiente, haya sido firmada por más de 300 personas?

En principio, antes de ir a la cantidad, era muy necesaria una posición con autonomía de clase o clasista y que no tomara posición por alguno de los dos sectores o que al menos entrara en debates finos sobre si estando a favor de unos o de otros se favorecía el surgimiento de cierta derecha u oligarquía en Argentina. Lo bueno es que en principio desde los compañeros del PTS haya surgido esta declaración y creo que en eso radica justamente su “éxito” y la cantidad de firmas. Creo que mucha gente suelta y organizada estaba esperando una posición clasista frente a tantas posiciones. Por eso me parece que sirvió la declaración, como aglutinador de muchas opiniones y militancias dispersas.
A modo de reflexión también me lleva a pensar que así como muchos trabajadores están siendo cooptados o han votado al kirchnerismo, hay muchos otros que no, que se organizan en comisiones internas, resisten a la burocracia sindical, a la cooptación política del Estado, a la compra de voluntades a partir de la caja de la política kirchnerista o de otros signos políticos que gobiernan provincias o municipios. Así que, no me resulta extraño que 300, creo que hay muchísimos más intelectuales, resistan la cooptación kirchnerista, la compra de voluntades, la confianza en que el gobierno kirchnerista es progresivo.

¿Qué iniciativas se podrían desplegar para seguir difundiendo la declaración?

Así como a la declaración de las 1.000 firmas la están llevando al Congreso y hay mucha discusión, tenemos que proponernos un debate público abierto con los medios sobre nuestras posiciones, las de ellos, y unas terceras, cuartas y quintas. Estaría bueno lograr un debate público con todas las posiciones que se han manifestado hasta ahora, hacer un debate desde las ideas y nosotros ahí sí tener un papel específico que es la crítica como intelectuales.


Juan Hernández, historiador y docente de la UBA

Es necesaria una corriente clasista

El largo enfrentamiento entre las entidades patronales rurales y el gobierno nacional es una pelea intercapitalista por la apropiación de la renta agraria. Dos fracciones de las clases dominantes, y sus respectivas representaciones políticas, ideológicas y mediáticas, se disputan los resultados extraordinarios de la emergencia alimentaria y energética que estalló a nivel planetario. Esta es la verdadera cara del capitalismo: mientras en todo el mundo millones de personas mueren o están severamente amenazadas por las hambrunas, los capitalistas se pelean para ver quién se queda con la tajada más grande.
Pero esta disputa, y su prolongación en el tiempo, tiene como condición de posibilidad la ausencia de una intervención independiente de la clase obrera y los explotados en el escenario político nacional. En mi opinión es muy importante para el futuro de nuestro país, el surgimiento de una corriente clasista en el movimiento obrero con proyección nacional y con una actitud independiente del estado y de los partidos y organizaciones patronales. Resulta esperanzador que un conjunto de intelectuales hayamos adherido a este pronunciamiento, en tan corto espacio de tiempo. Y sería mucho mejor todavía si, superando nuestra natural y habitual dispersión, este pronunciamiento sirviera como punto de partida para organizar actividades en común -debates, talleres, mesas redondas, para seguir discutiendo estos problemas y tratar de aportar nuestro humilde granito de arena a esa difícil pero necesaria construcción política.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: