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MOVIMIENTO OBRERO

PARQUE INDUSTRIAL “LA CANTÁBRICA”

Un campo de trabajo esclavo en el Oeste del Conurbano

En el parque industrial La Cantábrica hay 37 empresas que emplean cerca de 2000 personas. Piden “jóvenes con ganas de trabajar”.... más de 10 hs por día y francos rotativos. ¡Hasta hay empresas que te hacen contrato por un día!

Franco Villalba

9 de agosto 2012

-“Vengo de trabajar en una fábrica donde no te dejan hablar con tus compañeros de línea”. “Está prohibido reírse”.

 ¿Donde es eso?, pregunté.

  “En la cantábrica. Ahí hay una banda de fábricas, todas así”. Responde el pibe que tiene 19 años. Le veo marcas en los brazos y muñecas. Cuenta que son quemaduras de la fundición de ollas y sartenes en esa fábrica.

Son relatos de cómo se trabaja en el parque industrial “La Cantábrica” de Haedo (Morón), en el oeste del conurbano. Otro que trabajó en el mismo parque industrial, cuenta que el primer día lo hicieron esperar 2 horas y media en la puerta sin que nadie le diera ninguna indicación. Cansado de esperar, junto a otros que fueron enviados por la misma agencia, se sentaron unos, y el se conformó con cruzarse de brazos y apoyarse en la columna. Inmediatamente aparece un tipo a los gritos, diciendo: “¿Qué hacen? ¿Qué se piensan, que les pagamos para que estén acostados y con las manos en el bolsillo?”. Después de esta prepoteada, les informó que era el supervisor.

En el parque industrial La Cantábrica hay 37 empresas que emplean cerca de 2000 personas. Piden “jóvenes con ganas de trabajar”.... más de 10 hs por día y francos rotativos. ¡Hasta hay empresas que te hacen contrato por un día!

Dentro del parque, nada de protestar. El 90% de las fábricas que están allí, no tienen delegados. Los sindicatos solo entran a retirar los cheques o acordar los descuentos sindicales para avalar estas condiciones.

El gobierno nacional y el “progresismo Sabbatellista”, les dan facilidades a todas las empresas que radican allí. No pagan la mayoría de los impuestos, y tienen créditos baratos para instalarse en el parque industrial.

Cuando entrás, parece una cárcel en forma de barrio. Hay enormes y fríos galpones. Hay que informar y comprobar a donde te dirigís y de parte de quien llegas. Cámaras en cada calle interna y seguridad que las vigila . De la puerta para adentro, la dictadura de las patronales que radican allí, es la que reina. Asemeja a un campo cerrado de trabajo semi esclavo. Una cárcel de la producción, encubierta de propiedad privada de la Unión industrial del Oeste.

Hace unos días, la presidenta inauguró felizmente, justo frente a este parque industrial, la nueva planta de Mabe. Tan sólo cruzando la vereda desde donde Cristina se reía de sus propios chistes machistas a los operarios, los jóvenes que trabajan en la cantábrica, no tienen derecho ni a reírse.

“A veces nos contábamos chistes, ver quien aguantaba más sin reírse”, me contaba un joven de 20 años. “¡ Y si! Algo tenés que hacer para pasarla lo mejor posible en todas esa horas, ahí dentro!. Ni ganas de jugar a la pelota nos quedaba cuando termina la semana”.

En la Cantábrica el sueldo promedio es de $18 la hora.

Los que más aprovechan estos beneficios a la explotación, son las industrias del plástico. Le siguen las gráficas, las metalúrgicas y los infaltables chupasangres de la industria del calzado.

Las agencias Adecco o Manpower y el empleo en negro, encuentran en este lugar, un hogar seguro para los negocios.

En la zona oeste, el parque industrial “cantábrica”, es un gran ejemplo de esa mitad de la clase trabajadora, que está con trabajo precario. Lo que sucede en el país de los 9 años de crecimiento económico.

Pero nosotros no nos acostumbramos a esta realidad. Queremos terminar con esta explotación hacia los jóvenes, las mujeres, y los inmigrantes.

A los primeros, los empresarios exprimen hasta sacarnos la última gota de fuerza. Somos los que en nuestros barrios elige la policía y la gendarmería para reventarnos o hacernos desaparecer como a Luciano Arruga.
A las mujeres trabajan en las mismas tareas que los varones, pero les pagan menos y las extorsionan con acosos, aprovechando que tienen hijos que alimentar.

A los inmigrantes, les dicen que nos sacan el empleo. Pero son los patrones que nos dejan sin trabajo, echándonos cuando quieren. Mientras los trabajadores de Bolivia o Paraguay llegan con lo puesto, dejando a su familia lejos, y con mucho dolor.

Desde la juventud del PTS, queremos organizar a todos los jóvenes trabajadores y estudiantes que no soportamos que nos exploten y humillen así. Formando un enorme movimiento juvenil en la zona oeste y en todo el país, que luche contra el trabajo en negro, por contrato o tercerizado.

Que en todos los barrios y ciudades escrache a los empresarios como los de Cantábrica. Con festivales, radios abiertas, boletines y afiches que cubran todas las paredes. Una fuerza llena de odio que persiga en cada rincón a todo patrón chupa sangre.

Prensa

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