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Movimiento Obrero

A PESAR DEL MASIVO DESCONTENTO POR EL SALARIO Y LAS MANIOBRAS BUROCRATICAS

¿Por qué el oficialismo pudo mantener el 50% de los votos en FOETRA?

En las elecciones en FOETRA, el oficialismo alcanzó el 50% de los votos, a pesar del descontento mayoritario que existe casi unánimemente por los insuficientes aumentos salariales que negocia la conducción. La Azul y Blanca se impuso ante el 33% de la lista Verde y el 17% de la Multicolor, que presentamos una oposición al estado de situación que vivimos los telefónicos. Algunos compañeros reclaman que “si hubiéramos unido las dos listas de oposición, se ganaba”.

Carlos Artacho

8 de julio 2009

En las elecciones en FOETRA, el oficialismo alcanzó el 50% de los votos, a pesar del descontento mayoritario que existe casi unánimemente por los insuficientes aumentos salariales que negocia la conducción. La Azul y Blanca se impuso ante el 33% de la lista Verde y el 17% de la Multicolor, que presentamos una oposición al estado de situación que vivimos los telefónicos. Algunos compañeros reclaman que “si hubiéramos unido las dos listas de oposición, se ganaba”.

¿Qué sucedió que no se pudo unificar la Verde con la Multicolor?
Los compañeros de la Multicolor venimos levantando, en cada plenario, asamblea general y en cada lucha, políticas alternativas a la conducción, que reflejamos en el programa para estas elecciones, y que veníamos peleando junto a otras agrupaciones, como la 18 de marzo de la CTA - Lozano, la Bordó del PCR y un sector de peronistas disidentes del gremio. Esto marcó un claro posicionamiento contra las políticas de la dirección de la Azul y Blanca de O. Iadarola y C. Marín, que prioriza los pactos con el gobierno, la CGT y la CTA de Yasky con Telefónica y Telecom. Es decir, techos salariales y más tercerización; dejando pasar más productividad y polifunción.

A pocos meses de estas elecciones, un sector (moyanista) de la lista Azul y Blanca rompió con la conducción por cuestiones internas que nunca quedaron claras. Su propósito era convertirse en oposición y aliarse a los sectores opositores, que hasta hacía muy poco habían enfrentado. Ante esto se abrió una discusión sobre qué rol venía jugando la dirección del gremio en estos años, principalmente luego de la derrota del conflicto salarial de 2007, donde en una asamblea general en Racing fueron quienes avalaron también el techo salarial y el fraude; y no plantearon ninguna diferencia pública ante el vaciamiento y la tercerización. Este sector del moyanismo intentó entonces lavar su responsabilidad levantando un programa al que nunca habían adherido ni defendido: democracia sindical, independencia política del gobierno, salario acorde a la canasta familiar y unidad con los tercerizados.

Frente a esta maniobra burda, sectores de la CTA - Lozano, la lista Bordó del PCR y el MST optaron hacer un frente con este sector burocrático, y no fortalecer la unidad con nuestra oposición consecuente. Con un discurso de “unidad”, pero falso de contenido en favor de los trabajadores telefónicos, se aliaron a una vieja pata de la dirección burocrática del gremio. El rol que jugaron estos sectores de izquierda y centroizquierda en estas elecciones debilitó una verdadera unidad opositora. Compañeros de la CTA que están cercanos al diputado Claudio Lozano y Pino Solanas, con los cuales veníamos dando pelea, con democracia sindical, terminaron en la lista Verde aliados a los que denunciábamos.

Esto provocó una ruptura en tres partes de este sector de la CTA: uno, se fue con la Verde; otro, nos apoyó, acercándose a la Multicolor; y un último, optó por la abstención.

Por otro lado, el MST, quien había roto con la Azul y Blanca hacía poco, a propósito de su apoyo a la patria sojera en el conflicto del campo, terminó aliado también a este ala moyanista en la lista Verde. El PCR terminó abrazado al mismo color, naturalmente.

Unidad pero, ¿con quién, y para qué?

Desde la lista Violeta venimos (y seguiremos) luchando por extender y profundizar la unidad de los telefónicos para enfrentar a las multinacionales telefónicas; contra las alianzas de la dirección del gremio con las políticas de Telefónica y Telecom. Tras estas elecciones, más allá de las diferencias políticas, la realidad marca que más del 50% de los telefónicos se opuso al oficialismo. Lamentablemente, no logramos extender como alternativa sindical y política a una mayor cantidad de compañeros. Sin embargo, estamos convencidos de que los puntos programáticos que propusimos tienen (y tendrán) vigencia: la lucha por una extensa democracia sindical para derrotar la ofensiva de las empresas y la unidad con los compañeros tercerizados continúan a la orden del día.

Para avanzar en ello podríamos realizar un plenario abierto con todos los compañeros, donde discutamos actuar en común y se plantee acciones en común, exigiendo a la dirección discutir salario, condiciones laborales y el pase a planta permanente de todos los tercerizados. Desde ahí, convocar a plenarios de delegados con mandato por oficina y edificio, retomar las asambleas para que sean todos los compañeros los que decidan los pasos a seguir de forma directa, uniendo desde la base las distintas tendencias y compañeros independientes contra la patronales telefónicas, que siguen ganando fortunas, negando nuestro presente y destruyendo el futuro.

Prensa

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Marcela Soler115470-9292

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