1. De la Fede a los “jóvenes brillantes”

Luego de pasar por el Partido Comunista y la Juventud Sindical Peronista, el ‘Turco’ Rodolfo Daer hizo su carrera política de mano de las 62 Organizaciones y Lorenzo Miguel (foto). Desde allí llegó a la titularidad de la seccional Capital del Sindicato de la Alimentación en 1984. Desde esa época se atornilló al sillón del gremio, y se convirtió en uno de los ‘jóvenes brillantes’ del ubaldinismo, junto a Andrés Rodríguez, José Luis Lingieri y Gerardo Martínez. Al final de la década de los 80 juntos apoyarían la candidatura de Menem, y se convertirían en los burócratas empresarios de los 90.

Como premio a su compromiso, Daer llegó a ser funcionario de políticas habitacionales del intendente porteño Jorge Domínguez, más conocido como ‘Topadora’ por su afán por desalojar villas.

2. Inaugurando una época

“Daer, un precursor de la flexibilización”. El título podría parecer de un semanario de izquierda, pero es textual del diario La Nación. Es que en plena discusión de la reforma laboral, hasta los gorilas recordaron que el titular de la CGT de ese entonces había habilitado la flexibilización en el convenio de su gremio de 1994, “que habilita negociaciones por empresa donde se puede modificar la jornada laboral; auspicia la polivalencia y flexibilidad funcional; la simplificación de las categorías; y el trabajo de menores, entre otros puntos” (La Nación, 24/9/96). La próxima semana se cumplen 15 años de aquella ‘gesta’. ¿Brindará el Turco?

Durante toda la década de los 90 Daer fue quien pactó las sucesivas entregas de las conquistas obreras, con la flexibilización y la hiperdesocupación.

3. En el 2000 también...

Daer arranco el siglo haciendo el guiño a la Alianza para avanzar con la reforma laboral de la Banelco, que se aprobó luego del reparto de coimas.
En 2003 llegó el nuevo convenio negrero para la Alimentación, donde sumó el aporte del 2 % ‘solidario’ de los trabajadores contratados, y todos los trabajadores no afiliados.

Para seguir con sus ‘logros’, se convirtió luego en uno de los primeros dirigentes sindicales enjuiciados por corrupción, “por una increíble maniobra en la que se vendió un terreno de su sindicato en 5 millones de dólares, pero a las arcas del gremio sólo entró un millón y medio”. (Página 12, 28/3/05). Un vuelto.

Mientras la crisis golpeaba al movimiento obrero, el secretario general del sindicato festejaba con el abogado de la COPAL y Kraft, Julian De Diego (foto).

4. El empleado del mes

La extranjerización de la industria de la alimentación se profundizó en los 90, con la llegada de Nabisco, Kraft, Pepsico, Cadbury y la conversión de Arcor en una ‘multilatina’.

Durante estos 25 años, desde que ocupó la dirección del sindicato, Daer se encargó de hacer el trabajo sucio para que las empresas pudiesen aumentar las condiciones de explotación de los trabajadores del sector, la fuente de sus ganancias.

Desde el ‘peronismo ortodoxo’ atacó a las comisiones internas combativas y la izquierda en el gremio, combatió el surgimiento de cuerpos de delegados, y todo lo que hiciera peligrar sus planes. Y sus negocios.
La resistencia también llegó, como hemos visto en Pepsico, Stani y ahora en el durísimo conflicto de Kraft, donde definitivamente se recibió de empleado del mes.

Lucho Aguilar