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Internacionales

Guerra imperialista

Los inicios del movimiento antiguerra en los EE.UU.

22 de octubre 2001

En New York, el 7 de octubre, el mismo día que comenzaron los bombardeos a Afganistán, más de 10.000 personas marcharon por las principales avenidas, y desde entonces todos los días se realizan actividades de información y organización en universidades o en el Union Square Garden, el parque que sirve de punto de encuentro para todos los movimientos.
New York es, sin duda, la ciudad de la guerra en Estados Unidos. Cerca del centro financiero, en la zona de las ruinas del World Trade Center, todavía se respira aire de muerte. Los interminables trabajos de rescate atraen, los curiosos se paran cerca de las vallas para ver las columnas de humo y algunos de los edificios derrumbados. La ciudad intenta parecer normal, pero la paranoia sale a la luz ante el menor descuido; una simple emergencia médica puede transformarse en calles cortadas y policía especial custodiando la zona afectada. La histeria guerrerista llega a su máximo nivel en la prensa, encargada de agitar «contra el mal» y de glorificar cada masacre del ejército norteamericano como si se tratara de un partido de fútbol. El New York Post, uno de los diarios de mayor circulación, publica una foto de un misil norteamericano con una inscripción en la punta: «De parte de Nueva York».
En medio de una sociedad profundamente golpeada por los ataques, y de un amplio apoyo a la guerra contra Afganistán, un movimiento de oposición se ha comenzado a poner en pie. Una petición contra los ataques imperiales ha sido apoyada por más de 200 delegados de uniones e incluso por locales enteros, a pesar de que la AFL-CIO guarda, según estos sindicatos, una postura ambigua frente a los ataques contra el mundo musulmán. Además, ayer se realizó una movilización en California, con unos 3500 asistentes y para el fin de semana se preparan movilizaciones en Washington y en diversos puntos del país. En las principales ciudades se han formado coaliciones contra la guerra, y en más de 150 campus universitarios se organizaron comités por la paz.

El movimiento anticapitalista
Los ataques descolocaron toda la escena política de Estados Unidos, dejando aislado al movimiento anticapitalista y poniendo a la opinión pública del lado de Bush y sus planes guerreristas. Pero también, con la respuesta imperialista varios cientos de jóvenes abrieron los ojos por primera vez para entender qué es lo que su país está haciendo en el resto del mundo. Ellos, junto al movimiento anticapitalista, los viejos activistas contra la guerra de Vietnam, y un importante sector de trabajadores, luchan todos los días contra la marea de noticias y llamados a «defender la patria del mal». En la última movilización, representantes de estos sectores decían que «todavía estamos aislados, pero el movimiento comenzó ya hace algunas semanas, el mismo día que los ataques, y mientras corren los días ganamos más apoyo. Creo que por eso estamos mejor parados que durante la guerra de Vietnam, que necesitó de años para formar el movimiento».

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