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SE ESTRENO “EL RATI HORROR SHOW” (Nota exclusiva en internet)

La masacre de Pompeya

Acaba de estrenarse "El Rati Horror Show". Más allá del valor documental, lo interesante del film es que se centra en el caso de gatillo fácil más escandaloso del país, donde la víctima es, a la vez, la única condenada de la causa

Carla Lacorte

23 de septiembre 2010

La masacre de Pompeya

Esta estrofa del viejo tema de María Elena Walsh es muy apropiada para ilustrar lo que pasó en la llamada Masacre de Pompeya (aunque es aplicable en general a la relación entre la policía, la justicia, los medios en manos empresarias y el poder político). Por eso no extraña que Enrique Piñeyro haya elegido esa canción, pero en ritmo de rock, para finalizar su película El Rati Horror Show, que acaba de estrenarse. Más allá del valor documental, lo interesante del film es que se centra en el caso de gatillo fácil más escandaloso del país, donde la víctima es, a la vez, la única condenada de la causa. Y a treinta años de prisión (más que lo recibido por el bonaerense Franchiotti que comandó la masacre del Puente Pueyrredón y mató personalmente a Darío Santillán en 2002).

Primeros días de 2005. Medio año antes Juan Carlos Blumberg se convertía en el profeta de la mano dura. La policía tenía vía libre para disparar. Los casos de gatillo fácil se habían duplicado. La justicia emitía fallos avalando ese accionar represivo. El parlamento (sin distinción entre oficialismo y oposición) votaba leyes que ampliaban las facultades de los uniformados. Los medios insistían con campañas por la “inseguridad”. Si se quiere, un panorama parecido al actual.

El 25 de enero hay un robo en la zona de Pompeya. Los ladrones se suben a un coche blanco. La policía da la alarma. Fernando Carrera (30 años) circula por ahí en otro coche blanco. Una brigada policial, de civil y sin identificación, lo ve y empieza a perseguirlo por Av. Sáenz. Le disparan varios tiros, uno de ellos lo deja inconsciente. Su coche sigue andando tres cuadras. A la altura de la iglesia de Pompeya atropella a tres personas y hiere a ocho. El auto se frena. Los policías vuelven a dispararle varias veces “por temor” a que reaccione. Fernando sigue inconsciente. Y no tenía nada que ver con el robo.

Cuando los agentes de la Comisaría 34 (la misma que tiró y ahogó en el Riachuelo a Ezequiel Demonty) se percatan del “error”, le plantan un arma. Y hasta habrá testigos que, con los medios, harán de Carrera un “monstruo”. El resto lo hará la “Justicia” del TOC 4 porteño (su presidente, el Doctor Cataldi, da clases en la escuela de La Federal). En un proceso lleno de irregularidades (como en todo caso de gatillo fácil) se condenará a Carrera a 30 años de prisión. Hoy cumple la condena en Marcos Paz.

Como frutilla del postre, el Procurador General de la Nación, Esteban Righi (dependiente de Poder Ejecutivo) le aconsejó a la Corte Suprema que convalide la sentencia.

El Rati Horror Show muestra de forma casi impecable contrasta la versión oficial (la de los medios, privados y estatales) con la real. Así pone su grano de arena en la lucha contra la represión estatal que, como bien cuenta el documental, no es producto de unas “manzanas podridas” sino una política sistemática llevada adelante por la policía, la justicia, el Ejecutivo y los medios. Y en particular el documental se detiene en estos últimos, cómplices necesarios de la policía que muy pocas veces son señalados en ese sentido.

El resto de esta lucha nos toca hacerlo todos los días con los familiares y las organizaciones obreras y estudiantiles en las calles. Con ellos terminaremos con “el reino del revés”.


Por Carla Lacorte, Víctima del gatillo fácil

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