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La “democracia” universitaria custodiada por la policía en la UBA

En La Verdad Obrera N° 544 reflejamos el desarrollo de los hechos de “pánico y locura en la UBA” donde las autoridades de las facultades apelaron a todos los medios para allanar el camino hacia la elección del rector.

Jennifer Wainberg

31 de octubre 2013

La “democracia” universitaria custodiada por la policía en la UBA

En La Verdad Obrera N° 544 reflejamos el desarrollo de los hechos de “pánico y locura en la UBA” donde las autoridades de las facultades apelaron a todos los medios para allanar el camino hacia la elección del rector. Luego de la intervención de barras bravas, cordones de seguridad con patovicas y militantes de La Cámpora, y de la escena montada por el decano de Exactas, el viernes 25 fue convocada la elección de consejeros superiores, que son definidos por el conjunto de los consejeros directivos de las facultades. Las autoridades radicales, kirchneristas y hasta los aliados del PRO que gobiernan la Universidad dispusieron un gran operativo con policías, perros y vallados. Toda una imagen de cómo se gobierna la UBA, donde para garantizar negociados con grandes empresas, no les alcanza sólo con un régimen anacrónico y antidemocrático.
El candidato a rector Barbieri, ex decano de Económicas, un hombre del ministro de Planificación Julio de Vido, junto a los supuestos “progres” que agrupan a las gestiones afines al Kirchnerismo, apelaron a la fuerza policial para garantizar la “democracia” universitaria. Para dar sólo un ejemplo, el operativo se monta para que un puñado minoritario de profesores que justifican su mayor poder de decisión en sus grandes “méritos académicos”, voten como Consejero Superior por la mayoría radical, a personajes como Darío Richarte, ex número 2 de la SIDE durante la Alianza, hoy abogado defensor de Amado Boudou en la causa Ciccone, y del ex director ejecutivo del Organismo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI), Claudio Uberti, en la causa por tráfico de dinero ejecutado por Antonini Wilson. Además, es Director suplente de la revista La U, que se reparte gratis en la UBA, editada por EUDEBA con apoyo del empresario mediático Sergio Szpolski y el ex ministro radical y operador político de los servicios de inteligencia, Enrique “Coti”” Nosiglia. Como dice el tango: radicales, kirchneristas y el PRO “en el mismo lodo, todos manoseados”.
Mientras tanto, a través de las cámaras de los medios denunciaban que “pequeños grupos de estudiantes generaban incidentes. Pero lo que nadie dice es que los consejeros estudiantiles que denunciamos este circo antidemocrático representamos a 150.000 estudiantes, mientras ellos sólo fueron votados por 2.000 profesores titulares.
Que un puñado de profesores devenidos funcionarios tenga absoluta mayoría en la toma de las decisiones, va de la mano con un modelo de Universidad que lejos de poner los conocimientos, el desarrollo de la investigación y la crítica al servicio de las necesidades de los trabajadores y el pueblo, la coloca al servicio de la ganancia de las empresas. Los pocos profesores concursados y titulares que conforman la mayoría de la totalidad de los órganos de gobierno de la Universidad, son en última instancia encargados de adecuar nuestras carreras a gusto de los “inversionistas” de la UBA. Defender el régimen antidemocrático y cuasi feudal con el que gobiernan, es el arma principal que tienen para preservar el rol que juega esta Universidad al servicio de los capitalistas.
Para quienes peleamos por democratizar la Universidad y ponerla al servicio de los intereses de los trabajadores y el pueblo, en la próxima elección de rector no tenemos nada que esperar por parte de los Barbieri, ni de los “progres”. ¿Cuándo se atrincheró Aliaga -el decano de Exactas- para reclamar contra las cesantías o exigir mayor presupuesto para una Universidad que tiene que desarrollarse apelando a la “inversión” de los privados? Cuando se trata de defender los derechos estudiantiles o de las mayorías docentes que en general están ad-honorem o en situaciones precarias, los métodos “radicales” de estos decanos quedan en el olvido. Todo vale para ellos con tal de tener su lugarcito en el régimen universitario.
Frente a un régimen que se sostiene con amigos de la SIDE, policías y defensores de corruptos no hay reforma cosmética que valga. Por eso sólo confiamos en la auto-organización estudiantil y la unidad con los docentes y no docentes, porque tenemos que ser cientos de miles en las calles para enfrentarlos. Peleamos por la mayoría estudiantil en los órganos de cogobierno porque somos los estudiantes la razón de ser de la Universidad y la amplia mayoría de la comunidad universitaria, y quienes debemos plantear qué universidad queremos, al servicio de qué y de quiénes. Mientras su historia esta plagada de corrupción, negociados y represión a quienes peleamos por la educación pública, el movimiento estudiantil dio grandes gestas como el Cordobazo, el Mayo Francés e incluso la Reforma de 1918. Fuimos protagonistas de experiencias de autoorganización estudiantil que a lo largo de la historia posibilitaron el mayor avance en la politización y combatividad, como fue el “Doble Poder” en Filosofía y Letras” que en los ’70 implementó el control estudiantil de los planes de estudio, nombró sus propios docentes y llegó a tomar en sus manos el funcionamiento de toda la Facultad. Peleamos por el claustro único docente, para que se acabe la división entre docentes de primera y de segunda y por la voz y el voto para los trabajadores no docentes. ¡Basta de que un puñado de profesores decida los destinos de la UBA!

Un debate abierto en el movimiento estudiantil

En las asambleas y reuniones de las últimas semanas también se desarrolló el debate sobre cuáles son las vías para pelear por la democratización de la Universidad. La Mella adoptó llamativamente una ubicación “ultra”, posando de luchadores y poniendo en el centro del debate qué tipo de acciones hay que realizar. Debería empezar por decirles a los estudiantes que Patricia Funes, del espacio “imaginación sociológica” del cual es parte, es la vicedecana del nuevo Decano Glenn Postolski.
El planteo de reforma de estatutos de La Mella y que también desarrollan los compañeros del PO, creemos que no resuelve el problema de fondo en la lucha por la democratización. Planteado en sí mismo, sin discutir con qué contenido y de qué forma será llevado adelante es sólo una consigna vacía. En la UNLP ya se transitó este camino, concluyendo en una lavada de cara al régimen de gobierno. El desarrollo de un marco “progresista” del nuevo estatuto de la UNLP permitió a las autoridades mantener lo sustancial del régimen antidemocrático, otorgando a cambio algunas concesiones menores. El problema de fondo es que esa reforma de estatutos fue realizada con una asamblea universitaria con absoluta mayoría de las camarillas de profesores. Una asamblea estatuyente con mayoría estudiantil, claustro único docente y voz y voto para los no docentes es la única forma de avanzar en una verdadera democratización y el desarrollo de un nuevo estatuto para la UBA.

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