El 28 de agosto burócratas oficialistas, empresarios y gobierno pactaron un salario mínimo de miseria. Hugo Moyano se opone pero no convoca a ninguna medida de lucha.
En estas semanas realizamos dos eventos partidarios que expresan los avances y contradicciones que enfrentamos en nuestra construcción.
El martes 28 se reunió el Consejo del Salario. El gobierno con la burocracia de la CGT oficialista y la CTA Yasky, que también responde al kirchnerismo, junto con las cámaras empresarias, acordaron un nuevo salario mínimo, vital y móvil. El nuevo mínimo subirá a $2.670 a partir de septiembre y llegará a $2.875 en febrero. Una verdadera miseria.
Algunas ideas importantes empiezan a tomar forma. Por un lado, quienes atestiguan en carácter de compañeros de Mariano y víctimas del ataque no confunden hechos, ni escatiman datos ni se esconden en el silencio. Saben que la verdad está de su lado, por eso responden sin titubear.
“Tenía un buen legajo para entrar a trabajar en el ferrocarril”, confesó sin sonrojarse el abogado Sergio D’Amico, refiriéndose al que fuera tiempo atrás su defendido, Cristian “Harry” Favale, uno de los cuatro tiradores del crimen de Barracas, que había llegado al lugar de los hechos con otros veinte barrabravas de Defensa y Justicia.
Este martes, los estatales se hicieron presentes en el juicio por Mariano Ferreyra. Participaron nuestros compañeros delegados de ATE-INDEC, Ana Laura Lastra y Lía Pesaresi y Roberto “Coroco” Traibel delegado gral. de ATE-D.G. Música del GCABA.
Uno de los policías juzgados, David Villalba, acusado de liberar la zona, es patrocinado durante el juicio por la abogada Valeria Corbacho, experimentada defensora de uniformados.
250 estudiantes y docentes participaron del Acto en homenaje a Mariano Ferreyra, en la facultad de Humanidades y Artes. En el mismo, colocamos un cerámico, realizado por obreros de Zanon, en memoria del joven militante asesinado por la patota de la UF.
Reproducimos la declaración de La Bordó -Desde las bases ante el anuncio de elecciones en el gremio.
Los trabajadores de la línea Sarmiento se movilizaron este martes al Ministerio de Trabajo tal como lo había votado una concurrida asamblea general que definió la marcha por el 30% de aumento y contra el impuesto a las ganancias.