Luego del brutal ajuste económico anunciado por el gobierno de Grecia, el pasado 12 de mayo le tocó el turno al Estado español.
Es la noche del 3 de mayo. La conductora entrevista a un funcionario. Pero abruptamente es sacada del aire. En la pantalla estiran una tanda, pero en los estudios la bronca sube de tono y exige ser transmitida en vivo y en directo para toda la audiencia.
El Parlamento portugués acaba de votar el plan de “rescate” de la Unión Europea para Grecia, el mismo plan que exige el ajuste draconiano contra los trabajadores helenos. La aprobación del plan contó con el apoyo del gobernante Partido Socialista y los partidos de la derecha portuguesa.
Unos 60 jefes de Estado y representantes de gobiernos de Europa, América latina y el Caribe se reunieron en Madrid para discutir una serie de acuerdos económicos y políticos en nombre de una “alianza estratégica” bi-regional.
La “buena onda” de la presidenta obedece a una estrecha relación de su gobierno con la principal empresa de la Corona, Repsol, gracias a la privatización de YPF en los ‘90. El actual secretario general de la presidencia y miembro del círculo íntimo de los Kirchner, Oscar Parrilli, fue el diputado informante en el Congreso de la ley de entrega de los hidrocarburos bajo el impulso de Menem y Cavallo.
El juez Oyarbide procesó y embargó a Mauricio Macri, por integrar una “asociación ilícita”. También fue procesado por encubrimiento el ex ministro de Educación Narodowsky, mientras el ministro Montenegro, fue sobreseído.
La tarde del martes 18, mientras el ministro Montenegro, en lugar de Macri, estaba siendo interpelado en la Legislatura, Pino Solanas dio una conferencia de prensa. “Es un escándalo”, repitió junto a Claudio Lozano y Fabio Basteiro, secretario general de la CTA Capital y jefe de la bancada de Proyecto Sur en la Legislatura porteña.
Después de más de 6 meses de lucha, y ante la nueva maniobra patronal, los obreros de Stefani dicen basta, y votan poner la planta en marcha.
El jueves 13 más de 400 compañeros se movilizaron a la seccional Haedo de la Unión Ferroviaria (UF). El Cuerpo de Delegados había convocado a una asamblea general y el temario era la apertura del Convenio Colectivo de Trabajo. Si bien la parte salarial se cerró, quedan pendientes algunos de los reclamos más sentidos.
Hoy la situación es gravísima y la planta está paralizada. La crisis desencadenada a partir de la reciente quiebra judicial muestra las verdaderas intenciones de Guillermo Moreno y el gobierno: sacarse el problema de encima haciéndoles pagar la crisis a sus obreros.