Cristina Fernández se jacta de que el período que recorre su gobierno, y el de su difunto marido, será recordado por romper lazos de sumisión con los dictados del FMI. Desde un incomprensible discurso de soberanía nacional justifica que “su secreto” es ser el gobierno más “pagador” de la historia, habiendo alcanzado “el paroxismo de independencia” al pagarle los famosos 10 mil millones verdes en el 2005. (Todo un símbolo: el hecho le permitió a Néstor Kirchner tocar la campanilla de Wall Street).

Patota Nac&Pop

En los primeros tiempos de la intervención del INDEC por parte del gobierno, Moreno y su patota de UPCN, nos tuvimos que bancar no sólo sus métodos de apriete a quienes lo enfrentamos, sino que adornaban su decisión de dibujar los índices con todo un chamuyo de “robo patriótico” (o bajar los índices para pagar menos deuda externa). “Los que quieren modificar los índices del INDEC, son los bonistas y el FMI que quieren ajustar sus papeles con la inflación”, decían. Más tarde, a principios de 2010, CFK le dedicó toda una metáfora a sus “enemigos” financieros: “me hizo acordar a los buitres. A esos que una vez más acechan desde afuera para interrumpir un proceso político y económico que logró generar trabajo y un desendeudamiento de los argentinos, para que nunca más vuelvan a acogotarnos, como cuando explotamos en 2001. Los que se llevaron el dinero de los argentinos al exterior hicieron muy buenos negocios. Son los mismos fondos. Vieron los buitres?. Son esos pájaros de alas negras que comen carroña, comen carne muerta. A esos fondos se los llama buitres porque están esperando que los países caigan en desgracia, que no paguen sus deudas, para comprar esos títulos por centavos y después pretender que se les devuelva el valor nominal”.

“Mejor que hacer es decir” ¿o era al revés?

Ana María Edwin, la directora puesta a dedo por la intervención del INDEC, la ex menemista que fuera directora de RRHH del organismo en los ‘90 y ahora despotrica contra esa década, en su estilo cínico, hoy anuncia a pura euforia: “Hemos solicitado al FMI una asistencia técnica para el diseño de un índice de precios a nivel nacional, en lo que será un salto de calidad en las estadísticas argentinas, impulsado por el gobierno e implementado por el equipo del INDEC” , mientras se saluda con Boudou, otro nac&pop que conoce bien al FMI de su pasado en la Ucede.

Los que vinieron a intervenir el INDEC para supuestamente cambiar las políticas del organismo en los ‘90, quienes nos acusaron de estar con los bonistas, hoy deciden recibir este “asesoramiento” de estos especialistas que según ellos mismos son los gurúes que recomendaban planes de sumisión de los pueblos en la década perdida.

Hay otra frase heredada de una máxima peronista: “Es hora que juzguen al gobierno por lo que hace y no tanto por lo que dice”, que le gusta repetir a la presidenta desde los palcos. Los sectores financieros le hicieron caso. La buena letra del gobierno para con ellos, se comprobó rápidamente en los gestos de agradecimiento de los brokers de la bolsa, que subieron sus acciones para seguir ganando, a costa de los trabajadores y el pueblo.

por Emilio Salgado, delegado Junta Interna ATE-INDEC, Lista Marrón