Son al menos tres los fallecidos en esta nueva masacre a lo que se suman cientos de heridos, algunos muy graves. Sin embargo, los médicos que asistieron a las víctimas afirman que el número de fallecimientos es mayor. El Ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo tiene la misma catadura moral que la del Secretario de Transporte
renunciado Juan Pablo Schiavi cuando se produjo el crimen social de Once. Otra vez se crean sospechas de que pudo haber un atentado y se busca un chivo expiatorio, entre los trabajadores. Dos conductores y sus ayudantes continúan detenidos. Cristina Kirchner no se quedó atrás y llamó a que “la Justicia determine qué pasó”. Que no sigan
buscando, los culpables son ellos mismos, este gobierno y sus funcionarios cómplices de las empresas vaciadoras del ferrocarril.

Claudio Dellecarbonara: "No se les puede creer nada a estos funcionarios y empresarios".

Christian Castillo: "Que se juzgue y castigue a los reponsables".

La “revolución ferroviaria” es un crimen contra la clase obrera.