PET: ¿Qué implicancias tiene en el porvenir del pueblo trabajador y en particular para los luchadores obreros y populares esta norma represiva?

MB: Nos preocupa que, en el marco de estas llamadas leyes antiterroristas, se produjo una reforma completa del Código Penal en la que se cambia una cláusula directamente en la parte general del código -algo que no se ha hecho habitualmente en la historia represiva de la legislación argentina-, y por la cual para todos los delitos, del primero al último, si el juez considera que fueron cometidos por una finalidad terrorista -como por ejemplo obligar a un gobierno a hacer o dejar de hacer algo-, se duplicarían las penas. Es gravísimo porque produce un descalabro tal que los delitos de lesa humanidad, recientemente incorporados al código, podrían tener una pena máxima de 25 años pero otro delito que un juez considere que fue con finalidad terrorista le podrían dar 50 años. El terrorismo de Estado podría tener penas menores comparado con lo que pueda tener un luchador que es considerado un terrorista por un juez, además que todos estos delitos dejen de ser excarcelables. Los delitos habituales que se le pone a los compañeros que están siendo procesados por cortes de rutas, daños y perjuicios y demás pasan a ser delitos no excarcelables.

PET: En otra ocasión comentaste que esta reforma del Código Penal y esta vuelta de tuerca de la Ley Antiterrorista se puede considerar a la altura de las llamadas leyes Blumberg; incluso con implicancias gravísimas, superiores o por lo menos a la altura de lo que fueron las reformas del Código Penal del año 1974.

MB: Sí, por supuesto, la legislación Blumberg es la culpable de la cantidad de presos que hay en la provincia de Buenos Aires y en todo el país, porque se ha duplicado o triplicado la cantidad de presos sin condenas, pero esto a su vez tiene una inclusión mucho más política directamente en el articulado. Yo lo comparo con la reforma del año 1974, que también inventó un enemigo, “la subversión”. Se reformaron varios artículos del Código Penal y a partir de allí los trabajadores de Matarazzo y otros trabajadores que estaban en huelga pasaron a ser penados por coacción agravada, lo que es habitual hasta el día de hoy. Sigue siendo una figura que se utiliza para reprimir a los que luchan. Esta reforma reviste la misma gravedad que aquella, porque abarca a todo el Código Penal. Es preocupante porque ya sumaron cinco mil las causas por luchar en todo el país.

PET: Esta analogía con la del año 1974 es una muestra clara de cómo determinado andamiaje jurídico puede ser utilizado años después, porque muchos compañeros pueden sostener que hoy el gobierno de CFK no va a utilizar la ley antiterrorista contra ningún luchador, pero el tema es hacia adelante: las herramientas que otorga para perseguir a los luchadores.

MB: Sí, cuando fue la reforma del 74 tampoco se le decía al pueblo trabajador que esas reformas iban a ir directamente contra ellos, contra sus reclamos. Se ponía el fantasma de la “subversión” como algo que justificaba esa reforma, que se empezó a aplicar a los pocos meses, cuando los trabajadores salieron a la huelga en el año 74. La verdadera finalidad nunca está expresada cuando son reformas tan brutales, tan retrógradas, tan represivas. Igualmente, bajo el gobierno de CFK tenemos uno de los récords de procesamientos. Los que somos abogados de comisiones internas en la zona norte de la provincia de Buenos Aires y distintos lugares del país podemos ver como los activistas, delegados de base y referentes de fábrica cuentan con uno, dos o hasta once procesos penales en su contra. Es decir, la persecución ya se está dando hoy, la nueva ley lo que hace es incrementar las penas y dar la posibilidad de que no sean delitos excarcelables, por lo cual irían a la cárcel efectivamente.

PET: La llamada megacausa Panamericana es un caso testigo hoy por hoy, ¿verdad?

MB: La causa es un caso testigo así como las demás que tienen los trabajadores de la zona norte del Gran Buenos Aires, muchas de las cuales están siendo elevadas a juicio oral. Esta semana tenemos dos causas que se elevaron en el marco de manifestaciones en el acceso a la Panamericana, y también fueron llamadas a indagatoria los trabajadores de Disco, a los que acompañamos con el doctor Bonomi. En una sola semana podemos relatar cinco o seis hechos represivos. Lorena Gentile de Kraft también fue llamada a declarar en una causa en donde se persigue a los trabajadores de Paty. Ella fue a solidarizarse y terminó procesada. Esto demuestra el nivel de persecución que hay, porque, si en una semana de fin de año, donde los tribunales incluso ya no tienen el mismo ritmo que tienen en otros momentos, tenemos tanta cantidad de procesos, podríamos hacer la proyección de lo que se viene para el año que viene…

PET: Evidentemente lo que está planteado es una gran campaña pública para enfrentar estas leyes represivas, ¿no?

MB: Sí, la mayor parte de los organismos de DD.HH. que han estado cercanos al gobierno nacional en el último tiempo se han manifestado en contra de esta ley. La han repudiado diciendo que es una persecución política, porque nadie puede justificar un avance represivo de este tipo. No somos sólo los organismos que venimos luchando y enfrentando las políticas del gobierno nacional los que hemos salido a denunciar esto. Creo que ante el hecho de que fuera aprobada, aun cuando no fuera promulgada, hay que comenzar a plantear la pelea por la nulidad de esta ley.