"Hay que darles la espalda a los viejos partidos", afirma Montes

A José Montes le cuesta decir que regresa a su provincia natal sólo por una parada proselitista en su campaña presidencial. Por eso este tucumano, radicado desde hace 35 años en Buenos Aires, considera su visita un “compromiso ineludible”, en el que intercala reuniones políticas con reencuentros con familiares y amigos.
Ayer, el postulante a Presidente  por el Frente de Izquierda y los Trabajadores por el Socialismo apuntaló en Tucumán al candidato a diputado local, Juan Luis Véliz. Quizás por su rol de referente sindical, Montes menciona en cada respuesta a los trabajadores y deja en claro que el objetivo de la agrupación no está puesto en la elección del domingo. “Los trabajadores no sólo podemos hacer política, sino que debemos hacer política. Porque si no, a la política la hacen otros”, expresa.
“A lo largo de la campaña hicimos un gran esfuerzo, desnudando el doble discurso de un Gobierno que por un lado gasta millones de dólares en una campaña de trabajo registrado, pero por otro permite que haya miles de trabajadores precarios. En Tucumán, por ejemplo, hay más del 50% de trabajadores en negro, que cobran un 40% menos que los efectivos y sin ninguna protección”, sostiene.
El dirigente de izquierda está convencido de que sólo la clase trabajadora podrá revertir el modelo económico y político impuesto por las viejas estructuras. “Hay que darles la espalda a los viejos partidos y comenzar a dar los pasos para crear un gran partido de los trabajadores. No es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana, pero pretendemos sembrar esa idea en esta nueva generación de trabajadores”, señala. E inmediatamente menciona a sus rivales del domingo. “Cristina Kirchner es una abanderada de los empresarios; y Lavagna, Carrió, López Murphy y Rodríguez Saá son parte de la vieja casta política, que pretende seguir gobernando manteniendo los mismos intereses”, opina.
Montes reclama a la gente que participe activamente en los comicios del domingo, pero reconoce que difícilmente pueda darse una sorpresa en las urnas. “En la gente hay cierto conformismo, porque venimos de la hiperinflación y de la década menemista. Pero en breve se va a profundizar el reclamo de los obreros. A partir del 10 de diciembre se van a generalizar las luchas, porque no puede ser que tras cinco años de recuperación económica los trabajadores apenas hayamos recuperado un 20% de lo que perdimos en 2001. Cristina no va a achicar la sed de ganancia de los grandes empresarios”, advierte.
Consustanciado con su anhelo de formar un partido de los trabajadores, el postulante asegura que parte de la lucha de los obreros se debe centrar en recuperar los sindicatos. “Ya se perdió el miedo a la desocupación que reinaba en los 90 y ahora estamos dando un paso importante para quitar los gremios a la vieja burocracia sindical”, augura.