Los trabajadores aceiteros de Rosario nucleados en S.O.E.A.R (que conduce Daniel Yofra) y la región se plegaron al paro nacional convocado por la Federación Aceitera, que cuenta con aproximadamente 15 mil afiliados.
Las reuniones paritarias volvieron a fracasar luego de que las patronales, en complicidad con el Ministerio de Trabajo de la Nación, ofrecieron un miserable 16% de aumento, cuando los trabajadores están exigiendo un 26%.
En el primer paro nacional del año, desde las 00 hs. del miércoles 9, Molinos (Rosario), Cargill (Alvear) y Dreyfus (General Lagos) se vieron bloqueadas y con un alto acatamiento a la medida de fuerza en el gran Rosario.
El gobierno quiere ponerle techo a las paritarias impulsando acuerdos que no superen el 20% cuando la inflación supera por varios puntos esa cifra. Este objetivo lo pudieron conseguir en la seccional de San Lorenzo del gremio de Aceiteros (que no integra la Federación) cerrando un acuerdo del 19,5%, gracias a la complicidad del burócrata Reguera.
La Federación plantea un incremento salarial de 23,3 % y un 2% en compensación por “Ganancias”, es por esto último que no se llegó un acuerdo, ya que marcaría un precedente para las demás paritarias. En el caso de los aceiteros el reclamo adicional tiene que ver con que el básico de un aceitero pasara de 6.200 a $7.640, por lo que se vería afectado por el impuesto a las “ganancias”. A esto debemos sumarle la pérdida del cobro de las asignaciones familiares.
De los puertos del Gran Rosario sale el 80% de las exportaciones de aceiteras y cerealeras; para estas empresas que facturan millones de dólares diarios el salario de los obreros sólo representa el 2% de sus ganancias. El gobierno nacional de Cristina y el provincial de Bonfatti son los garantes de que los beneficiaros del modelo sean estos pulpos oleaginosos.
Si bien el paro no es en momento de cosecha gruesa, las empresas más grandes estuvieron paradas hasta las 14:30 hs. de hoy, cuando se acató la conciliación obligatoria por 15 días. Desde el S.O.E.A.R ya anunciaron posibles medidas de fuerza antes del 21 de enero cuando sería la próxima audiencia. La conciliación no alcanza el quite de colaboración y el trabajo a reglamento que vienen realizando los aceiteros, por lo que anunciaron que esas medidas continúan.
Durante este tiempo es necesario preparar un plan de lucha en cada fábrica para poder dar respuesta a los intentos del gobierno y las patronales de otorgar aumentos por debajo de la inflación.
El sindicato debe impulsar asambleas en cada lugar de trabajo para pelear por un salario acorde a la canasta básica y a un aumento por encima de la inflación, para terminar con el impuesto al salario y por las asignaciones familiares al 100%. Es necesario que los delegados paritarios sean votados en asamblea.
La CGT y la CTA deben lanzar un plan de lucha, votado en asambleas para romper el techo salarial del gobierno y las patronales quieren aplicar hoy en las negociaciones paritarias de aceiteros y bancarios.
Es necesario cuestionar el saqueo de los grandes pulopos agroexportador, luchando por la estatización bajo control obrero de los puertos y aceiteras, para ser utilizados en beneficio del pueblo trabajador.