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PLENOS DERECHOS PARA TODOS A PARTIR DE LOS 16 AÑOS

El falso debate sobre la imputabilidad

Muchos detractores “por izquierda” del planteo de que los jóvenes tengan plenos derechos ciudadanos —mayoría de edad— desde los 16 años y no sólo puedan votar cada dos años, afirman que si esto se concretara esta franja pasaría a tener la misma carga penal que hoy tienen los mayores.

Guillo Pistonesi

13 de septiembre 2012

Muchos detractores “por izquierda” del planteo de que los jóvenes tengan plenos derechos ciudadanos —mayoría de edad— desde los 16 años y no sólo puedan votar cada dos años, afirman que si esto se concretara esta franja pasaría a tener la misma carga penal que hoy tienen los mayores. Paradójicamente entre estos se encuentran sectores kirchneristas, cuyo gobierno aprobó las leyes Blumberg que aumentan exponencialmente las penas.

En primer lugar hay que aclarar que con las actuales leyes vigentes ningún pibe, culpable o inocente, es impune. A partir de los 16 años va a juicio como cualquiera, sólo que lo juzga un tribunal que tiene un cartelito en la puerta que dice “Menores”. En lugar de ir a un instituto penal, va a un instituto de menores. ¿Una “garantía” que hay que defender?
De ninguna manera. En una encuesta realizada en 2009, el 83% de los jóvenes presos aseguró que al ser detenidos fueron golpeados por la policía. Una investigación realizada ese mismo año consignaba que sobre 79 jóvenes encuestados un 32 % denunció haber sido agredido en algún instituto, por el personal a cargo de su cuidado y dentro de estos, el 44% reconoció haber sido golpeado. Del total de adolescentes encuestados, el 86 % fue sancionado con aislamiento continuo. En muchos casos las sanciones son acumulativas y los jóvenes pueden permanecer más de un mes en su celda. (trabajo realizado por el Insituto Gino Germani y la UBA). Hace una semana el Defensor Penal Juvenil, Julián Axat, denunció la represión y torturas a jóvenes detenidos en el Instituto de Menores Almafuerte. Todo comenzó con una denuncia por supuestas agresiones a personal del área de minoridad, por la que el Defensor concurrió al Instituto y verificó “un panorama bastante difícil, terrible, porque en realidad lo que se había denunciado era al revés. Los chicos estaban castigados adentro de celdas individuales, buzones, todos desnudos, sin colchones, todos lastimados”. El 70% de los menores de 18 años detenidos está sin condena. Esa es la realidad del sistema penal de menores.

El sistema jurídico es un aparato creado para asegurar los intereses de la clase dominante. La ley, los jueces, la policía, las cárceles y sus penitenciarios son instrumentos de la clase dominante y su Estado. No es ninguna casualidad que los penales e institutos estén atestados de jóvenes pobres. Luchamos para acabar con este Estado, su justicia de clase y todas sus cárceles y no optamos por uno u otro sistema penal, sino que los rechazamos de plano.

Entretanto somos partidarios de la mayor libertad y derechos para todos los explotados y oprimidos. Poner en el medio del debate el falso tema de la imputabilidad de los menores, es una mera argucia para evitar que los jóvenes mayores de 16 años tengan todos los mismos derechos que los de más de 18.

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