A dos meses de la masacre de Cromañón, luego de decenas de movilizaciones a Jefatura de Gobierno y a Plaza de Mayo, de escraches, del surgimiento de comisiones y asambleas de padres y jóvenes en Capital y Gran Buenos Aires, es necesario hacer un primer balance en nuestra lucha por justicia y por la cárcel y castigo a todos los responsables políticos y materiales de la masacre de Cromañón.
Hasta ahora sólo están presos Chabán, Villarreal y el manager de Callejeros, mientras que el régimen responde con un pacto de impunidad bajo el manto pseudodemocrático de un plebiscito trucho y con su justicia desplegando cortinas de humo paseando la causa de juzgado en juzgado, para encubrir a Ibarra y a todos los responsables.
Cromañón no sólo puso en cuestión a Ibarra por ser el responsable político de una de las masacres más grandes de la historia argentina contra la juventud, sino que develó la podredumbre del régimen y sus instituciones. Se desnudaron los negociados de los funcionarios corruptos con los empresarios negreros, una policía de la coima y del gatillo fácil, una Legislatura decadente que actúa al servicio de los capitalistas y donde las diferencias políticas entre macristas e ibarristas versan sobre quién administra la caja y accede a los grandes negociados de la Ciudad.
Frente a las enormes movilizaciones que amenazaron al principal exponente de la transversalidad kirchnerista en la Capital, Ibarra intentó comprar a los familiares con 300 mil pesos de indemnización que fueron ampliamente rechazadas. Ante este fracaso se hizo necesario un nuevo pacto de impunidad para resguardar el orden institucional y evitar que Ibarra caiga producto de la movilización que exigía su renuncia. Vimos desembarcar así al duhaldismo con su representante Juanjo Alvarez, ocupando la Secretaria de Seguridad del gobierno de la Ciudad; vimos también la interpelación trucha acordada con el macrismo. Se buscó frente a la enorme crisis evitar una respuesta independiente de la movilización popular. Así todos los esfuerzos del ibarrismo –con la colaboración del kirchnerismo- estuvieron centrados en evitar el desarrollo de la movilización y la organización masiva de familiares y jóvenes, dividiendo, intentando corromper, desviando el eje de la discusión al terreno de un plebiscito trucho sobre la continuidad del jefe de gobierno porteño.
Pese a todo, no pudieron acallar el movimiento, así lo demuestra la reciente marcha a dos meses de la masacre con más de 8000 personas o el repudio de los familiares, quienes en la inauguración de las sesiones ordinarias de la Legislatura dieron la espalda a Ibarra, en señal de repudio. 
En este momento, al gobierno le preocupa la inestabilidad de su situación manifiesta en la imposibilidad de avanzar en la campaña de firmas para habilitar el mecanismo plebiscitario –necesitan 500.000 y apenas llegan a 35.000- dilatando aún más el proceso del referéndum. Se plantea una crisis de la salida pergeñada si se tiene en cuenta que en la recolección colaboran tanto las ONG y Patria Libre que están con el gobierno, como la derecha reaccionaria estilo Patricia Bullrich.
Desde el PTS venimos planteando por medio de una campaña activa con pintadas, afiches, y charlas, que el plebiscito no es más que un engaño, donde no hay ninguna posibilidad de revocatoria efectiva, y en la que un sector ínfimo de los familiares de las victimas podría votar, ya que la mayoría viven en el gran Buenos Aires. Su único objetivo es legitimar a Ibarra y sacar del centro de la escena su responsabilidad frente a la masacre. Es un desafío de todos los familiares, la juventud y las organizaciones obreras, estudiantiles, y de la izquierda desarrollar una campaña activa de rechazo al plebiscito y encauzar esta lucha independientemente de los tres poderes del estado. En este sentido es imprescindible avanzar en la conformación efectiva de una comisión investigadora independiente.

Notas relacionadas:
Formemos comisiones juveniles 
Mariana Márquez, mamá de Liz: Queremos la cárcel a Ibarra, Chabán y todos los responsables políticos
Laferrere: Exitoso festival x los pibes
Jornada Cultural en Avellaneda: Justicia por nuestros callejeros