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INTERNACIONAL

ELECCIONES PRESIDENCIALES EN MÉXICO

Continúa la misma entrega y miseria contra los trabajadores y el pueblo

(MÉXICO) El 30 de marzo inició “oficialmente” la campaña de los cuatro candidatos al sillón presidencial. Como en 2006, estas elecciones son profundamente antidemocráticas ya que los trabajadores y la izquierda estamos impedidos, por las leyes electorales, de participar con nuestros candidatos/as, algo que ni siquiera la oposición perredista denuncia.

LTS de México

19 de abril 2012

Los partidos patronales, que sí pueden presentarse, cuentan con enormes recursos financieros para pagar consultoras y “formadores de imagen”, cuya única intención es convencer al pueblo trabajador de que ellos lo salvarán de la miseria y el hambre en que lo han sumido desde hace décadas.
No hay ningún candidato que cuestione la dominación de Washington sobre nuestro país ni que amenace las ganancias de los Slim, los Zambrano, los Salinas Pliego y los Azcárraga. El “ejercicio democrático” del que nos hablan los medios de comunicación y los políticos del régimen, es optar entre quienes se postulan para continuar los planes imperialistas y garantizar la explotación y la opresión sobre nuestras espaldas.

Carrera electoral… y golpes contra las mayorías populares

Estas elecciones se dan en el contexto de un fuerte ataque contra las libertades democráticas populares (impulsado por Calderón y las bancadas del PRI y el PAN), como muestra la reforma al artículo 24 –que permite una mayor injerencia de la Iglesia sobre la educación– y las reformas penales que criminalizan a los adolescentes desde los 14 años; así como el pacto PRI-PAN para profundizar la entrega como es la aprobación del “acuerdo transfronterizo” para la explotación de las reservas petrolíferas entre México y EE.UU.

Se ve que Peña Nieto y Vázquez Mota (así como el candidato de Nueva Alianza, partido de la charra Elba Esther, hasta hace poco aliada del PRI) tienen acuerdo en golpear sobre los trabajadores y la juventud; que mantendrán la militarización y el ataque a los derechos de la población y en particular de las mujeres, los indígenas y la juventud. La clase dominante aprovecha que se han frenado las movilizaciones obreras y populares, para avanzar en su embate y dejar en peores condiciones a las grandes mayorías del campo y la ciudad.

Estas elecciones se dan también en un momento de fuerte ofensiva sobre las conquistas laborales y sindicales y de gran caída del poder adquisitivo del salario, con un desempleo creciente, que muestra los efectos de la crisis económica internacional.

En febrero, según el INEGI, la tasa de desocupación se situó en 5.18 % (la mayor en los últimos cinco meses), lo que significa que, tan sólo en febrero de este año, 300 mil personas se quedaron desempleadas (La Jornada, 24-04-12). Además, en este sexenio se sumaron 15 millones de nuevos pobres.

Después de la dura derrota sufrida por el SME, y del golpe a los trabajadores de Mexicana, el magisterio disidente enfrenta la ofensiva sobre sus conquistas –como con la ACE–, así como la “demonización” por parte de Televisa y Tv Azteca, y represión como la que sufrieron los normalistas de Guerrero. Mientras, los más de 300 mil trabajadores del Seguro Social están amenazados por un plan de despido masivo que liquidaría sin más el Contrato Colectivo de Trabajo. En caso de que el PRI vuelva a Los Pinos, continuará esta ofensiva contra los trabajadores y sus organizaciones sindicales.

Darle tregua al gobierno o retomar la movilización

Desde inicios de año el magisterio se movilizó, como vimos el 15/3 cuando miles de trabajadores de distintos estados se manifestaron en el DF. Y el 16/3, salieron a las calles trabajadores electricistas y de otros sindicatos opositores.

Esto mostró que hay descontento contra el gobierno y condiciones para resistir el ataque del Calderón y los patrones. Lamentablemente las direcciones sindicales no convocaron a nuevas acciones ni a un plan de acción unificado. Por el contrario, le dieron tregua al gobierno y se limitaron a llamar a los trabajadores a confiar en que, mediante “ni un voto al PAN, ni un voto al PRI” (es decir votando por AMLO y el PRD) se frenarán los planes capitalistas.

Contienen así, el enojo de los trabajadores y le hacen el juego a la patronal y la “clase política”, que se aprovecha de esto para montar su gran “circo” electoral y avanzar sobre nuestras conquistas. Y llevan a los trabajadores a un escenario de pasividad muy distinto al que, por ejemplo, hay en el Estado Español o en Grecia, donde la fuerza obrera protagonizó grandes acciones de lucha y enfrenta valerosamente el ataque capitalista.

Desde la LTS sabemos que muchos trabajadores y jóvenes, descontentos con el PRI y el PAN, consideran que es una opción valida el votar por la Coalición Movimiento Progresista y a su candidato, que aparece como distinto a Peña Nieto y Vazquez Mota.

Fraternalmente les decimos que AMLO, aunque cuestiona los aspectos más salvajes de los neoliberales en el gobierno, y defiende una “política austera y no corrupta”, no pretende atacar los intereses de los capitalistas y las trasnacionales, quienes descargan la crisis sobre nuestras espaldas. No puede hacerlo porque no representa los intereses de la clase obrera y por eso nunca ha llamado a derrotar a este régimen antidemocrático y hambreador.
Es por eso que nosotros, desde la LTS y el periódico Estrategia Obrera, defendemos la postura de que los trabajadores y la juventud combativa debemos tener una política propia, independiente de todos los partidos del Congreso, con un programa que defienda nuestros intereses, que ataque a los capitalistas y enfrente al imperialismo. Y esto es lo contrario de lo que López Obrador ha hecho durante años y lo que quiere hacer en caso de llegar a la presidencia, donde ya ha dicho que no tocará las concesiones y se rodeará de empresarios como Fernando Turner.

Y es por eso que criticamos a los dirigentes sindicales y a las organizaciones de izquierda (como Militante y PRT) que al llamar a los trabajadores a votar por AMLO, colaboran con una política que subordina la fuerza obrera y popular a un proyecto capitalista “humano” y nos desarma política y organizativamente.

Los trabajadores/as y jóvenes socialistas que formamos la LTS creemos que los trabajadores debemos enfrentar la entrega y la miseria, con nuestras organizaciones, aliados a los campesinos pobres, indígenas y jóvenes del país.
Que sólo superando la política de conciliación y pasividad de las direcciones sindicales, y desarrollando la movilización independiente en las calles podremos ponerle un alto a la ofensiva del gobierno y los patrones sobre nuestras conquistas y a los ataques sobre las libertades democráticas de las mayorías populares; y es para eso que queremos construir una organización socialista y revolucionaria.

Es necesario tomar las calles

Por eso, les decimos a los compañeros y compañeras que leen este periódico, que hay que dejar de lado toda confianza en que votando a los partidos del régimen podremos resolver nuestras demandas. Hay que retomar la lucha en las calles y dotarnos de un plan de acción que unifique al magisterio, los trabajadores de la salud, de Mexicana, del SME y de todos los sectores golpeados por el ataque de los capitalistas.

Este 1° de mayo los trabajadores, junto a la juventud combativa debemos salir a manifestarnos contra los planes de hambre y miseria impulsados por Calderón, el PRI y el PAN, preparando el camino para una lucha basada sólo en nuestras fuerzas. Para eso te convocamos, compañera/o, y te invitamos a marchar con nosotros en el Día Internacional de los Trabajadores.


Los candidatos y los partidos del régimen no nos representan: ¡Anulemos nuestro voto!

 Porque ninguno de ellos se plantea cambiar la situación de explotación y saqueo imperialista que mantiene en la miseria a millones de familias en México, y todos buscan mantener este régimen antidemocrático responsable de la militarización del país.

Ninguno de ellos pertenece a nuestra clase ni defiende nuestros intereses, ni tienen que sortear día a día la vida con salarios miserables y jornadas de trabajo extenuantes; tampoco están dispuestos a renacionalizar lo ya privatizado y a terminar con la entrega de los recursos naturales al capital privado, nacional y extranjero.

López Obrador, en quien muchos trabajadores y jóvenes depositan su confianza para cambiar la situación, ha dejado claro que el “cambio verdadero” que promete no significa atacar los intereses de los capitalistas, responsables de los millones de pobres y de desempleados, ni al régimen político.

 Porque la organización de los trabajadores debe ser independiente de la burguesía, con la movilización combativa y nuestros propios métodos como el paro y la huelga nacional

“Los de arriba” no nos representan, ni van a cambiar nuestra realidad.
Por eso los socialistas de la LTS hacemos un llamado a todos y todas las y los trabajadores, a los jóvenes, a los estudiantes, a los desempleados, a los colectivos estudiantiles, a las mujeres que luchan por sus derechos y al movimiento contra la militarización, a anular la boleta electoral el día de las elecciones escribiendo en ella las consignas de: “alto a la militarización, “alto al feminicidio”, “libertad a los presos políticos”, “no al pago de la deuda externa”, “que la crisis la paguen los capitalistas”.

Es por eso que impulsamos, junto a otras organizaciones socialistas, un llamado unitario e independiente en estos comicios.

En el escenario electoral los socialistas debemos levantar una política propia. Esta no puede ser de subordinación a un candidato cuyo programa busca –como es el caso de AMLO– mantener y dar seguridad a los negocios capitalistas, como hacen algunas organizaciones que se reclaman de izquierda. Por eso, hay que levantar una política de independencia de clase antes, durante y después de las elecciones, para desarrollar un movimiento obrero combativo que enfrente la crisis capitalista.

Los medios masivos de comunicación repiten que la única forma de expresión en esta “democracia para ricos” es el voto por estos partidos patronales, para que los representantes de la clase dominante decidan por nosotros en esa “cueva de ladrones” que es el Congreso.

Manifestemos nuestro descontento con sus reformas estructurales y a la subordinación al imperialismo. Repudiemos su “transición democrática”, que ha significado miles de muertos, las fuerzas armadas ocupando la ciudad y el campo, el asesinato y la persecución a los luchadores sociales, feminicidios, hambre, alza de precios, salarios miserables, desempleo o empleos precarios, con cada vez menos derechos laborales. Anulemos nuestro voto.

Prensa

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