El domingo 28 de Octubre el gobierno de De la Sota anunció el levantamiento de su proyecto de privatizar EPEC, la Empresa Provincial de Energía de Córdoba. La pronunciada crisis económica nacional, la persistente resistencia de sus trabajadores y el rechazo de la amplia mayoría de la población hicieron que De la Sota tuviera que retroceder en lo que consistió parte importante de su plan de gobierno. Esto constituye un importante triunfo, no sólo de los trabajadores de EPEC sino de los usuarios que veían venir el fantasma de Edesur y Edenor. La enorme alegría se reflejó en la marcha, al día siguiente, y en las decenas de llamados de usuarios a las radios que mostraban que la lucha contra la privatización se había transformado en una “causa provincial”. Sin embargo, hoy sigue perseguido un miembro de la Comisión Directiva del Sindicato, Juan Liaría, y De la Sota ya ha dicho que piensa denunciar el convenio, es decir, que buscará atacar a los trabajadores por otro lado. En este marco se desarrolla una importante lucha de los trabajadores municipales contra el intento de Kammerath de aplicar en el municipio la Ley de Déficit Cero, reducir salarios, congelar las vacantes y pagar los sueldos escalonados. Numerosas marchas de más de 2000 trabajadores, cortes de puentes y asambleas, y un contundente paro de casi total acatamiento fueron respondidas por el gobierno con represión y detenciones. Por último, y por primera vez en muchísimos años, los trabajadores de VolskWagen cortaron la calle de acceso a la planta denunciando el intento de la patronal de suspender a 600 trabajadores, obligando a que los dirigentes burocráticos del SMATA, que vienen dejando pasar todos y cada uno de los ataques de las patronales automotrices, se hicieran presentes. Los trabajadores de Luz y Fuerza han logrado hacer retroceder parcialmente al gobierno de De la Sota. Hoy está planteado impedir que pueda volver a pasar a la ofensiva, unificando las luchas en curso, con un paro activo y un plan de lucha provincial para derrotar sus planes. La unidad de los trabajadores que resisten los ataques es urgente, no sólo en las movilizaciones comunes que ya hay que son un importante paso adelante, sino para poder debatir y resolver de manera democrática los pasos a seguir en un Plenario de Gremios, delegados y activistas.

Opina Pichón Sosa, delegado

Este triunfo que conseguimos contra la privatización no es sólo de Luz y Fuerza sino que es una lucha que puede verse reflejada en el movimiento obrero. Es una lucha victoriosa de la que todos tenemos una parte, tanto los trabajadores como los partidos políticos y los sectores que nos han apoyado y también los estudiantes que han sido un apoyo fundamental. Yo creo que todavía no se ve la magnitud de este paso. Sabemos que la privatización cayó y que es un triunfo, pero no estamos acostumbrados los obreros a ganar. Hemos sido un ejemplo de lucha. Atrás de cada hombre y de cada compañero está el sindicato de Luz y Fuerza que tiene mística y que adquirió con grandes hombres que pasaron, como Agustín Tosco. La amenaza del gobierno de denunciar el convenio será una cicatriz que tendremos que cerrar. Sabemos que va a empezar con diferentes embates, porque al no salirle la privatización (una exigencia del Fondo Monetario y de los grandes grupos económicos, sumado a las condiciones políticas y económicas a nivel mundial), seguramente va a buscar otra forma de atacar a los trabajadores. Se va a quedar lamiendo las heridas y apenas pueda va a saltar sobre nosotros. Creo que Luz y Fuerza está madurando en esos aspectos de la necesidad de la unidad con el resto de los sectores. El viernes participamos en una marcha común con los compañeros municipales, aparte de toda la solidaridad brindada por estos sectores en los últimos meses, las marchas con más de 20.000 compañeros en la calle que fue enorme. Por eso nosotros debemos tener la suficiente grandeza para seguir solidarizándonos con los compañeros que están en lucha para que la unidad realmente sea en la práctica y no en la teoría o en un papel. A los trabajadores les digo que sepan que son parte de este triunfo, y frente a los ataques que sufren que solamente luchando se consigue que nos respeten, que los derechos esenciales que tenemos como hombres y trabajadores sean respetados por parte de la patronal y el gobierno. Luchar es la única que nos queda para defender lo nuestro. Me parece que vamos hacia el camino grande como fue cuando estuvimos en Neuquén (en el encuentro ceramista) que fue muy importante. Me parece que todos trajimos algo de la solidaridad y la lucha que hay a nivel nacional, porque estamos luchando contra lo mismo y por lo mismo. La solidaridad es el camino para que las luchas se engrandezcan. Eso es también lo que pasó en el encuentro, la solidaridad permanente con sectores gremiales y partidos políticos. El triunfo también de los ceramistas de Neuquén es del movimiento obrero. Cada triunfo que vayamos logrando vamos engrandeciendo lo que nosotros creemos que es justo. Haber tomado la planta y demostrado que sí se pueden hacer las cosas, que los obreros no solamente estamos capacitados para trabajar sino también para crear, para producir, para poder sobrepasar a esos burgueses y a los burócratas que nos vienen con sus planificaciones a decirnos que todo va a mejorar cuando solamente quieren explotar más a los obreros.