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TOPADORAS MACRISTAS CONTRA LOS PUESTEROS DE LINIERS

Basta de desalojos y represión

El 29 de junio un brutal operativo frente a la estación de Liniers del Ferrocarril Sarmiento, demolió con una topadora varios locales callejeros.
Los puesteros resistieron el desalojo, y varios de ellos fueron heridos y detenidos tras la represión de la actuación conjunta de la Metropolitana y la Policía Federal.

Virginia Pescarmona

1ro de julio 2010

El 29 de junio un brutal operativo frente a la estación de Liniers del Ferrocarril Sarmiento, demolió con una topadora varios locales callejeros.
Los puesteros resistieron el desalojo, y varios de ellos fueron heridos y detenidos tras la represión de la actuación conjunta de la Metropolitana y la Policía Federal. Según se dijo los comercios eran alquilados a Omar Buchacra, un barrabrava de Boca, amigo de “La 12” y conocido opositor a Macri en el club de la Ribera. O bien las “internas” de la hinchada no se “resolvieron” o algún negocio no “cerró”, pero la cuestión es que ni el propio Buchacra podía entender el porqué del desalojo cuando tiene papeles firmados con TBA y habilitaciones firmadas por el propio ministro de Espacio Público, Diego Santilli.

El gobierno de Macri justificó la represión diciendo que los vecinos denunciaban la “inseguridad” que provocaba el movimiento generado en torno a los puestos, e incluso llegó a hablar de “tráfico de armas” y “drogas”. Pero a la hora de explicar la “inseguridad” el “problema” para los vecinos era tener que bajar el cordón para transitar. Parece que los funcionarios macristas se “alarmaron” porque no se podía caminar por la vereda… Eso sí, es evidente que no les causa la misma “preocupación” las decenas de veredas de Palermo, Recoleta o Belgrano ocupadas por las mesas de los bares y restorantes para la “gente bien”. La política de “recuperación del espacio público”, que apunta a extenderse según el macrismo en la peatonal Florida, Chacarita y San Telmo, es otra muestra de cómo gobiernan contra los trabajadores y el pueblo pobre, favoreciendo siempre a sus amigos empresarios ricos y los negociados millonarios en la Ciudad mientras le pegan palos a los pobres y a los que deben vender en la calle para sobrevivir, como es el caso de los puesteros de Liniers.

En la Ciudad de Buenos Aires Macri quiere que la Metropolitana se transforme en el brazo armado de una política de persecuciones contra los motoqueros, los pobres y los puesteros, a quienes se desaloja, ahora directamente con topadoras. Mientras tanto, también avanza contra los luchadores con los procesamientos, como es el caso de los estudiantes de la UBA que cortaron en 2009 la calle en solidaridad con los obreros de Kraft.

El macrismo quiere las calles libres de “trapitos”, de pobres, de organizaciones combativas, de trabajadores y estudiantes, así lo demuestra su propuesta de reforma reaccionaria del Código Contravencional que pretende avanzar en la criminalización de la protesta y de la pobreza. El gobierno kirchnerista de los “derechos humanos”, por su parte, muestra toda su hipocresía poniendo a la Policía Federal a disposición de la política represiva del reaccionario Macri.

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