La lucha de los jóvenes trabajadores y trabajadoras del Casino Flotante de Buenos Aires ha cobrado trascendencia nacional. Vienen protagonizando una intensa y dura lucha que lleva ya más de dos meses de huelga, piquetes y acampes en Plaza de Mayo y frente a las instalaciones del Casino en Puerto Madero, por la reincorporación de más de 100 despedidos, entre ellos varios delegados. El sindicalista amigo de Macri, Daniel Amoroso de Aleara, acaba de declarar que “No serán reincorporados... Están agotadas todas las instancias” tratando de instalar en la opinión pública que su lucha está perdida. Por el contrario, los delegados de base sostienen “Hasta que no reincorporen al último compañero vamos a seguir...”. En la lucha del Casino se dirime una importante pulseada que tiene consecuencias para todos los que luchan contra los ataques patronales, por el salario y las condiciones de trabajo.

¿De qué son culpables?

Hace dos meses la patronal de Cristóbal López, una mafia capitalista del juego, les montó una provocación y permitió que una patota de matones del SOMU, dirigido por el corrupto “caballo” Suárez, los atacara y destrozara las instalaciones de su fuente de trabajo mientras realizaban una asamblea. La patronal cínicamente acusó de esos destrozos a los trabajadores para justificar los despidos. Encima, en un acto de carneraje sin precedentes la cúpula de los seis gremios que pretenden el “encuadramiento” de los trabajadores y se arrogan su representación contra sus legítimos delegados, ha hecho causa común con la patronal. El gobierno de Kristina, el Ministerio de Trabajo y la justicia hicieron todo tipo de maniobras para derrotarlos, mientras la Prefectura, esa fuerza compuesta por genocidas como Febres y que responde a la presidencia, los reprimió brutalmente y la propia patronal les envía grupos de choques de patovicas para intimidarlos. Contra todo esto vienen resistiendo la heroica lucha de estos jóvenes. Inclusive, la derecha encabezada por Macri intenta aprovechar la situación para prohibir los piquetes y los cortes de calles en la Capital, es decir para recortar aún más las libertades democráticas de los trabajadores y su derecho a la manifestación contra todo el arco de instituciones patronales.

Los atacan porque son parte de lo nuevo que comienza a surgir en la clase trabajadora, y no se disciplina a los viejos dirigentes sindicales corruptos que las patronales mantienen con todo tipo de prebendas y coimas. Deciden democrá ticamente en asambleas, eligen delegados que responden a sus compañeros y se rebelan contra la superexplotación y las jornadas insalubres de trabajo. De eso son culpables para las patronales y los viejos sindicalistas atornillados a sus sillones, y por eso vienen haciendo lo imposible por derrotarlos.

Una nueva generación que se rebela

El Pacto Social que el gobierno prepara necesita despejar el camino a los empresarios de todos los delegados y luchadores de base que sean una traba para mantener las superganancias capitalistas en base a los bajos salarios y las condiciones precarias de empleo. Se ha desatado una verdadera “caza de brujas” por parte de la clase empresaria y los burócratas sindicales. La del Casino es la más emblemática y conocida de toda una serie de luchas de una nueva generación de luchadores y organizaciones combativas y antiburocráticas que también están librando duras batallas contra los anticipos del Pacto Social. Los obreros de la textil Mafissa de La Plata y su comisión interna combativa también resisten despidos discriminatorios con huelgas y piquetes. Las obreras del laboratorio multinacional Fresenius y su comisión interna mayoritariamente compuesta por mujeres luchan contra la patronal que quiere descargar sobre ellas, con cesantías masivas, su propia responsabilidad en el incendio de la planta de Pilar. En la autopartista Dana, 70 matones y barrabravas reclutados por la patronal y la cúpula del Smata, atacó brutalmente con palos y cuchillos a los metalmecánicos que fueron al paro total contra la patronal que despidió al principal delegado entre otros trabajadores. La lista es aún más amplia y abarca desde los ataques de los matones de la UTA contra los delegados del subte hasta la represión policial contra los obreros de la Textil Pagoda en San Luis o los trabajadores del ajo en Campo Grande de Mendoza.

Un frente único contra las patotas y el Pacto Social

Todos estos sectores de trabajadores vienen haciendo causa común con los jóvenes del Casino, coordinando acciones conjuntas y agrupándose en torno a una nueva organización, un Plenario nacional de delegados y sectores combativos en lucha que vuelve a reunirse este sábado 19 de enero en la sede de ATE-Capital. En el confluyen gran parte de las organizaciones que vienen surgiendo desde la rebelión del 2001 como los delegados del subterráneo y los obreros ceramistas de Zanon de Neuquén, la junta interna de ATE-INDEC que viene denunciando los índice truchos de inflación y siendo perseguidos por los matones de UPCN, delegados y activistas de los municipales que resisten el plan de Macri, de los hospitales Garrahan y Francés, las seccionales y agrupaciones antiburocráticas de los ferroviarios, los aeronáuticos de LAN, delegados telefónicos, comisiones internas de la industria de la alimentación como Pepsico, de gráficas como Donnelley (Ex -Atlántida) y Morvillo, los docentes universitarios de AGD UBA y seccionales opositoras del gremio docente (Suteba), entre muchos otros sectores que los medios han denominado un “nuevo sindicalismo de base”. Este nuevo agrupamiento es un paso adelante que debemos alentar y fortalecer todos los que estamos comprometidos con la legítima causa de los trabajadores. Para realizar acciones coordinadas por el triunfo de la lucha en el Casino y todas las luchas en curso, lo que incluye organizar la autodefensa obrera ante las patotas, y para preparar una alternativa ante las negociaciones paritarias truchas y el Pacto Social que están pergeñando los jefes sindicales con el gobierno y los empresarios. Para ello, en primer lugar la dura y larga batalla que se libra entre los trabajadores del Casino contra todas las fuerzas alineadas detrás de la patronal, tiene que triunfar.

Ninguna organización que se reclame democrática o progresista puede quedar al margen de esta pulseada. Como ya vienen haciendo organizaciones obreras, estudiantes y organismos de derechos humanos solidarios, se necesita ampliar la solidaridad activa de personalidades del arte y la cultura, y de los miles que participaron en las asambleas populares del 2001, contra este ensañamiento de la reacción empresaria de los capitalistas del juego y los corruptos dirigentes sindicales, con el aval del gobierno de Kristina.

Por el triunfo de los jóvenes del Casino y todas las luchas en curso

Frente único contra las patotas y el reaccionario Pacto Social

PTS- Capital