En su cuenta de twiter, el economista y concejal, Gastón Remy, destacó que, “lo más preocupante es la suba de la indigencia a 6,4%, son 50.000 jujeños y jujeñas, que no tienen ingresos suficientes para lograr una alimentación mínima. Y esto duele dado que es una provincia rica donde se producen alimentos como el azúcar y sus derivados o se exportan millones de dólares en litio y otros minerales.”

Remy explicó que “entre las causas del aumento de la indigencia se encuentra fundamentalmente en la inflación, los bajos salarios y el empleo precario o informal. La inflación en alimentos supera al promedio de subas en los precios y esto impacta sobre la informalidad con una estructura laboral donde el 52% trabaja en negro en el sector privado, 9 de cada 10 jóvenes que trabajan lo hacen no registrados y hay 120.000 trabajadores dentro de la denominada “economía popular”. Esta última actúa como un paliativo para evitar una situación catastrófica, pero evidentemente no alcanza para suplir la falta de creación de puestos de trabajo genuino en el sector privado y público”, destacó el economista.

Respecto a la pobreza señaló, “la pobreza llegó al 33,8% y tuvo una baja respecto al semestre anterior y más aún respecto a un año atrás cuando llegó al 42,5%.Sin embargo, sigue siendo altísima con 253.000 las personas que no llegan a cubrir con sus ingresos los bienes y servicios necesarios para vivir.”

Detalló que en la baja de la pobreza se puede observar, “por un lado, la reactivación económica a partir de la salida de la pandemia aunque la misma es moderada en materia de empleo, recién en febrero de este año se volvió a los niveles pre pandemia. Por otro lado, los salarios de bolsillo en promedio –según datos disponibles a marzo-, tanto en el sector privado ($85.050) y público ($52.776) están por debajo de la canasta familiar ($86.669). O sea, la recuperación parcial del empleo es en base a salarios que en promedio dejan a la mayoría en la pobreza.”

Por último, “los bajos salarios generan una presión a que los que tienen empleo busquen otro, 1 de cada 5 trabajadores hacen esto en la provincia, por encima del promedio nacional. Y el Indec muestra como ha crecido el número de personas subocupadas, evidenciando que la inflación lleva a que cada vez más personas, jóvenes y mujeres, tengan que salir a realizar todo tipo de actividad para llevar ingresos a sus hogares. Realmente da mucha bronca esta realidad, que ratifica la necesidad de desarmar este esquema de una provincia rica, con trabajadores pobres”, finalizó Remy.