Nos volvemos a estremecer, porque la agresión a Estefanía vuelve a recordarnos que una mujer es asesinada cada 18 horas en Argentina, y que Jujuy es la provincia con el índice de femicidios per cápita más alto del país. Todo esto que nos llevó a movilizarnos y hacer temblar la tierra al grito de ¡Ni una menos! porque ¡Vivas nos queremos!. Mientras la respuesta de los funcionarios de los gobiernos nacional y provincial es recortar el ya mísero presupuesto que se destina a los programas de prevención de la violencia. Aunque Gerardo Morales firme falsos “compromisos”, la realidad es que para ellos la vida de las mujeres no importa.

Pero este hecho nos estremeció particularmente a quienes estudiamos y trabajamos en la Facultad de Humanidades y en la UNJu, al enterarnos el nombre del agresor: Fernando Toroconte, docente de nuestra Facultad. Sin embargo, quienes no se conmovieron, son las autoridades de la Universidad que, hasta hoy, guardan un frío silencio.

Desde la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas, repudiamos el intento de femicidio de Estefanía y exigimos que se apruebe de una vez, y sin demora, el Plan de Emergencia contra la violencia hacia las mujeres que han presentado en 2015 nuestros diputados Myriam Bregman y Nicolás del Caño en el Congreso Nacional. Es imperioso que cada Consejo Académico y el Rectorado se pronuncien por la aprobación de este proyecto, al tiempo que se abra la discusión dónde docentes y estudiantes podamos debatir un protocolo que permita a la Universidad actuar frente a este tipo de situaciones.