El 26/6 se realizó un corte de vías en la estación Avellaneda por la reincorporación de los compañeros de evasión de Técnica Industrial, empresa fantasma de Metropolitano. El mismo contó con el apoyo de compañeras de Brukman, el CeProDH, la CTD Aníbal Verón, el Polo Obrero, el PTS y una delegación de jóvenes de la asamblea popular de Temperley.
La medida es continuidad del plan de lucha iniciado el 30/8 que logró la reincorporación de 25 despedidos. Desde esa fecha se realizaron negociaciones tendientes a lograr la reincorporación del resto de los compañeros, sin ningún resultado positivo.
Ante el corte la empresa se negó a dar respuesta a la demanda de los despedidos, esperando a que se levantara enseguida. Al ver que esto no sucedía, accedió a una reunión con los despedidos compuesta por tres delegados contratados, un ferroviario desocupado y la abogada Mariana Salomón del CeProDH. Fueron atendidos por Bovero, apoderado de Técnica Industrial y Gerente de Recursos Humanos de Metropolitano, que dijo que no podía dar respuesta en ese momento, pero accedía a una nueva reunión el lunes 30. La comisión volvió al corte y en asamblea se resolvió levantar hasta el lunes y seguir discutiendo la continuidad del conflicto.

La burocracia

La burocracia de Pedraza no tomó el conflicto de los contratados ya que nunca los consideró ferroviarios. Sabe que con la “reestructuración” de la empresa sobra gente, y para no tener que salir a defender a futuros despedidos “efectivos” deja que Taselli eche a los contratados, dividiendo la lucha del resto de los ferroviarios. A pesar de esto no logró crear un clima hostil hacia la lucha de los contratados. La gran mayoría de los trabajadores cree que son compañeros de trabajo, que deberían pertenecer a Metropolitano y estar afiliados. Muchos comentaban: “si esto sigue así, dentro de poco vamos a tener que cortar nosotros también”. Por ahora, el terror a los despidos y el rol canallesco de la UF es lo que impide salir a la lucha común.

¿Cómo salvar al tren?

Sorprendentemente la “Comisión Nacional Salvemos al Tren”, pese a haber dicho que apoyaba el corte, no se hizo presente. Llama la atención ya que al día siguiente montaron el “Tren de la Resistencia” en Constitución. Hay que decir claramente que no se puede “salvar al tren” sin comenzar por apoyar de manera efectiva y activa la lucha por la reincorporación de los despedidos. Queremos además entablar un debate con la Celeste de la UF del Roca –parte de esta Comisión-, sobre qué programa y acciones tenemos que impulsar los ferroviarios para salvar verdaderamente al tren. Opinamos que para dar una pelea consecuente contra los planes de vaciamiento es necesario luchar inclaudicablemente contra Pedraza, Argüello y sus buchones en todos los frentes, no solamente para la TV. Hay que aglutinar alrededor de un programa independiente a los mejores luchadores -sin políticos patronales como el ARI, que en los `90 avalaron la entrega de las empresas estatales. Este sería un paso primordial para reincorporar a los 81.000 ferroviarios despedidos por la privatización.
Debemos rodear de toda la solidaridad la lucha de los contratados, exigiendo su efectivización inmediata y reconocimiento gremial; reagrupar a los luchadores antiburocráticos para echar a patadas a Pedraza y sus secuaces, y luchar por el fin de las concesiones privadas en la perspectiva de la administración directa de los ferrocarriles por sus trabajadores. La lucha de los ferroviarios no puede quedar aislada.