El sector atraviesa una notable caída, afectado en gran parte por la recesión de Brasil, pero también por el estancamiento interno. Como siempre buscan que la crisis la paguen los trabajadores.

Las patronales piden dólares. Es que el sector automotriz, copado por las terminales multinacionales imperialistas, es una gran armaduría de piezas que en gran parte se importan desde otros países, e implica una fuga de capitales hacia sus casas matrices
 Los anuncios de suspensiones avanzan en FIAT en la localidad de Ferreyra (Córdoba). La FIAT que desde el mes de Julio trabaja entre tres o cuatro días a la semana, tiene previsto un plan de suspensiones para Septiembre.

 Desde el SMATA Córdoba, actuando como vocero de las empresas, Leonardo Almada, decía: “Según indicaron de Fiat no hay muy buenas perspectivas para el mes de septiembre. Se va a analizar semana a semana las suspensiones pero se viene bastante complicado”. La burocracia dice que está complicado, pero no solo no llama a medidas de lucha, sino que recorre las plantas diciendo “sobra gente”, y agita que los que primero se tienen que ir son los terciarizados de logística, agrupados en el sindicato de camioneros.

 También en Córdoba la alemana Volkswagen, donde ya se registraron cuatro días de suspensión en agosto, estima cuatro días más en septiembre, afectando un 40% de la planta, fundamentalmente la producción de la caja MQ200 que va a Brasil.
 La General Motors (GM), que paralizó su producción el viernes pasado, anunció que parará durante cuatro días en septiembre para ajustarse a la demanda de Brasil donde exporta casi un 80% de su producción. Además la empresa viene ofreciendo retiros voluntarios, que no son otra cosa que despidos encubiertos. Desde la Fiat también tienen pensado un plan de retiros voluntarios para reducir su plantel en unas 240 personas, el 10% de la plantilla.

Mientras en la zona norte de GBA, la estadounidense Ford aplicará 170 suspensiones rotativas hasta fin de año.

 Paraná Metal está otra vez a punto de cerrar. Comenzó su debacle a fines del 2008. A partir del año 2012 fue adquirida por el empresario kirchnerista, Cristóbal López. Alguna vez tuvo 1.300 trabajadores. Hoy se convirtió en una fábrica casi abandonada con 205 empleados. El amigo de los K no invirtió y hasta se benefició del pago de sueldos a través del Repro del gobierno. La empresa envió 180 telegramas de pre aviso, que de no mediar solución quiere trasformar en despidos a partir del 31 de Octubre, tan sólo seis días después de las elecciones presidenciales.

 Las patronales aprovechan la caída de la producción para ajustar sobre los trabajadores cuando en la última década hicieron ganancias multimillonarias, además de recibir subsidios del Estado y exenciones impositivas de todo tipo. Son esas patronales quienes deberían hacer frente a tiempos de baja producción con la mantención de la totalidad de los trabajadores efectivos y terciarizados, sin rebaja salarial. Ellos siguen ganando sumas siderales. Que abran los libros de contabilidad para mostrar a la población qué hicieron con las ganancias que acumularon. Que se repartan las horas de trabajo entre todos los trabajadores automotrices, sin disminución salarial y que se prohiban las suspenciones, los despidos y los retiros voluntarios que los encubren.