1. Un escenario abierto

Los resultados dejaron un escenario político abierto hacia octubre. Al Frente para la Victoria de Daniel Scioli (38,5%) no le alcanzó para un triunfo categórico que asegure su victoria en la primera vuelta. Al frente Cambiemos que encabeza Mauricio Macri (30%) no le alcanzó para consolidar una polarización y Sergio Massa y su frente UNA (20%) no pudo terminar de recuperarse y meterse en la pelea. La centroizquierda confirmó su bancarrota. Las primarias no dejaron instalada la polarización y nadie capitaliza con claridad los límites del oficialismo que retrocede, pese a la creciente moderación de su candidato. 

2. Candidatos del ajuste 

El panorama económico no mejora. La inflación, aunque más controlada, sigue alta. El agotamiento del “modelo” se convierte en recesión en la industria. Las presiones cambiarias dan cuenta de la escasez de dólares. Se suma la devaluación de Brasil y, sobretodo de China. Miguel Bein, el economista asesor de Daniel Scioli dijo que hay que traer dólares y el salario no puede subir por encima del tipo de cambio. O sea: ajustar el salario para “atraer inversiones”. Esa es la agenda de todos los candidatos patronales.

3. ¿Qué va a pasar en la Provincia?

Allí se libra “la madre de todas las batallas”. La división del peronismo bonaerense tuvo escenas de “campaña sucia” entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez. Las internas y las acusaciones permitieron que Vidal -de Cambiemos- sea la candidata más votada con 30%, y Solá alcance el 20%.

Las disputas por arriba y la derrota de la fórmula de Domínguez-Espinoza abrieron una caja de Pandora por abajo con el debilitamiento de históricos barones del conurbano (Othacehé, West), uno de los aparatos de contención claves del peronismo y del régimen.
Las dramáticas inundaciones muestran que más allá de las internas oficiales y las críticas opositoras, nadie da respuestas a la precarización de la vida del pueblo trabajador.

4. Entre la tregua y el ajuste

La burocracia sindical evitó en la época electoral cualquier tipo de movilización o reclamo. Caló, Pignanelli y la CGT oficial están contentos con el triunfo de Scioli, pero perdió su candidato en la Provincia de Buenos Aires. Massa sigue haciendo demagogia con el impuesto a las ganancias. Los tres candidatos prometieron defender el viejo modelo sindical, a cambio de que las cúpulas sindicales ayuden a garantizar futuros ajustes contra los trabajadores.

Las distintas alas de la CTA retrocedieron: unas apoyando a un oficialismo cada vez más conservador, otras como parte de una centroizquierda en retroceso.
Como reconocen muchos analistas, con el triunfo de Nicolás del Caño y el crecimiento del Frente de Izquierda, el sindicalismo combativo muestra que avanza y tiene una referencia política clara.

5. Creció y se renovó el FIT

El Frente de Izquierda creció más de un 40% en relación a las PASO del 2011. La lista encabezada por Nicolás del Caño y Myriam Bregman se impuso a Jorge Altamira en una elección histórica.

Se impuso la idea de una renovación que se nutra de las nuevas experiencias y generaciones de luchadores que vienen protagonizando los fenómenos más profundos y combativos entre los trabajadores, las mujeres y la juventud.