La Federación Grafica Bonaerense (FGB), viene negando el reclamo de miles de obreros por un Plenario General del gremio para enfrentar despidos, cierres de fábricas, bajos salarios, precarización laboral y la persecución a aquellos que deciden enfrentarlos. De hecho, la FGB ni siquiera adhirió a ningún Paro General en los últimos años, a pesar de la delicada situación que atravesamos miles de trabajadores de la industria gráfica. Dicen “consideramos que existen otras demandas del movimiento obrero que adquieren igual o mayor importancia que el impuesto a las ganancias sobre el salario”. Pero sobre cuáles son esas demandas y como debemos hacer los trabajadores para conseguirlas no dicen ni una palabra.

Veamos lo que pasa en nuestro gremio: en agosto del año pasado, la patronal buitre de Donnelley, una de los talleres gráficos más grandes del país, cerró sus puertas mediante una quiebra trucha, dejando en la calle a más de 300 familias. El sindicato, que se había comprometido a llamar al paro ante el primer despido, no tomó ninguna medida de lucha seria y fueron los trabajadores de la empresa los que dieron una respuesta, conformando la cooperativa MadyGraf y poniendo a producir la planta bajo su gestión y así mantener las fuentes de trabajo.

Más buitres

Ahora otra patronal “buitre” del sector, la multinacional Quad/Graphics dueña de los talleres WorldColor y Morvillo, dos de los principales de la industria, también inició un proceso de vaciamiento fraudulento, presentando la convocatoria de acreedores en ambas empresas, amenazando la fuente de trabajo de más de 600 compañeros gráficos.

En las últimas semanas los trabajadores de WorldColor han tenido que enfrentar el atraso en el pago de los salarios, parando el taller y bloqueando otros talleres donde la empresa pretendía desviar los trabajos que se realizan habitualmente en la planta de Pilar, metodología que ya había aplicado Donnelley antes de pedir su propia quiebra. No es casualidad, ya que Quad/Graphics -líder mundial en su rubro junto a Donnelley- utiliza prácticamente las mismas maniobras fraudulentas y hasta contratan el mismo personal especializado en vaciamiento de empresas como Sergio Slep, quién fuera gerente en Donnelley hasta unos meses antes de la quiebra fraudulenta y hoy ejerce como gerente en WorldColor. Ante esta situación, la FGB debería, como primera medida, llamar urgentemente a que ningún taller imprima los trabajos de WorldColor, para no colaborar con el vaciamiento. Y salir a enfrentar los posibles despidos que vienen con la convocatoria de acreedores y que buscan descabezar a ese taller combativo.

Despidos y cierres

Sigamos. Como si no bastaran estos ataques a las conquistas de los gráficos, en los últimos meses se vienen sucediendo despidos en muchos talleres gráficos, como Bosisio, Zanniello (en convocatoria de acreedores) y otros. También se produjeron cierres como el de la gráfica Vulcano y el propio sindicato denuncia el vaciamiento en otras empresas (Poligráfica Del Plata).

A esto hay que agregar las prácticas anti sindicales de las empresas, como denunció el propio sindicato en A.G.R.A.F. durante el conflicto de enero, en R. Chozas donde el hostigamiento y persecución a los delegados es constante, con descuentos compulsivos e impidiéndoles entrar a la planta para hacer asambleas o en PrintPack donde la patronal se niega a reconocer a uno de los delegados de la Comisión Interna despyendo fallos y resoluciones de la justicia y el ministerio de trabajo. Ni hablar en todos aquellos talleres que no cuentan con representación sindical y los compañeros están sometidos a los abusos y arbitrariedades de las patronales, como en Maggio o en Artes Gráficas Modernas. A este panorama debemos agregar los bajos salarios que se pagan en la mayoría de los talleres (la escala salarial gráfica es una de las más bajas del país), el trabajo en negro y precarizado que se extiende en amplios sectores de la industria y la amenaza de pérdida masiva de puestos de trabajo ante la resolución de la AFIP que convierte en obligatoria la emisión electrónica de facturas, lo cual va a afectar a decenas de talleres chicos y medianos que imprimen papelería comercial.

Nos movilizamos por un plan de lucha

Todos estos ataques forman parte de un plan de restructuración y de cambio (para peor) en las condiciones de trabajo en todo el gremio. Esto, sin lugar a dudas es impulsado por la FAIGA (Federación Argentina de la Industria Gráfica y Afines), cuyo presidente, Juan Carlos Sacco, también es Vice de la Unión Industrial Argentina (UIA), organismo que luego de estar alineado con kirchnerismo durante más de diez años, hoy viene “midiendo” a los candidatos presidenciales (Massa, Scioli y Macri) para ver cuál se adecúa más a sus interés que, demás está decir, se contraponen con los intereses de los trabajadores.

Ante esta situación, los gráficos de la Bordó, nos movilizamos el jueves 16 al centro porteño para marchar luego al sindicato. Llamamos a los compañeros de la Naranja Gráfica a dar juntos esta pelea y unir a los trabajadores de Worldcolor y Morvillo. Para terminar con la borrada de la FGB e impulsar un plenario de delegados para luchar contra el vaciamiento de Worldcolor y contra los despidos, por la expropiación y estatización de Donnelley y por paritarias libres y de esta forma enfrentar la crisis que pretenden hacernos pagar, aquellos mismos empresarios que se enriquecieron ampliamente bajo el gobierno K.