PTS
Partido de los Trabajadores Socialistas
    Buenos Aires   |  27 de marzo de 2024
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DECLARACIÓN DE LA FRACCIÓN TROTSKISTA – CUARTA INTERNACIONAL
Frente a las elecciones griegas y las ilusiones en Syriza
23 Jan 2015 | Presentamos a continuación extractos de la declaración de la Fracción Trotskista, organización internacional de la que forma parte el PTS de Argentina, frente a las elecciones parlamentarias anticipadas en Grecia que se realizaran el próximo 25 de enero.

El actual gobierno conservador de Antonis Samaras se vio obligado a convocar elecciones anticipadas después de tres intentos frustrados de hacer votar en el Parlamento a su candidato a la presidencia de la República. La coalición gubernamental del partido conservador Nueva Democracia (ND) y los socialistas griegos del PASOK no alcanzó los votos necesarios, mostrando la crisis de los partidos que históricamente fueron los pilares del bipartidismo griego.

Todos los pronósticos señalan a Alexis Tsipras, de la coalición de izquierda reformista Syriza, como posible ganador de las elecciones, aunque si gana, es probable que deba pactar con otras fuerzas políticas para formar gobierno.

En los últimos años los trabajadores y la juventud estudiantil y de los barrios populares han desplegado una inmensa movilización que ha acelerado la crisis del régimen político griego, aunque ha sido insuficiente para derrocar a los gobiernos de la austeridad, que aplicaron los planes de la Troika (UE, FMI y Banco Central Europeo).

En este contexto un gobierno de Syriza genera muchas expectativas entre millones de trabajadores y sectores populares, que lo ven como una posibilidad de poner freno a los planes de austeridad y revertir los efectos de la profunda crisis social. Syriza despierta ilusiones, no solo en Grecia sino en toda Europa, y entre las formaciones de la izquierda reformista como PODEMOS en el Estado español o el Front de Gauche en Francia.

Pero la posibilidad creciente de un gobierno de Tsipras, genera también una gran incertidumbre política entre los “mercados” y la Troika que han lanzado una campaña de terror contra el voto a Syriza. Frente a estas amenazas, provocaciones y chantaje por parte de los imperialistas y de la burguesía griega, defendemos el derecho absoluto de los trabajadores y el pueblo a votar libremente por quien prefieran y a defender el resultado electoral por todos los medios en el caso de que la derecha o los “mercados” impidieran un gobierno de Syriza.

El programa limitado de Syriza

Sin embargo no creemos que Syriza represente una salida de fondo para los trabajadores y los sectores populares, ni que tenga como objetivo desarrollar la movilización anticapitalista. Por lo tanto no le damos nuestro apoyo político.

Su programa se basa en negociar con los acreedores una restructuración parcial de la deuda o una moratoria de la misma y lograr algo de inversión estatal para asegurar servicios y concesiones mínimas. Al mismo tiempo, los dirigentes y economistas de Syriza han insistido en que su intención no es “romper con la UE” ni declarar un mo pago unilateral de la deuda.

La estrategia de Syriza es limitar cada vez más su programa a algunas propuestas que sean “aceptables” por los gobiernos de la UE y los mercados financieros. Pero por ahora ni la UE ni el FMI ni los acreedores declaran estar dispuestos a ningún “compromiso” que no sea seguir expoliando al pueblo y los trabajadores griegos
No está descartado en este marco, que Syriza termine retrocediendo y siga aplicando una austeridad aggiornada. Incluso de producirse un “accidente”, esto es la salida del euro, nada bueno va a significar para las masas griegas en la medida que Syriza se niega a poner en cuestión el poder económico de los grandes magnates griegos, y de los lazos que los unen a los capitalismos europeos más fuertes y a nivel internacional.

La política de conciliación de clases de Syriza es un obstáculo para resolver los padecimientos más urgentes de los trabajadores y desempleados griegos.

Muchas corrientes de izquierda justifican su apoyo a Syriza diciendo que su gobierno podría dar un impulso a las luchas de las masas en Grecia e incluso en Europa o que la inflexibilidad de la Troika y de los capitalistas griegos podría llevar a tensionar la situación hasta provocar rupturas que serían provechosas para las movilizaciones de la clase trabajadora de Grecia. No podemos excluir ningún escenario.

Pero hoy parece más probable otra alternativa: que un gobierno de Syriza casi sin ningún “margen de negociación” con la Troika, no pueda ni siquiera aplicar las reformas prometidas o que, en todo caso, se implementen algunas medidas mínimas en un primer momento, para luego imponer un nuevo modelo de austeridad.

En todo caso, neutralizando la lucha de la clase obrera, haciéndole creer que sus demandas se solucionarán desde el parlamento y no a través de las movilizaciones.

El fracaso de un gobierno Tsipras o una traición de sus promesas de campaña podrían generar una oleada de desencanto y de desmoralización de las clases populares del país.

Es en este terreno de desesperanza que podrían, incluso, adquirir nuevo impulso tendencias de derecha dura o incluso fascistizantes, ya organizadas en Aurora Dorada. El problema es que el programa de reformas timoratas y de conciliación con el capital imperialista y la burguesía griega defendido por Tsipras prepara más bien una gran decepción para los trabajadores.

Por una salida obrera, anticapitalista y revolucionaria

En la actual situación de catástrofe social, no es posible acabar con los recortes y aumentar el gasto público para invertir en salud, educación y viviendas sin dejar de pagar la deuda y tocar los intereses de los grandes magnates griegos ligados al capital financiero europeo e internacional.

No es posible terminar con el desempleo masivo sin anular las reformas laborales, repartir las horas de trabajo entre ocupados y desocupados y aumentar el salario mínimo al nivel de la canasta familiar. Es necesario nacionalizar la banca y las empresas de servicios básicos, las de los sectores estratégicos así como toda fábrica o empresa que cierre o despida, sin indemnización, bajo control de trabajadores y usuarios, entre otras medidas.

Estas medidas implican necesariamente romper con todos los condicionamientos, pactos y “memorandums” de la Unión Europea y de la Troika, y solo podrán ser impuestas por medio de una profunda y generalizada movilización social, retomando las huelgas generales, extendiendo, coordinando y especialmente profundizando experiencias de autoorganización obrera y popular que derroten y superen a las burocracias sindicales de las distintas centrales.

Los trabajadores, estudiantes y sectores populares griegos desde el primer día de un eventual triunfo de Syriza deberían estar en la calle para, a través de la acción directa, lograr sus reclamos sin esperar lo más mínimo del nuevo gobierno o el parlamento. Llamando al apoyo y la solidaridad de los trabajadores y el pueblo pobre de los países europeos, especialmente de los de los países del sur de Europa, en defensa de los trabajadores de Grecia.

La única salida progresista y realista pasa por la lucha revolucionaria contra el capitalismo griego y de las distintas potencias europeas, y por la constitución de un gobierno de trabajadores.

Frente a la crisis de la Europa del capital y sus gobiernos, para superar la fragmentación de las filas obreras, combatir la xenofobia, las políticas antiinmigrantes y ganar a los sectores medios pauperizados por la crisis, que de lo contrario podrían transformarse en la base social de la extrema derecha, es necesario poner esta lucha contra los gobiernos, la “troika” y las instituciones imperialistas de la UE en el camino de imponer gobiernos de trabajadores que luchen por los Estados Unidos Socialistas de Europa. Esta es la única salida progresiva para los trabajadores de todo el continente.

Se puede leer la versión completa en www.ft-ci.org


La izquierda de Syriza y las variantes “soberanistas”

El partido de izquierda más importante por fuera de Syriza es el KKE (Partido Comunista de Grecia), de larga tradición estalinista, con importante presencia en sindicatos y en la movilización social. Sin embargo, su política combina el sectarismo táctico que se expresa en su negativa a desarrollar el frente único obrero, con una salida reformista a la crisis, cuya propuesta central es la ruptura con el euro y la Unión Europea en clave “soberanista de izquierda”.

Por su parte la coalición de grupos anticapitalistas Antarsya formó una alianza electoral con “Plan B”, partido liderado por el ex dirigente de Syriza, Alekos Alavanos, quien defiende abiertamente posiciones nacionalistas. Su principal reivindicación es la ruptura con el euro y una vuelta a la dracma, la vieja moneda nacional griega, una devaluación de la moneda que ve necesaria para la “recuperación de la economía nacional”.

Al mismo tiempo que rechazamos la política reformista de Syriza que busca “democratizar” las reaccionarias instituciones de la Unión Europea, tampoco nos reconocemos en las opciones que abogan a favor de salidas soberanistas que terminan haciéndole el juego a quiénes buscan alianzas con sectores de la burguesía nacional, para “salir del euro” hacia una economía capitalista centrada en la producción nacional.

Por fuera de Syriza y Antarsya, existen pequeñas organizaciones que se reivindican trotskistas y que levantan un programa de independencia de clase. Estos son el EEK (Partido de Revolucionario de los Trabajadores, integrante de la CRCI junto con el Partido Obrero argentino) y OKDE. Sin embargo, en estos años, ni estas organizaciones ni las que conforman el ala izquierda de Antarsya, han logrado presentar una alternativa unificada en las elecciones que pueda influir en sectores significativos de los trabajadores y la juventud.

 

Ver online | Ir a www.pts.org.ar



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